2010/12/31

Un Estado que tortura no es de derecho

La sentencia de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa que condena a cuatro guardias civiles a penas mínimas de cárcel e inhabilitación es totalmente insuficiente, como dirían los defensores del Estado de derecho que protege a los torturadores en el 99% de los casos. Es tal la evidencia de que la práctica de los malos tratos y la tortura anida en los aparatos cohercitivos del Estado, que éste, por medio del poder judicial, debe hacer de vez en cuando una pequeña sangría para que la pústula no hieda demasiado. Es lo que ha ocurrido en el caso de los activistas Igor Portu y Mattin Sarasola.

Muchos de quienes se llenan la boca con exigencias de condena de la violencia de una parte, permanecen mudos ante semejante abuso y pierden la poca legitimidad que poseían. Después de tantos años, de muertes crueles en comisaría como la de Joseba Arregi, de heridos, de hospitalizaciones, de horrores sin fin, seguimos  igual. Desgraciadamente vuelve a la memoria de los vascos el nombre del torturador por antonomasia, Melitón Manzanas, y sólo de imaginar lo que tuvieron que sufrir Sarasola y Portu en aquel paraje boscoso, aislados del mundo y rodeados de uniformes, se le hiela a uno la respiración.

En el colmo de la desvergüenza, el consejero de Gobernación del Gobierno de Lakua, Rodolfo Ares, se atreve a declarar que la sentencia demuestra "el buen funcionamiento del Estado de derecho". Frase que raya en la apología de la tortura y que muestra la escasa condición humana de quien la pronuncia. En todo caso estaremos hablando del Estado torturador de derecho, un Estado denunciado año tras año por los organismos internacionales de derechos humanos, que hace caso omiso de las denuncias y protege, como protegió a Galindo, a los torturadores y sus abominables prácticas.

Volviendo a la sentencia, es importante por inusual, porque desmonta el mantra gubernamental del uso del "Manual terrorista para denunciar torturas" y pone al Estado frente al espejo que proclama que quien utiliza un manual, pero para mentir y proteger a los torturadores, no es otro que el ministro de la Gobernación español. Sin embargo, la sentencia es recurrible ante el Tribunal Supremo, por lo que me temo que el castigo, leve pero castigo al fin y al cabo, que ha acordado la Audiencia de Gipuzkoa contra cuatro de los guardias implicados en los hechos, puede quedar en casi nada en esa nueva instancia judicial. No sería la primera vez. De las medidas para impedir que se vuelvan a producir las prácticas ahora condenadas no escribo. Nunca se pondrán en marcha, porque la razón de Estado está muy por encima de los derechos humanos.

Finalizo con una reflexión de cara al futuro. Son muchos los agentes y ciudadanos, vascos e internacionales, que exigen a ETA una declaración de tregua unilateral, permanente y verificable, como prueba de su voluntad para un abandono definitivo de la actividad armada. Me uno a esa exigencia, pero les recuerdo a todos ellos que también hay que exigir al Estado español pruebas de su voluntad de respetar los derechos humanos de todos los ciudadanos, especialmente de los presos políticos vascos, tanto en sus comisarías como en sus cárceles.


Beste iritziak:

2010/12/22

Postal de Navidad

Campus de la UWO, en London (Ontario)
Después de un año sin tener noticias de él, lo que menos me esperaba en estas fechas navideñas era recibir una postal desde London (Ontario) del profesor y eminente experto en conductas psico-sociales Sterling McGray. El profesor, como me indica en su amable misiva, ha retomado su monumental estudio sobre la "Viabilidad de la independencia de Escocia del Reino Unido", interrumpido por varias circunstancias adversas, entre ellas una delicada operación de rodilla, de la que parece estar totalmente recuperado. El voluminoso estudio, que se halla aún lejos de su fase conclusiva, promete.

Sin embargo, lo que más me interesa de la postal no es la felicitación navideña, sino lo que me pueda aclarar, desde la lejanía, sobre la situación vasca, que el profesor McGray observa con detenimiento desde hace varios años. Desde el último contacto mantenido con el australiano han pasado unas cuantas cosas por aquí y su opinión siempre es tenida en cuenta en esta página. Extraigo un párrafo de la misma.

"La Declaración de Bruselas, coordinada por Mr. Currin, me despejó ciertas dudas que guardaba, tras lo ocurrido en anteriores intentonas. El nivel de los firmantes es grande y no quiero pensar que se hayan adherido por simple empatía, sino que manejan información de primera mano sobre las intenciones últimas de la organización ETA".
No es mucho lo que dice, pero al menos confirma que en sitios tan alejados de Euskal Herria, como Ontario, se siguen los acontecimientos con bastante detalle. En su anterior e-mail, McGray era muy crítico con las posturas del PSOE y el PNV, y lanzaba también alguna andanada contra la izquierda independentista, a la que pedía una mayor audacia. Su opinión ha evolucionado en estos meses.

"Debo reconocer que el sector que más está sumando al proceso es la izquierda independentista, ex Batasuna, ya que ha dado importantes pasos, pese a que las operaciones represivas empujadas por Mr. Rubalcaba no han cesado en todo este tiempo. Es una gran torpeza que el Gobierno del Reino de España (sic) continúe en la misma dinámica de hace un año, cuando encarceló a algunos de los dirigentes independentistas, entre ellos a Mr. Otegi. Aprovecho la ocasión para pedir su inmediata puesta en libertad,  así como la de todos sus compañeros apresados".

McGray no es amigo de insultos ni improperios, pero es capaz de mandar algunos recados sin herir susceptibilidades.

"Lo que menos entiendo es el papel de ciertos outsiders, como el alcalde de Donostia, que no es capaz de hacer de contrapeso a los sectores más inmovilistas de su partido. Elorza, y otros de su cuerda, saben perfectamente lo mucho que está en juego, pero se les ve paralizados por el orden impuesto desde Madrid. Tan solo el señor Eguiguren parece ir por libre, pero estimo que no es tomado demasiado en serio. En el PNV ocurre algo parecido, ya que los hombres más sensibles al soberanismo, como Ibarretxe o Egibar, no acaban de forzar una postura más inteligente del conjunto del partido, que sigue a pies juntillas los dictados de la Moncloa".
La carta, que viene fechada el día 15, no entra a valorar la posibilidad de un nuevo comunicado de la organización ETA, ni por supuesto del robo de material informático de que se le acusa estos días. Lo que sí hace es poner un poquito de cordura ante tanta especulación.

