2008/03/01

Comunistas e independencia de Kosova

Un numeroso grupo de partidos comunistas ortodoxos, entre los que se encuentran el de Cuba, España o Portugal, han publicado un comunicado en el que rechazan la independencia de Kosova, en un gesto que engarza con toda una tradición tan respetable como discutible.

Tal vez cegados por la nostalgia de los tiempos del "socialismo real", vuelven a decantarse por la integridad territorial de Serbia, antigua aliada, y de paso, sujetan con pinzas la postura de Rusia, que poco debe de tener que ver hoy en día con la antigua URSS.

Los autores del comunicado argumentan su oposición a la independencia en el protagonismo de Estados Unidos y la OTAN en el proceso, lo que merece ser criticado, sin duda. Yo ya lo he hecho en un anterior post. Pero una cosa es situar con una cierta objetividad el proceso de Kosova, con sus luces y sus sombras, que las tiene y muchas, y otra muy diferente arremeter contra el derecho a la secesión del pueblo albano-kosovar, que no puede ponerse en duda.

La antigua Yugoslavia fue una construcción política dirigida por Josep Broz Tito que llegó a alcanzar algunos momentos de gloria, con sus loas a la autogestión y su impulso al movimiento de países no alineados. Pero bajo una fachada de república federal se escondía un dominio férreo de los resortes del Estado por parte de la mayoría serbia, especialmente en su ejército.

El castillo de naipes se derrumbó dando lugar a cruentas guerras étnicas, y uno de los últimos capítulos es lo ocurrido en Kosova. Todo el mundo hubiera preferido un arreglo pacífico, pero elucubrar piadosamente con el carácter progresista de Serbia frente a la OTAN es un discurso patético.

Escuece a cualquiera ver tanta bandera yanki enarbolada por los kosovares, pero ver banderas españolas entre los nacionalistas serbios más ultras es como para echarse a temblar.

Soy consciente de que Kosova va a ser poco más que una plataforma de los intereses occidentales en la región, pero me temo que Serbia lo es de los intereses rusos. En ese caso empezamos a hablar de geopolítica, pero yo quiero hablar de derechos nacionales, sean cuales sean las simpatías que ejerzan sus representantes.

Denigrar a los kosovares llamándoles mafiosos no me parece la mejor manera de abordar una cuestión tan compleja como interesante. Vuelvo a reiterar que me alegro de la independencia, aunque no sea total, de Kosova y si al PCC de Castro o al PCE de Frutos no les gusta, me parece muy bien, pero del papel jugado por muchos partidos comunistas en diferentes procesos de liberación nacional podemos hablar cualquier otro día, que hay mucha tela que cortar.

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