De un tiempo a esta parte se vienen lanzando mensajes ambiguos sobre la unidad de acción de la izquierda en el Estado español. Desde las filas de Unidas Podemos se ha articulado un discurso en torno a la llegada del lobo, es decir de un gobierno del PP con Vox, que sería la hecatombe general para las fuerzas "progresistas" de ese ámbito estatal. Se agita el espantajo del regreso de la ultraderecha, que nunca se había ido, para convencer a los incautos de que la única opción posible es seguir apoyando, mal que bien, a un gobierno dirigido por el PSOE, y apoyado por Unidas Podemos y la izquierda "periférica". Nada nuevo bajo el sol.
Pedro Sánchez. Foto: lamoncloa.gob.es |
Los teóricos de esta especie de compromiso histórico a la española no dicen nada de la salida democrática a ofrecer a las naciones que conviven bajo el yugo del Estado español, léase al menos Euskal Herria, Catalunya y Galiza (el caso de Canarias y Andalucía habría que verlo). El esquema es burdo, apóyame tú que si no te va a destrozar la derecha extrema. Y la pregunta que debe hacerse es si PSOE y Podemos-PCE tienen alguna credibilidad al respecto, que yo creo que no.