"Me imagino que por ahí estará todo el mundo a la espera de la nueva comunicación de ETA, y que habrá incluso quien la califique de "irrelevante" o "despreciable" antes de conocer su contenido. Es lo que pasa en una situación marcada por una democracia de baja calidad, en la que la falta de responsabilidad afecta por igual a la clase política y a la periodística. Mejor harían algunos medios de comunicación en dedicar algo de espacio a las más de sesenta denuncias por torturas que se han realizado durante el año que ahora concluye. Eso sí que sería una aportación relevante y apreciable por su parte".
Para terminar, Sterling McGray, me desea un feliz 2010 y me promete estar más en contacto durante el próximo año. El profesor cree que sus tareas en el departamento de Geografía de la Facultad de Ciencias Sociales de la University of Western Ontario (UWO), en London, le serán más llevaderas a partir del mes de marzo, por razones internas. Esa circunstancia posibilitará que pueda seguir con más intensidad lo que pasa en Euskal Herria. Estaremos a la espera de sus nuevas aportaciones.

2010/12/14

La mala reputación

Resulta que gracias a WikiLeaks sabemos que lo que todos sospechábamos era cierto. Desde las fiestas privadas de Berlusconi a las presiones para hacer negocios con Irán. Cualquier observador atento lo intuía. No tenía pruebas, pero aplicando la lógica de las cosas a dos o tres informaciones parciales llevaba al resultado requerido. A partir de ahora ni siquiera va a ser necesario ese mínimo ejercicio de lógica, bastará con ir leyendo los cables de WikiLeaks para confirmar las sospechas. La mala reputación que cantara Brassens estaba muy bien ganada.

Graham Greene ya dejo algo escrito sobre el papel relevante de los embajadores USA en aquellas naciones en las que estaban destinados. Un papel que no se limitaba a informar a sus superiores de las andanzas de ministros y políticos de la oposición. El papel en la obra era mucho más lucído. Incluso llegaban a convencer a un alto mando del Banco de España para que recabase información sobre las actividades de empresas privadas en países integrantes del eje del mal como la antigua Persia. Y lo más patético es que el subgobernador realizaba el trabajo sucio sin inmutarse.

Es enternecedor comprobar por los cables que el ex ministro Moratinos vendió a Marruecos la idea de una autonomía para el Sahara como la de Catalunya. No sabemos si en el paquete se incluía el nuevo estatuto cepillado, el recurso del PP y la indecente resolución del TC. Da igual. Lo importante es saber de primera mano que el Gobierno español del PSOE lleva ya muchos años traicionando el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Y lo va a seguir haciendo, que no se asuste el monarca marroqui. El peligro de arrepentimiento no se contempla.

Lo que es una verdadera pena es no haber tenido a WikiLeaks unos cuantos años antes. Por ejemplo, hubiese sido fantástica una filtración de los cables de la embajada en Madrid en 1975, con Franco agonizando y Hassan II montando la marcha verde. O incluso en 1973, para saber por WikiLeaks qué pensaba el embajador sobre el vuelo de Carrero. Tampoco hubiera sido aburrido conocer los cables remitidos a Washington en los tiempos de la UCD de Suárez. Saber qué se decía en ellos de los atentados del BVE o la Triple A y, ¿por qué no? de la escisión en la UCD navarra de la mano de Aizpún, que posibilitó la ruptura de un preautonómico a cuatro e inició la separación de Hego Euskal Herria en dos comunidades. O mirar si existían cables sobre Gabriel Urralburu y su sucesor Javier Otano. Lo que nos ibamos a reír.

Tantos años oscuros, repletos de secretos de Estado, podrían aflorar a la luz, simplemente para certificar que todo aquello que intuíamos era cierto y que incluso se llegaba mucho más lejos de lo que el ciudadano de a pie sospechaba. Se quejan, doloridos, los políticos, de la mala fama que arrastran en tabernas y peluquerías. Debieran estar contentos, porque lo que han escuchado sobre ellos hasta ahora no sería nada de ponerse en marcha un WikiLeaks retroactivo por lo civil y por lo militar.

2010/12/01

Lecciones catalanas

Josep Antoni Duran i LLleida y Artur Mas (CiU).
Los recientes comicios autónomicos en el Principat dan suficiente materia como para hacer varios post, pero nos conformaremos con éste. En primer lugar conviene subrayar que la participación, se mire como se mire, ha sido baja, del 60%, lo que quiere decir que un 40% de los catalanes que poseen derecho a voto han renunciado a ejercerlo. La fotografía que ofrecen los resultados es, por lo tanto, borrosa, ya que no refleja la opinión de 4 de cada 10 miembros del censo electoral.

Dicho esto, la primera gran conclusión que se puede sacar es que, tras más de 30 años de autonomía, la opción dominante sigue siendo CiU, una federación de partidos nacionalistas, conservadores en lo socio-económico y tibios en lo nacional. Que nadie sueñe con consultas soberanistas de la mano de Artur Mas y Duran i Lleida. Estos dos están en otra cosa, en su concierto, en sus negocios, en su tres por ciento. Es lamentable que los casos de corrupción que han protagonizado altos responsables de CiU, con claras sospechas de financiación ilegal, hayan sido ignorados por los votantes.

¿Qué se desprende de este resultado de CiU, 1.200.000 sufragios, cercano a la mayoría absoluta? Pues que las fuerzas soberanistas y/o independentistas deben ponerse las pilas, aunar esfuerzos y ofrecer una alternativa creíble al electorado. La disgregación de opciones ha sido espectacular, con cuatro marcas electorales y otra no participativa en los comicios: ERC, SI, R.cat y Des de baix, más la opción de las CUP, que no se presentaron.  Para simplificar, si sumamos  los votos obtenidos por las tres candidaturas independentistas, se sitúan en los 360.000, algo por debajo de los 384.000 del Partido Popular, a los que habría que añadir los 105.000 de Ciutadans. Por lo tanto, la fiebre independentista que algunos, en Euskal Herria, habían saludado con alborozo, se ha quedado en espejismo. Los referendums y la manifestación gigante no se han visto muy reflejados en los resultados. Un detalle para la reflexión, la extremista de derecha PlatafomaxCatalunya, de Josep Anglada, ha obtenido 75.000 votos, casi el doble que Reagrupament.cat de Carretero, que no llegó a los 40.000

La debacle de Esquerra, partido que acostumbra a zigzaguear en demasía, era esperable. La disputa entre Laporta y Carretero la ganó el ex presidente del Barça, por su tirón mediático, ya que programa no llevaba. Además, estas dos propuestas cojean de forma clamorosa en lo social. Falta por ver en que se concreta la estrategia de base de las CUP, que intentarán sacar la cabeza en las próximas municipales, su terreno favorito.

Leo en la prensa digital que están surgiendo ya propuestas de agrupamientos independentistas, catalanistas, de izquierdas, así como refundaciones varias. Es hora de reflexionar sobre la estrategia a seguir. Sobran divisiones, sobran personalismos y falta pragmatismo.Pero en todo caso serán los propios catalanes los que tendrán que abrir su puerta a la soberanía.

Postdata: No es mi intención realizar comparaciones con la situación vasca. Ahora bien, si la izquierda independentista pretende que la hegemonía en el campo abertzale cambie de manos, debe hacer los deberes, agrupándose en torno a un programa que atraiga a la mayoría social de este país. Por aquí no se dan los personalismos que se ven en Catalunya, pero la división es muy parecida. Habrá que ir desbrozando el camino, sino de la unión perfecta, sí de la unidad más amplia posible.

