2020/09/14

Creencias

Estamos atravesando una crisis sistémica producida por un bichito insignificante. Un shock que debería hacernos reflexionar sobre la pequeñez del ser humano en este universo infinito que nos ha tocado en suerte. Somos tan poca cosa que cualquier debilidad nos pone en un serio peligro. Pero de todos modos, seguimos erre que erre, como si nada hubiera sucedido. Continuamos viendo el Tour, las regatas o el partido de fútbol del equipo preferido, como si tal cosa.

Y aunque cada día sabemos algún detalle más sobre la covid19, lo cierto es que es mucho más lo que desconocemos de ella. Apenas si sabemos de su existencia, de su mortalidad y poco más. Los científicos salen todos los días en los medios dando explicaciones, pero en realidad caminan sobre un terreno pantanoso, lleno de trampas, por el que resulta muy difícil avanzar. Todas las esperanzas están puestas en las vacunas, una pócima milagrosa que acabará con el bichito. Pero aunque así sea y resulten efectivas, es muy complicado que lleguen a tiempo para evitar la infección de cientos de miles de personas en todo el planeta.