2016/06/29

Erosión electoral

La última cita electoral para el Parlamento español ha confirmado la tendencia a la baja que arrastraba desde las últimas elecciones municipales y forales la plataforma electoral de la izquierda abertzale, Euskal Herria Bildu, Si el 20 de diciembre cosechó 219.125 apoyos, ahora se ha quedado en los 184.092. Pero lo que es más significativo, ha sido la quinta fuerza electoral en Araba y Bizkaia, la cuarta en Nafarroa Garaia y la tercera en Gipuzkoa, donde hace poco era primera. En las elecciones forales de mayo de 2015, a las Juntas Generales en los territorios occidentales y al Parlamento navarro respectivamente, la coalición logró un total de 290.597 papeletas. Por lo tanto, en apenas un año, habrían dejado de apoyar las listas de EH Bildu un total de 106.505 personas, más de un tercio de la cifra global de aquellos comicios de 2015.


Cartel electoral de EH Bildu.
Si volvemos la vista un poco más atrás, hasta el año 2011, nos encontraremos con diferencias aún más notables. Era otro momento político, en plena efervescencia por la legalización y con la perspectiva de un final dialogado del conflicto político en sus expresiones violentas. Sin embargo conviene anotar que en el mes de mayo, en los comicios forales de juntas y parlamento navarro, los apoyos a la entonces Bildu ascendieron hasta los 316.189 votos, mientras que unos meses más tarde, en noviembre, la coalición Amaiur al Congreso español obtuvo un total de 334.678 votos. Si descontamos los logrados por EHB este pasado 26 de junio, nos dará una diferencia de 150.586 papeletas. En aquella ocasión fueron siete escaños, ahora tan solo son dos.

2016/06/20

Afectos y desapegos

A pocos días de los segundos comicios estatales en seis meses, tras el fracaso del 20D, recibo en mi buzón electrónico un e-mail firmado por el profesor de la University of Western Ontario (UWO), el analista social y colaborador de la revista científica Psycho-Social Features, Sterling McGray. El profesor se ocupa en estos meses en la profundización de un estudio sobre conflictos identitarios en zonas de riesgo como Ucrania y los paises de la antigua Yugoeslavia. Su dedicación principal no le impide seguir el proceso soberanista vasco, aunque sea desde la distancia.
"Hace ya un año de mi última misiva y lo cierto es que la preocupación que en ella mostraba, se ha ido acrecentado mientras observaba el desarrollo de los acontecimientos. No sé si alguien se esperaba los cambios que se están produciendo en el mapa electoral vasco, pero yo desde luego no los hubiera aventurado. Debe resultar frustrante para cualquier simpatizante de la izquierda soberanista contemplar la irrupción de un fenómeno nuevo que se hace en muy poco tiempo con una buena parte de los votos de ésta. Es cierto que el asunto afecta a todo el Estado, especialmente a Catalunya y Galicia, pero que ocurriese en el País Vasco no entraba dentro de mis previsiones, ni en la de muchos de los colegas que he consultado estos últimos meses".

2016/06/07

El bucle eterno

A estas alturas del siglo XXI resulta descorazonador tener que volver a escribir sobre el bucle eterno en el que se desenvuelve la política vasca desde principios de los años cincuenta de la pasada centuria. Fue en aquella época cuando un pequeño grupo de estudiantes de Bilbao y Donostia empezaron a trazar un camino propio en la lucha de liberación nacional de Euskal Herria, un camino ajeno al trazado hasta entonces por el PNV.

A partir de ese momento se ha tejido una nube de organizaciones políticas, sociales y sindicales que han intentado llevar a buen puerto una estrategia propia, en la que se han producido evidentes errores. Pero no vamos a hablar hoy de ellos, sino del mencionado bucle. Porque dentro de esa nube siempre ha existido una esquizofrenia política entre quienes han priorizado los intentos de acuerdos con el PNV y quienes han considerado que no se daban las condiciones para esa entente. De hecho, decían estos últimos, si el histórico partido jeltzale hubiera amparado debidamente una verdadera resistencia vasca ante el franquismo, nunca hubiera surgido una alternativa como la que en su día se fraguó en torno a la organización clandestina ETA.