2010/11/28

¿Se lo creerán ahora?

Imagen del acto de Iruñea del día 27.

La comparecencia este sábado en nuestra capital de 300 militantes independentistas para anunciar un nuevo proyecto organizativo, que asumirá el marco legal existente en el Estado español, tiene una significación histórica. Soy un declarado enemigo del abuso de este calificativo para cualquier acontecimiento político, social o deportivo, pero en este caso el 27 de noviembre entrará en la cronología de Euskal Herria con letras en negrita.

No se trata de un momento mágico, ni de una escenificación teatral, sino de un paso decisivo en el desarrollo de un proceso que deberá culminar con la configuración de un bloque soberanista que dispute la hegemonía política de este país al PNV, al PSOE y al tándem PP-UPN. Para lograr ese objetivo es necesaria la acumulación de fuerzas y la suma de voluntades de todos aquellos agentes y  ciudadanos de a pie que coinciden en la defensa del derecho a la independencia. Para obtener esa suma es condición básica la utilización exclusiva de vías políticas y democráticas, por supuesto no violentas. En eso está el conjunto de la izquierda independentista, y bien lo saben sus adversarios políticos.

Tiempo habrá para valorar con mayor detenimiento el contenido íntegro del documento presentado en Iruñea. Por ahora basta con señalar que se trata de un paso de carácter unilateral e irrevocable, que deberá acallar todas aquellas voces que siguen pronunciando el latiguillo de "insuficiente" ante todos y cada uno de los movimientos que está protagonizando la izquierda independentista.

Lo que ha dicho ésta se encuentra ya negro sobre blanco y no da pábulo a la ambigüedad. Solamente el que no quiera leer lo que se ha escrito puede sacar conclusiones erróneas. Otra cosa muy diferente es que haya agentes y medios que no estén dispuestos a aceptar lo que está ocurriendo delante de sus narices. Ese será su problema.

Las reacciones obtenidas por la declaración han sido las esperadas. La doble cara del PNV mediante el reparto de papeles entre Urkullu y Egibar. La diferenciación de matiz entre Rubalcaba y Ares y el rechazo despreciativo del PP o UPN. Sin embargo se notan avances en formaciones como CDN o EB-IU, un claro apoyo en Lokarri o la petición de legalización de los signatarios de Gernika como Aralar, Alternatiba y Eusko Alkartasuna. Sigue habiendo resistencias, pero son menos que las que había hace unos meses, lo que significa que la izquierda independentista está trabajando con seriedad, sin prisas pero sin pausas.

Algún lector dirá: Todo esto que cuentas está muy bien, pero ¿qué pasa con ETA? La organización clandestina ha reiterado su voluntad de atender las demandas del Grupo de Bruselas sobre una tregua idenfinida, unilateral y verificable, pero hasta el momento no ha hecho pública sub decisión. El Acuerdo de Gernika también ha emplazado a la organización en el mismo sentido. Por otro lado, el cese de actividades ofensivas continúa, pese a algunas denuncias sobre cartas a empresarios en demanda del llamado impuesto revolucionario.No podemos esconder que hay mucha gente a la espera de su posicionamiento.

En ese sentido conviene recordar que, como ha reiterado en diversas ocasiones el portavoz independentista Rufi Etxeberria, las decisiones tomadas por la izquierda abertzale incumben a todo el conjunto de la misma. La organización clandestina lo sabe y actuará en consecuencia. Al tiempo.

Dokumentazioa:


Beste iritziak:

2010/11/22

Un pequeño destello

Rosa Rodero y Cristina Sagarzazu, en la última fila de la foto.
El acto de homenaje celebrado el pasado sábado en el parque Amezola de Bilbao en memoria de los dirigentes de la izquierda abertzale Santiago Brouard y Josu Muguruza contó con la inesperada presencia de dos viudas de ertzainas muertos por acciones reivindicadas en su momento por la organización clandestina ETA. Rosa Rodero, viuda de Joseba Goikoetxea, y Cristina Sagarzazu, viuda de Montxo Doral, estuvieron acompañadas de Uxue Retolaza, viuda del burukide jeltzale Gorka Agirre.

Probablemente se trate de un hecho casual, tal vez favorecido por la relación que las dos mujeres mantienen con la hija de Brouard, Edurne, con la que han participado en algunos foros y debates. En todo caso es un destello de esperanza que no debería caer en saco roto. Todavía falta mucho recorrido para que en este país se pueda atisbar algo parecido a una reconciliación, que muchos despreciarán, posiblemente con argumentos respetables.

No estamos hablando de equiparar a unos con otros, ni de hacer tabla rasa de la ideología de cada cual. Tampoco de forzar situaciones que a día de hoy siguen siendo embarazosas para la gran mayoría de los que nos hemos decantado por uno u otro rumbo hace ya muchos años, quizás demasiados.

Este breve comentario tan sólo pretende destacar el gesto y acogerlo como un acto positivo. Rosa y Cristina han sido valientes al realizarlo. Edurne también, al facilitar que el destello se haya podido producir. Dicho queda.



Beste iritziak:


2010/11/18

Un rincón de sol en la cabeza

[Texto recogido de procesodepaz.org, blog de Lokarri]

Me piden una nueva entrada para este blog y mi primera reacción es la pereza. ¿Puedo decir algo nuevo sobre el “proceso de paz”? ¿Acaso sobre el proceso? ¿Tal vez sobre la paz? Contestó a la amable petición de María dándome un respiro de dos o tres semanas, y sigo con mis cosas.

Pocos días después la primera página de “El País” me llama la atención en la estantería de una gasolinera. Contra mi costumbre, compró el diario y leo la larga entrevista que Juan José Millás le ha realizado en el AVE a Felipe González Márquez, ex presidente del Gobierno de España (1982-1996). Un escalofrío recorre mi espalda al leer y releer las frases que tienen que ver con la guerra sucia, los GAL y los elogios a sus colaboradores más cercanos en la tarea: Barrionuevo, Vera, Galindo. ¿Cómo es posible que este hombre se atreva a decir lo que dice y ni siquiera se le mude la sonrisa?

A estas alturas doy por hecho que la entrevista es conocida por quien esto lea. Me ahorro el trabajo de repetir las truculencias que de ella se desprenden. El reconocimiento de que el Estado español mantenía sobre la mesa la opción de ordenar ejecuciones extrajudiciales para acabar con la vida de personas, por muy “terroristas” que estas fueran. El presidente elegido por el voto popular actuando como lo haría el personaje de Al Pacino en “El padrino”, ni más, ni menos.

Constatada la doble moral de quienes ejercen el poder, tan sólo nos queda la melancolía. Es cierto que formo parte del amplio grupo de ciudadanos que sospechaba sobre la posible identidad de FG como el señor X de los GAL. Ahora queda desvelado el misterio por las propias palabras del protagonista. Un diseñador de joyas en ratos libres que a sus 68 años ejerce de diplomático europeo de perfil bajo para satisfacer sus ansias de actualidad. ¿Actuará la Fiscalía contra él? Me temo que va a ser que no.

