Los análisis demasiado apresurados, como las encuestas a pie de urna, suelen resultar erróneos. Es conveniente dejar pasar unos días para examinar con detenimiento la situación o el suceso a analizar. Las recientes elecciones en el Reino Unido, y en especial lo acontecido en la nación escocesa, son un buen campo para sacar conclusiones.
Resulta curioso como desde medios soberanistas se pone el foco sobre determinados procesos cuando estos viven una ebullición secesionista y se aparta bruscamente cuando los resultados no son tan excitantes y llega el reflujo. Es un fenómeno que me preocupa, porque conduce al error de cálculo y, en definitiva, al fracaso. Ha pasado con Quebec, tan en boga años atrás y tan olvidada en la actualidad. ¿El motivo? El partido que aboga por la separación de Canadá no atraviesa su mejor momento electoral.