2022/02/28

Contra todas las guerras

La invasión militar de Ucrania por parte de Rusia es una operación criminal que desprecia cualquier atisbo de humanidad. Por la mente del presidente ruso circulan sus ansias de emperador de todas las Rusias. De alguna forma su decisión de abrir fuego contra Ucrania intenta rememorar la fundación de la gran Rusia zarista. No hay ni una sola razón que justifique la invasión, la peor de todas las opciones. El argumento, made in RT, de que se trata de una operación defensiva ante el peligro de que Ucrania entre en la NATO no se sostiene. No es una operación defensiva, sino un ataque premeditado contra una nación soberana. Otra cosa es que Putin, en su delirio, argumente que Ucrania no existe, sino que la inventó Lenin precisamente para debilitar a Rusia.

Foto: http://dotb.eus

La condena sin fisuras de la operación contra Ucrania no debe hacernos olvidar que hay más guerras en el mundo y que el rechazo a esta debe ir acompañado del rechazo de todas ellas, sin excepción. El lema de "No a la Guerra" hay que declinarlo en plural con un nítido "No a las guerras", que entronque con las tradiciones más sanas del internacionalismo proletario. La clase obrera no debe servir de carne de cañón para las disputas de las potencias imperiales de turno, en este caso de Estados Unidos/UE versus Federación Rusa. Comunistas y anarquistas defendieron, ante el estallido de la Primera Gran Guerra, el pacifismo revolucionario, la socialdemocracia les traicionó acudiendo al combate entre estados rivales, un combate en el que solo morían trabajadores de uno y otro bando. Los capitalistas nunca han pisado una trinchera, ni se han manchado de barro sus botines de piel. 

2022/02/04

La gran jerigonza

Lo acontecido esta semana en el Congreso español nos remite a lo más chusco de la política. Entre acusaciones de pucherazo y tamayazo, las derechas y las izquierdas fetén se entretienen unas a otras sin solución de continuidad. Al final, la gran operación de apoyo a la clase trabajadora liderada por la comunista Yolanda Díaz ha pasado la prueba gracias a un voto equivocado de un diputado del PP, para más inri acusado de corrupción en su época de alcalde de Trujillo. La anunciada derogación de la reforma laboral decretada por Mariano Rajoy y Fátima Bañez en el 2012, se ha trasmutado en un afeitado, como aquel que se hacía a la reses bravas para tener contentos a las figuras del toreo. Se limaban las partes más puntiagudas de los cuernos y asunto concluido.

Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Foto: El Plural


La oportunidad de acabar con un mercado laboral presidido por la precariedad, la temporalidad y la barra libre para el empresario, se ha vuelto a perder gracias al papelón de la ministra de Trabajo, bien arropada en esta ocasión por los sindicatos del régimen y la patronal. Esta última advirtió que si se tocaba una coma del texto acordado rompía el pacto y así ha sido. No se ha tocado una coma, es verdad, pero el decreto-ley ha salido adelante con los votos de los partidos del Gobierno, la supuesta izquierda, y de partidos conservadores como Ciudadanos, PDCat, PRC o Coalición Canaria. Para ser una reforma de izquierdas no está mal la cantidad de tontos útiles reunida para la ocasión.