¿Tiene todo esto algo que ver con el incipiente proceso de paz en Euskal Herria? Está claro que sí, aunque fuera indirectamente. FG sospecha, como lo hace su compañero de partido Jesús Eguiguren, que el final de la lucha armada de ETA se acerca. Y ante la próxima apertura de un nuevo escenario político realiza un acto de confesión pública de algunos de sus pecados, confesión que en ningún caso va acompañada del necesario arrepentimiento. González dice aun a día de hoy que no sabe si hizo bien descartando el atentado masivo contra la dirección de ETA. Escasa muestra de moral para quien fue el jefe de los “demócratas” durante catorce largos años.

Pese a todo, es probable que en un breve plazo de tiempo la opción armada de la organización clandestina quede desactivada de forma definitiva. ¿Qué garantías tenemos de que el Estado español desactive al mismo tiempo todas sus opciones violentas en forma de detenciones injustificadas, torturas o cadenas perpetuas? Las palabras de Felipe González no ayudan a la esperanza, sino a todo lo contrario.

A pesar de esa constatación, me gustaría terminar esta pequeña aportación realizando un voto por la ilusión en lo que pronto puede venir a este país. Habrá complicaciones, contradicciones, vueltas y revueltas, pero se dará paso a un nuevo tiempo en el que todos, incluido FG, podamos sentirnos un poco más aliviados. No se trata de crear falsas expectativas, ni de dibujar mundos de fantasía en los que estemos en armonía mística las 24 horas del día. Simplemente recordar que, como dice la canción de Pablo Guerrero, “guardamos un rincón de sol en la cabeza”. Para algunos será muy poco, para mí será suficiente para seguir soñando “en el día en que florezcan fusiles y claveles” sobre este viejo país.

Joxerra Bustillo Kastrexana

2010/11/15

Las tres caras del prisma

Alfredo Pérez Rubalcaba
Cada día que pasa me parece más evidente la estrategia dosificada que ha puesto en marcha el Gobierno de España/PSOE en todo lo concerniente al proceso político vasco. Una estrategia inteligente, adaptada a las difíciles condiciones de un terreno en el que se miden las fuerzas cuatro grandes ideas-fuerza: derecha estatal, izquierda estatal, derecha vasca e izquierda vasca. Una descripción a brocha gorda, pero que se comprende a la primera.

Enfrascados en el día a día de la política, en muchas ocasiones perdemos la visión global de los acontecimientos y tenemos serias dificultades para valorar en su justa medida algunos de los movimientos que se dan sobre el tablero. En definitiva, nos perdemos en el detalle y dejamos a un lado una concepción panorámica de lo que sucede en el territorio que se disputa. Todo lo que escriba a partir de ahora será una mera hipótesis de trabajo, que necesitará el contraste futuro con los acontecimientos que se vayan desarrollando. Lejos de mi intención el abundar en especulaciones sobre fechas y acciones que no está en mi mano adivinar, ni siquiera de forma aproximada.

La idea-fuerza que he denominado más arriba izquierda estatal se compone fundamentalmente de lo que hoy en día son el PSE y el PSN, además de asociaciones satélite y medios de comunicación afines. A ello hemos de añadir un amplio poder temporal, que goza de los gobiernos del Estado y de la CAPV y de un pacto con UPN en la CFN. Unas condiciones muy favorables, en líneas generales, para abordar un proceso de cambio de ciclo con ciertas garantías de éxito. En el lado negativo hay también cuestiones importantes, como la debilidad del Gobierno de España por la crisis económica, el estrecho marcaje que el PP realiza al Gobierno de Patxi López y la subordinación a UPN del Partido Socialista de Navarra.

Descrito el escenario general, paso a describir, a grandes rasgos, la estrategia del Gobierno/PSOE en relación a Euskal Herria. Una estrategia que nace ante la certeza del cambio sustancial que está protagonizando la izquierda abertzale, del que son prueba inequívoca las declaraciones realizadas la pasada semana por Arnaldo Otegi en la Audiencia Nacional: "Rechazamos el uso de la violencia para la imposición de proyectos políticos". Ante semejante constatación, el Gobierno/PSOE ha desplegado un abanico de posturas públicas que se pueden resumir en tres: La de el inmovilismo absoluto, la del algo se mueve pero es insuficiente y, por último, la de ETA ya ha decidido dejarlo.

La primera de las posturas es la que encabeza el ministro de la Gobernación Alfredo Pérez Rubalcaba, que ahora asume más galones en el Gobierno de España. Una postura que insiste una y otra vez en que lo decisivo es que ETA abandone su lucha o la izquierda abertzale se separe de ETA de forma nítida. Esta posición es la que sirve al PSOE para mantener intactas sus relaciones con el PP en materia "antiterrorista", a la vez que frena el ímpetu de las asociaciones de víctimas y foros varios, deseosas de que se les dé un poco de carnaza para saltar a la yugular.   

La postura intermedia, que ve movimientos de fuste en la izquierda abertzale, aunque sean aun insuficientes, es la que preconiza el equipo de editorialistas del diario "El País" y que también asumen algunos de sus columnistas más influyentes, como es el caso de Luis Rodríguez Aizpeolea, persona muy conectada con La Moncloa. Esta misma postura estaría defendida por el diario "Público", con ciertos matices y por alguno de sus columnistas, así como por el periodista de "El Confidencial" Carlos Fonseca. La última incorporación es la del juez Baltasar Garzón, que la expone en un largo artículo publicado en el diario de Prisa.


La tercera postura, que da por hecha la ciaboga política de la izquierda abertzale, está encabezada por el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y en menor medida por el alcalde de Donostia, Odón Elorza, así como por otros francotiradores como José Luis Uriz. Se trata de la avanzadilla del PSOE para enviar señales positivas a la izquierda abertzale, a pesar de que pongan en riesgo su propia posición en el partido, En todo caso, ante los ataques sufridos por Eguiguren tras su última entrevista a La Sexta, hasta el mismo Zapatero ha salido en su apoyo. Hecho que viene a demostrar la ligazón existente entre las tres posiciones. Aizpeolea también lo ha defendido con contundencia por escrito.

Por supuesto que entre estas tres grandes posturas se dan líneas de conexión, como las realizadas por Rodríguez Zapatero, cuando declaró que los movimientos de la izquierda abertzale "no iban a ser en balde", lo que le sitúa a caballo entre la postura dos y la tres, para luego matizarlo por medio de su vocero Aizpeolea en una columna en "El País".


