Ahora que todos los medios de comunicación están centrados en dar la tabarra sobre la investidura de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, convendría escribir algunas líneas sobre este centenario partido político. Un partido que presume de progresista y avanzado, pero que forma parte de la columna vertebral del Estado español desde hace demasiados años.
Si hablamos con propiedad, el Partido Socialista Obrero Español que hoy conocemos es una organización moderna, que se configuró como tal en el famoso congreso de Suresnes, a las afueras de París, en octubre 1974. En esa asamblea tomó el mando el grupo de Felipe González y Alfonso Guerra, quedando orillado el partido histórico que comandaba Rodolfo Llopis desde el exilio de Toulouse y que era fiel a la República.