Asistimos en estos días a un remedo de debate sobre la plenitud de la "democracia española", es decir, sobre si la tal democracia es plena o no. Lo curioso es que la duda metafísica sobre dicha plenitud sale de la boca de todo un vicepresidente del Gobierno. Que la mentada democracia fuera criticada por un anarquista o un radical comunista no sería noticia, pero que lo haga un destacado miembro del Gobierno resulta chocante.
Amaia Merino, Enrique Santiago, Irene Montero, Pablo Iglesias y Miguel Angel Llamas. Foto: @PabloIglesias |
El profesor José Luis Villacañas lo rebate en una entrevista publicada hoy. En ella dice que lo que debe de hacer el vicepresidente es utilizar su poder para cambiar lo que de defectuoso tenga esa democracia. La política a base de declaraciones y gestos tiene poco recorrido. Lo que se necesita son hechos.