¿A dónde quiero llegar con todo esto? Es muy sencillo. La conclusión es que todas estos posicionamientos tácticos responden a una misma estrategia, que pretende aprovechar la oportunidad que se ha abierto sin dejar espacios libres para una política de rechazo frontal por parte del PP y sus entornos mediáticos. El margen de maniobra del Gobierno/PSOE es muy limitado, en buena parte por sus propios errores y contradiciones, y la única manera que han visto de eludir el problema e intentar avanzar, ha sido la de diseñar una compleja estrategia en la que cada personaje de la obra siga sin vacilación el papel que le marca el guión previamente escrito por el autor, que no sería otro que Alfredo Pérez Rubalcaba. Las tres caras del mismo prisma.



Beste iritziak:

2010/11/12

Tú condena, que yo lamento

La diferente vara de medir utilizada por el Gobierno del PSOE ha quedado demostrada con su negativa a "condenar" los sucesos acaecidos en el Sáhara Occidental, en los que, al parecer, ha sido muerto un ciudadano de nacionalidad española, además de varias decenas de ciudadanos saharauis. La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, considera que los hechos no han sido debidamente aclarados para poder emitir la correspondiente condena, añadiendo que su Gobierno intenta preservar sus relaciones con el Estado marroquí. Eso sí, se ha cuidado en lamentar los hechos, fórmula sin valor cuando ha sido utilizada por la izquierda abertzale con ocasión de algún hecho luctuoso.

Estamos cansados de escuchar, desde las instituciones y los medios, que la palabra mágica para que la izquierda abertzale pueda regresar a la vía institucional es "condena". En ese caso parece que los hechos están debidamente aclarados. La mera utilización de ese término permitiría abrir todas las puertas hoy cerradas. Sin embargo, quienes así argumentan, se guardan muy bien de usarla cuando otros intereses se consideran prioritarios. Y nada garantiza qyue una eventual utilización de la misma sería considerada como suficiente, teniendo en cuenta que es el término insuficiente el que domina editoriales y columnas.

Hoy mismo, en la vista oral del juicio contra tres militantes independentistas por el acto de Anoeta en 2004, Arnaldo Otegi ha expresado su rechazo "al uso de la violencia para imponer un proyecto político", definición que viene como un guante a la actitud del Gobierno de Marruecos sobre el pueblo del Sáhara, la que Madrid se niega a condenar. Se trata de una expresión nítida, pero mañana será juzgada como insuficiente por casi todos.

Precisamente, el desarrollo de dicho juicio, ha permitido de nuevo elevar la voz abertzale sobre el ruido que generan los medios afines al Estado. Una vez más se ha podido escuchar, pese a los intentos obstrucionistas del presidente del Tribunal, el calado de la apuesta de la izquierda independentista.Y es que a veces la represión contra este proyecto político puede dar ocasión a que, sea cual sea el fallo, se produzca una victoria de la razón sobre la intransigencia española. Hay que volver a reiterar que la vía represiva no conduce a ningún lado y que, al final, será el pueblo vasco quien decida su futuro en libertad. En ese sentido, Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Joseba Alvarez ya han ganado el juicio.

2010/11/08

FelipeX

Rafael Vera, Felipe González y José Barrionuevo.
A pesar de no haber sido publicada en una revista couché sino en el dominical de "El País", se trata de una entrevista pornográfica en la que Felipe González Márquez, presidente del Gobierno de España desde octubre de 1982 hasta marzo de 1996, se desnuda ante algunas espinosas cuestiones relacionadas con la guerra sucia contra ETA. El titular del diario madrileño ayer domingo lo resume a la perfección: "Tuve que decidir si se volaba a la cúpula de ETA. Dije no. Y no sé si hice lo correcto". Se trata de una confesión que viene a corroborar las viejas sospechas sobre la famosa X de los GAL que nunca se pudo discernir con pruebas en la mano. Pero hay más, ya que González señala que quién dio la orden de liberar a Segundo Marey, secuestrado por el grupo antiterrorista, fue el mismo ministro del Interior español José Barrionuevo, aunque el ex presidente, en un alarde literario, pretende disfrazar el secuestro como una detención. Para terminar de adornar la tarta, González se prodiga en alabanzas sobre sus más fieles esbirros de aquella época sangrienta, en especial del general Rodríguez Galindo, al que exculpa de todos sus pecados.

Catorce años han tenido que pasar para que el personaje que dicen asentó la democracia y la transición española se atreva a desvelar una operación que le compromete con las cloacas del Estado de forma directa. Es cierto que se contesta a sí mismo explicando que no dio autorización para la operación y ni siquiera concreta el año del suceso, pero el simple reconocimiento de que existió el proyecto de colocar una bomba en la vivienda en la que se supone que iban a reunirse los miembros de la dirección de la organización calndestina ETA, confirma lo que tantos hemos sospechado durante tanto tiempo. No hace falta hilar muy fino para deducir que agentes de los servicios secretos, de las diversas fuerzas policiales, del Ministerio del Interior y de la propia fontanería de La Moncloa tuvieron que intervenir, al menos para recabar, analizar y transmitir esa operación, así como para diseñar la acción violenta que acabaría con los militantes cualificados de ETA.

Las palabras de González Márquez no hacen sino corroborar que, al amparo de la Razón de Estado, todo vale. Todo el mundo sabe que las organizaciones armadas clandestinas utilizan la violencia, pero en este caso el Estado "democrático" la utiliza de igual manera y, por tanto se pone a su misma altura. Con el agravante de que quienes propugnan la insurreción no están comprometidos por las leyes del Estado y su entramado institucional y, en cambio, el presidente del Gobierno y sus secuaces sí que lo están. Por lo tanto, y en resumen, que es mucho más grave la utilización de la violencia por parte del Estado que de una organización insurrecta al mismo.

Estamos acostumbrados al discurso del poder en el que se traza una gruesa línea roja entre los que se autodenominan demócratas y los que ellos definen como violentos. Tras la publicación de esta entrevista, desconocemos en que lado de esa imaginaria línea se encuentra el señor González, pero parece que no estaría muy lejos de la de los violentos. Ha esperado a disfrutar de la tranquilidad de sus 68 años para comenzar a hacer públicas sus miserias en su larga etapa de La Moncloa. A mí personalmente me encantaría que nos las siguiese contando, aunque fuera a cuentagotas. 

Beste iritziak:

Sahara askatu! Zabaldu

2010/11/02

¿Escépticos o miedosos?

Iñigo Urkullu y Josu Erkoreka, dirigentes de EAJ-PNV
Nos llega por varios medios el mismo soniquete: "Me cuesta creer que ETA vaya  a echar la persiana". Dos de los principales portavoces del mismo han sido Ramón Jáuregui, nuevo ministro español de la Presidencia y ex Delegado del Gobierno en la CAPV en tiempos de los GAL; e Iñigo Urkullu, actual presidente del PNV. ¿Por qué coinciden en el análisis y en el momento de expresarlo estos dos personajes? ¿Habrán almorzado juntos un día de estos?

El caso es que el proceso político al que estamos asistiendo no es gratuito para nadie. Unos agentes sacarán mayor provecho de los cambios, mientras que otros quedarán arrinconados o a verlas venir. Es algo consustancial a las grandes batallas políticas y ésta lo es, sin duda.

