Cualquier persona corriente optaría por tomarse un descanso tras ejercer 12 años como lehendakari de la CAPV. Pero Iñigo Urkullu no es una persona corriente y estima que la huella dejada en Ajuria Enea entre 2012 y 2024 no es lo suficientemente grande como para cubrir su dilatado ego. En la reciente presentación de su fundación eAtlantic negó que la nueva entidad respondiese a un afán de notoriedad personal, pero casi nadie se creyó sus palabras. Es tan evidente que huelgan más explicaciones, Como no pudo repetir de lehendakari se ha hecho lobbysta.
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Iñigo Urkullu, presidente de eAtlantic Fundazioa. Foto: EiTB |
Apartado del poder autonómico por decisión de su amigo Andoni Ortuzar, a Urkullu le ha faltado tiempo para volver a la primera línea informativa gracias a la fundación que preside. Una entidad que pretende trabajar como lobby en Europa para defender los intereses de las regiones de la fachada atlántica, leáse Oporto, Galicia, Asturias, Cantabria, Burgos, la CAPV, Nafarroa y Aquitania,