Llevaba tiempo dándole vueltas a este tema y por fin me pongo a ello. Detesto el lenguaje políticamente correcto, en general, y el que se refiere a la cuestión política, en particular. La razón básica es que disminuye la claridad expositiva, confunde y embarulla. Por lo tanto resulta mucho más práctico llamar a las cosas por su nombre.
Por ejemplo, en los últimos años se ha puesto de moda el término "derecho a decidir" aplicado en diferentes campos de juego. Así, en abstracto, es un concepto con el que nadie puede estar en desacuerdo. El problema surge cuando se intenta concretar, cuando hay que determinar qué es lo que se decide y, sobre todo, quién lo decide. Ahí reside el meollo de la cuestión.
2017/05/30
2017/05/18
Vuelta al principio
El caminante, maduro pero aún en forma, sabe que en varias encrucijadas de su recorrido se ha confundido. Que en la duda, ha optado por varios atajos equivocados, lo que le ha alejado del objetivo último de su travesía. Sabedor de sus limitaciones, se detiene al borde del camino en busca de una sombra junto a un arroyo, que le permita tomar aire, refrescarse y descansar, sentado sobre un viejo tronco de haya. En ese apartado rincón, tras reflexionar durante un buen tiempo, decidirá volver al punto de partida para poder recorrer de nuevo el camino, esta vez acertando en cada encrucijada que se le presente. Volver al origen y a los principios, a un mismo tiempo.
Esta es la metáfora que se podría aplicar al proceso de construcción nacional y social emprendido por un grupo de jóvenes estudiantes preocupados por su país a finales de los años cincuenta del siglo pasado. Más de medio siglo después hay que volver a empezar. No se trata de partir de cero, porque durante el trayecto se han construido herramientas políticas y sociales que cabe aprovechar, pero hay que utilizarlas de otra manera, con otra perspectiva, y sobre todo, con otro talante.
Esta es la metáfora que se podría aplicar al proceso de construcción nacional y social emprendido por un grupo de jóvenes estudiantes preocupados por su país a finales de los años cincuenta del siglo pasado. Más de medio siglo después hay que volver a empezar. No se trata de partir de cero, porque durante el trayecto se han construido herramientas políticas y sociales que cabe aprovechar, pero hay que utilizarlas de otra manera, con otra perspectiva, y sobre todo, con otro talante.
2017/05/09
Desconexión
Llevo semanas sin escribir en este pequeño rincón de internet, a la espera de que algún acontecimiento me inspire unas líneas que merezcan la pena ser escritas. Han habido nuevas consultas populares en pueblos del país, con una participación del 25%, que no es desdeñable pero tampoco para tirar cohetes. El PNV ha apuntalado los presupuestos del Reino de España, en otro alarde de independentismo con seny. EH Bildu ha acertado al protestar, pero no renunciará a seguir intentando grandes acuerdos de país con quienes sostienen al PP más corrupto y más cruel con los presos.
Marine Le Pen no ocupará el palacio del Elíseo. La V República celebrará un nuevo 14 de julio sin mayores sobresaltos, el joven liberal Macron es la gran esperanza blanca de derechas e izquierdas difusas. El NPA del cartero Olivier Besancenot y del obrero Philippe Poutou ha conseguido un 1% en la primera vuelta de las presidenciales (394.582 apoyos) y Nathalie Arthaud, de Lucha Obrera, algo menos (232.428). Esa es la referencia de la auténtica izquierda, poco más de medio millón de votos. La llamada Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon es otra cosa, muchas banderas republicanas y pocas rojas. Mucha Francia para cosa buena. Seguiremos esperando la oportunidad de influir, sin renunciar a un verdadero cambio social.
Marine Le Pen no ocupará el palacio del Elíseo. La V República celebrará un nuevo 14 de julio sin mayores sobresaltos, el joven liberal Macron es la gran esperanza blanca de derechas e izquierdas difusas. El NPA del cartero Olivier Besancenot y del obrero Philippe Poutou ha conseguido un 1% en la primera vuelta de las presidenciales (394.582 apoyos) y Nathalie Arthaud, de Lucha Obrera, algo menos (232.428). Esa es la referencia de la auténtica izquierda, poco más de medio millón de votos. La llamada Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon es otra cosa, muchas banderas republicanas y pocas rojas. Mucha Francia para cosa buena. Seguiremos esperando la oportunidad de influir, sin renunciar a un verdadero cambio social.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)