Todos sabemos que en el mapa político vasco interactúan cuatro grandes corrientes. La derecha estatalista (PP, UPN, UMP, MoDem), la izquierda estatalista (PSE, PSN, IU, PSF, PCF), la derecha vasca (PNV, H1!) y la izquierda abertzale (ex Batasuna, Aralar, EA, AB). Es un tablero difícil de gestionar hasta el momento y lo será aún más en el futuro, con un desbloqueo de las posibles alianzas a realizar.

Ahora mismo, el PSOE es aliado en la CAV y la CFN de la derecha, en una apuesta por reducir la fiebre soberanista que padece la población vasca. Se trata de una decisión de Estado, que ha intentado reducir la influencia política y social del nacionalismo institucional y enviar a las catacumbas a la izquierda independentista.

El cambio de paradigma que está construyendo en estos meses esa izquierda independentista, con la prevalencia de las vías políticas y democráticas, mediante una iniciativa unilateral no negociable, ha logrado paralizar ese proyecto y es probable que lo arruine a medio plazo. La mejor constatación de que esto es así reside en las nuevas relaciones adoptadas entre el Gobierno de España y el PNV, que han fructificado en pactos presupuestarios y en el desatasco de competencias estatutarias, así como en un intercambio de informaciones [y actitudes] respecto al proceso político vasco.

De ese intercambio de informaciones, protagonizado por Urkullu y Erkoreka de un lado y Rubalcaba y Jáuregui por el otro, se extrae la puesta en página de noticias y entrevistas en las que ambos agentes coinciden en su análisis sobre la evolución a futuro de la organización clandestina ETA.

Tanto unos como otros atestiguan su escepticismo, intentando enfriar el clima encendido por tantas portadas de periódico en estas semanas. Pero esa posición escéptica en lo público no tiene porque coincidir con la misma postura en lo privado. Rubalcaba y Jáuregui han dado muestra, en su dilatada carrera política, de poseer sobrados conocimientos sobre las coaclas del Estado. Esas enseñanzas, como caminar en bicicleta, nunca se olvidan. Es evidente que ni Urkullu ni Erkoreka gozan de la misma experiencia y que se encuentran en desventaja a la hora de sopesar estrategias. Puede que, una vez más, hayan sido objeto de una maniobra envolvente. Aún es pronto para confirmarlo.

En todo caso, existe otro importante motivo para que ambas corrientes adopten esa coincidente postura escéptica. Su irrefrenable miedo a perder poder político en este país. La mera hipótesis de que en las próximas elecciones exista una opción legal independentista, con posibilidades de éxito, les llena de zozobra. Habrá que contar con esa nueva variable de ahora en adelante.

5.771 persones per la independència a la ciutat de Vic. World record

2010/10/29

Primeras planas

La versión oficial de Madrid sigue siendo la misma. Nada ha cambiado. "O ETA lo deja o Batasuna deja a ETA". El problema es que algo sí ha cambiado. ¿Se acuerdan de los periódicos de septiembre? El primer comunicado no era suficiente; del segundo ni hablaban. En cambio ahora están todo el día abriendo sus primeras planas con el asunto. "El Mundo", los diarios de Vocento, "El País", Grupo Noticias... diariamente dando la lata en primera plana con un tema que no guardaba mayores novedades. ¿Cómo puede ser posible?

Resulta que el trabajo callado de militantes independentistas, encarcelados algunos todavía, empieza a dar sus frutos. Que lo que parecía ser una burda maniobra de engaño para presentarse a las elecciones, se convierte en un movimiento "interesante". El PSOE cambia de Gobierno y lanza mensajes sobre avances, pese a seguir ordenando detenciones y negar la mayor. El PP intenta no quedarse al margen de lo que pueda suceder, como le ocurrió en el anterior proceso. Su propia posición de "firmeza" refleja un reconocimiento implícito de que algo se está moviendo. Llamazares (IU) hace de nuevo el ridículo negándose a reunirse con los apestados, mientras otros (ERC, ICV) lo hacen sin mayor apuro y el propio Eguiguren acudirá como testigo de la defensa al juicio contra Otegi, Permach y Alvarez, por el acto de Anoeta del 14 de noviembre de 2004.

Si hemos convenido en que estamos ante un "proceso", es característica esencial del mismo que se desarrolle con un ritmo proporcionalmente acelerado, mientras no se produzca algún incidente que lo ralentice. Es un mecanismo similar al de un automóvil o un tren. Una vez que se arranca y se pone la primera marcha, sigue subiendo en intensidad hasta situarse en la velocidad de crucero, situación a la que se puede llegar antes de fin de año, según han señalado diversos analistas.

Nos encontramos ahora frente a dos pasos encadenados y una derivada. Por un lado la organización clandestina debería mostrar de forma indubitable su voluntad de que el actual cese de acciones ofensivas se mantenga de forma indefinida y verificable internacionalmente, "como expresión de voluntad para un denitivo abandono de su actividad armada", como refleja el Acuerdo de Gernika signado por las principales fuerzas de la izquierda soberanista. El segundo paso consistiría en la relegalización de una formación política de izquierda independentista que pueda recoger los votos de esa ideología en los próximos comicios forales y locales a celebrar en mayo de 2011. El número dos de Zapatero ya ha aclarado que serán los jueces quienes decidan sobre el particular, tal vez intentando arrojar tinta de calamar sobre una decisión de Estado de primera magnitud. Es cierto que el Tribunal Constitucional mantuvo el tipo en el caso de la candidatura europea de Iniciativa Internacionalista, pero confiar en milagros no suele ser el mejor de los métodos para obtener resultados tangibles. Eta gero gerokoak, se suele decir.

Me refiero a que existe una derivada tremendamente importante y de la que casi nadie ha hablado. Se trata de la reconfiguración de la izquierda independentista en una nueva organización, de la que apenas sabemos lo publicado el jueves en "Gara". La importancia estriba en que del acierto o no en esa tarea se puede lograr un cambio del escenario político o simplemente una readecuación del mismo. Como bien dice Mario Zubiaga en entrevista concedida al semanario Argia, el actual modo de hacer política en este país está obsoleto. La del profesor de la UPV es una referencia general, pero aplicada a la izquierda independentista vendría a significar que el modelo organizativo debe variar de forma apreciable, ser mucho más abierto y participativo, además de que debe tener en cuenta los nuevos modos de relacionarse y de comunicarse que han traído las nuevas tecnologías de la información. Pero ya habrá tiempo de tratar esos nuevos desafíos en próximos comentarios.

Como ya comentamos en el anterior post, es evidente que fuego hay. Ahora queda distinguir la llama del humo y no dejarse llevar por éste último. A veces resulta difícil separar lo importante de lo accesorio. En este momento es fundamental hacerlo, teniendo en cuenta que el viaje emprendido no tiene precedentes en la reciente historia del país.

2010/10/24

Espumas y posos

Un buen sumiller tiene entre sus obligaciones profesionales detectar el mensaje que envía la espuma de un buen cava, pero si se trata de un verdadero experto deberá fijarse aún más en los posos que el buen caldo deja en el fondo de la botella. El camino para el desbloqueo de la situación política vasca está plagado de recovecos, de falsas salidas, de encrucijadas y desvíos. Es un camino escabroso y complejo que puede conducir a errores de bulto. Y lo más importante, desde lo ocurrido en el anterior proceso de contactos, no se puede recurrir a los atajos. Detrás de un paso vendrá otro y así sucesivamente. Hasta alcanzar la meta.

Hace ya más de un año que la izquierda independentista, tras unos tiempos de evidente zozobra, tomó de  nuevo la iniciativa política. En esta ocasión de manera unilateral y sin esperar señales provenientes del enemigo. Era en ese momento una apuesta difícil, que contaba con muchos incrédulos en las propias filas. Sin embargo, la perseverancia en seguir los pasos necesarios, evitando provocaciones en forma de represión, ha conseguido que se vayan materializando etapas y que aquella primera iniciativa vaya tomando consistencia.

Veteranos militantes independentistas cuentan que la clave para seguir teniendo capacidad decisoria en el país e influencia social, tras más de 50 años de andadura, reside en la capacidad de adaptación al terreno, unida al mantenimiento insoslayable de un proyecto nacional de izquierdas, lo que en tiempos se describía como la unión entre lucha nacional y lucha social, las dos caras de una misma moneda. Esa capacidad de adaptación no significa en ningún caso renuncia, ni revisión de los principios básicos, sino entender que para lograr esos objetivos centrales hay que utilizar estrategias diferentes.

Son estos de ahora días de espuma, sobrevenidos tras la famosa frase del presidente español en relación a la entrevista/cuestionario de John Carlin al preso político Arnaldo Otegi. Dijo Rodríguez Zapatero que las iniciativas que estaba protagonizando la izquierda abertzale "no van a ser en balde". Esa enigmática frase recuerda a algunas otras pronunciadas en el anterior proceso por el mismo personaje, lo que invita a tomárselas con mucha precaución. La redada en que fueron detenidos 14 jóvenes horas después de pronunciada es una buena muestra de los peligros que encierra.

Pese a todas las precauciones, la pequeña ranura dialéctica abierta por el presidente español ha sido obedecida miméticamente por Ares, López y Jauregui, cada uno en su estilo, en un ejercicio de encantamiento mediático digno de mejor causa. Las informaciones que viene publicando el grupo Vocento sobre el proceso, alimentando expectativas, también se alinean en el haber de la espuma. Esa espuma que el enólogo debe discernir con paciencia y sin dejarse llevar por su belleza formal.

Hasta el día de hoy, todas las aportaciones importantes, incluidas las de la organización clandestina ETA, han venido de una parte. Desde el otro lado tan sólo se han sumado detenciones, endurecimiento de leyes represivas y mensajes de dureza, salvo las excepciones citadas. Ese bagaje, en su desnudez, no deber llevarnos al desánimo. Sabemos que la fortaleza del Gobierno español es escasa y que además sufre una vigilancia enfermiza por parte del Partido Popular, asociaciones satélites y aparatos de propaganda masiva [El mundo, Abc, La gaceta, La razón, Intereconomía, esRadio, etcétera]. Su incapacidad para desprenderse de semejantes adherencias de derecha extrema le ha llevado a disponer de un muy escaso margen de maniobra. En el lado opuesto, el Grupo Prisa ha movido ficha con inteligencia para romper ese acoso. Habrá que seguir oteando el horizonte, para distinguir entre lo efímero y lo sólido.

En todo caso, el buen sumiller persistirá en analizar si ha quedado algún poso en la botella después de tanto trasiego. A veces ni siquiera queda el aroma del vino escanciado. Esperemos que no sea así en esta ocasión.

Beste iritziak:

2010/10/23

Una "Wikileaks" para Euskal Herria

La publicación, por parte de la web wikileaks.org, de miles de documentos oficiales del Pentágono no hace sino confirmar de forma fehaciente lo que ya sabíamos: El Ejército estadounidense se ha saltado todas las leyes en su afán de dominar un país enemigo. Ha practicado el asesinato de civiles de forma rutinaria y lo ha pretendido ocultar a la opinión pública, hasta el día de hoy. Pero tranquilos, no voy a escribir sobre Irak, fiel a mi costumbre de atender siempre a lo más cercano.

La última redada policial, auspiciada por el TOP [ahora Audiencia Nacional], por la que catorce ciudadanos vascos han sido detenidos, coincidiendo con el estreno en sus nuevas funciones del ministro de la Gobernación Pérez Rubalcaba, también confirma lo que ya sabíamos con anterioridad. El Estado no está en tregua y mantiene una política de acoso contra todo lo que huela a independentismo en Euskal Herria. Si antes fue el "aparato internacional de ETA", ahora es "la cantera de ETA", según el lenguaje utilizado por Gobierno y medios afines. No vamos a insistir en la indecencia de semejantes acusaciones sin pruebas y sin mantener la mínima presunción de inocencia. Es un ejercicio inútil.

Debemos volver a señalar, desde la ingenuidad, que a los jóvenes detenidos les ampara el derecho constitucional a no declarar y que si dentro de unos días aparecen en esos medios afines informaciones que los ligan a la organización clandestina, es pausible que hayan sido realizadas en el curso de "hábiles interrogatorios". Hasta ahí puedo llegar.

Y de ahí el titular del comentario. Está muy bien que la página que fundó Julian Assange desvele las miserias de Estados Unidos. Aplaudimos incondicionalmente su abnegada labor de denuncia. Eso sí, nos gustaría que alguien, ¿por qué no otro australiano? se encargara de montar una WikiLeaks que se entretuviera en publicar documentos secretos procedentes de los servicios de inteligencia españoles y franceses. Así podríamos llegar a confirmar lo que ya nos imaginábamos sobre torturas, malos tratos, detenciones arbitrarias, prevaricaciones varias, derechos humanos pisoteados y, por ejemplo, sobre cúal fue la verdadera causa de la muerte de Jon Anza.
 
Puestos a especular, es posible que surgiese un alma cándida dispuesta a montar esa wikileaks a la vasca, pero para que el invento funcionase debería de haber al menos un agente español o francés amigo de la decencia que se animase a enviarle documentos clasificados. Esa posibilidad, la verdad, parece muy remota. Al final, vamos a tener que reconocer que hay más demócratas en los servicios secretos estadounidenses que en los hispanos. Hasta en eso nos llevan ventaja.


Beste iritziak:

2010/10/20

El medio es el mensaje

Nelson Mandela y John Carlin

Como he repetido en varias ocasiones, conviene mantener un cierto distanciamiento de los hechos para poder elevar una opinión más asentada sobre los mismos. Es lo que ocurre con la reciente entrevista/cuestionario del periodista John Carlin a Arnaldo Otegi publicado en el suplemento dominical de "El País" el pasado domingo 17. Se trata, sin duda, de un punto de inflexión en el desarrollo de los acontecimientos suscitados a partir del debate interno en las filas de la izquierda abertzale, culminados en el documento "Zutik EH".

Marshall McLuhan, el gurú de la comunicación, acuñó una frase que se repetía como un eco en todas las facultades de periodismo del planeta: "El medio es el mensaje". Han habido múltiples interpretaciones sobre esas cinco palabras, teniendo en cuenta que al referirnos a medio lo hacemos a periódico, cine, televisión, radio, internet, etc, y no a una cabecera en concreta, como va a ser el caso. Hecha la salvedad, podemos afirmar que en este caso el medio, el diario "El País", es el mensaje.

Y es que más allá del contenido de la entrevista/cuestionario publicada en el diario español de mayor tirada e influencia, conectado directamente con La Moncloa y el entorno de poder del PSOE, lo que resulta destacable es que ese hecho se produzca. ¿En qué fase del proceso nos hallamos para que el diario del Grupo Prisa se decida a acometer la entrevista? No puedo contestar a la pregunta de forma directa, pero sí a realizar una serie de acotaciones al respecto.

Es conocido el interés personal del periodista John Carlin por el proceso vasco y concretamente por la figura de Arnaldo Otegi. Es sabido que ha intentado en al menos dos ocasiones anteriores entrevistarse con el lider abertzale y también conocemos que Carlin es un colaborador habitual de "El País". La negativa del Ministerio de la Gobernación a facilitar el encuentro entre entrevistador y entrevistado ha obligado al primero a enviar un cuestionario escrito que el segundo ha debido de contestar de igual modo. En todo caso, parece que Instituciones Penitenciarias supo de esa iniciativa e hizo la vista gorda.

John Carlin, autor del libro "Playing the Enemy" ["El factor humano", Seis-Barral], en el que se basa la película "Invictus" de Clint Eastwood, es un profundo conocedor de los procesos sudafricano e irlandés, y ha realizado entrevistas a Nelson Mandela y Gerry Adams, entre otros actores principales de dichos procesos. No es un periodista local, sino internacional, y su firma es muy respetada.

La entrevista/cuestionario se publica en un diario de referencia, pero conviene señalar también el modo en que se publica. La dirección del diario, entre múltiples posibilidades para editar ese texto en que habla Otegi en primera persona, pero en calidad de dirigente de la izquierda abertzale, decide darle un relieve especial. Y lo hace otorgándole la apertura de la primera página del día de la semana en que disfruta de mayor tirada y difusión, además de la portada de su suplemento "Domingo", en el que se inserta, y un amplio comentario aclaratorio firmado por Patxo Unzueta. La importancia que se le da al texto le hace merecedor, además, de un comentario editorial, ciertamente crítico, sobre las palabras de Otegi. ¿Alguien puede creerse que todas estas circunstancias se hubiesen producido si el contenido del cuestionario fuera irrelevante?

Es algo similar a lo ocurrido con la declaración de la organización clandestina ETA publicada en Londres por la emisora de televisión BBC el pasado 5 de septiembre. La credibilidad que le otorga el medio en el que se difunde, añade un plus de valor al propio contenido explícito del comunicado. A lo que habría que añadir un detalle sin mayor importancia: se da voz en un medio español tan influyente a un ciudadano vasco que se encuentra en presión preventiva acusado de intentar reconstruir ETA. Sin más comentarios.
 
Todas estas consideraciones, que serán atacadas por quienes siguen insistiendo en que no hay nada nuevo bajo el sol, no pueden ocultar, sin embargo que, en la citada entrevista, aparte de medio también hay mensaje. En el mismo sentido de McLuhan. Otegi dice muchas cosas y hace muchas apreciaciones, en un recorrido por la situación política que demuestra dos cosas: está perfectamente al día de lo que pasa y tiene muy claro hacia dónde va la izquierda independentista. Ni marcha atrás, ni paños calientes. La decisión está tomada y afecta a todos los activos y organizaciones de la izquierda abertzale, sin excepción. Quienes a partir de ahora quieran darse por no enterados, aquí y en Madrid, lo van a tener más complicado. 

Beste iritziak:

2010/10/13

No tregua

Detención de Arnaldo Otegi. 2010-10-13
Hoy se cumple un año de la redada policial que llevó a la cárcel a los ciudadanos vascos Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto, Arnaldo Otegi, Miren Zabaleta y Rafa Díez Usabiaga. Una operación que, según el Estado, trataba de impedir la reconstrucción de Batasuna por orden directa de ETA. En realidad, estas personas estaban trabajando políticamente para impulsar una reflexión que posteriormente ha dado lugar al documento "Zutik EH", en el que se hace una apuesta nítida por el trabajo por vías políticas y democráticas, sin injerencias violentas.

Pasado un año de aquellas detenciones, cualquier observador medianamente lúcido ha podido comprobar que el camino que lideraba Arnaldo Otegi ha dado frutos y que en estos momentos hasta el consejero de Gobernación del Gobierno vasco reconoce públicamente que la izquierda abertzale se ha movido.

Precisamente quien no se ha movido durante este tiempo ha sido el Estado, que sigue aferrado al "nada ha cambiado" ebn la izquierda abertzale, mientras sustenta nuevas operaciones policiales contra abogados de presos, militantes de Ekin, de Askapena y, en general, personas que trabajan en clave independentista.

Hoy también hemos sabido que ya hay fijada fecha para la vista del sumario abierto contra el propio Otegi, Joseba Permach y Joseba Alvarez por "enaltecimiento del terrorismo" a cuenta de sus intervenciones en el acto de Anoeta en el año 2004. Un acto que supuso en su momento una clara apuesta por la solución del conflicto y que ahora se quiere vestir como una ceremonia de exaltación de ETA.

El Estado repite que su objetivo es lograr que la izquierda abertzale haga política, sin injerencias externas, pero la realidad nos dice que a los militantes que defienden esa vía, exclusivamente política, los encarcela. Otegi, Zabaleta, Jacinto y Rodríguez continuán después de un año entre rejas, cuando lo lógico es que estuvieran en la calle haciendo política y contribuyendo al desarrollo del nuevo ciclo político a construir.

El ministro español de la Gobernación ha dicho por activa y por pasiva que el Estado no está en tregua. Va de sobrado. Tal vez intente que el desánimo y la división se extiendan entre las filas independentistas. Pero no lo va a conseguir por mucho empeño que le ponga. La decisión es firme y no va a haber vuelta atrás.

ETA anunció el pasado 5 de septiembre el cese de sus acciones armadas ofensivas y la izquierda abertzale acaba de firmar el Acuerdo de Gernika junto a Aralar, Eusko Alkartasuna, Alternatiba, Abertzaleen Batasuna y una veintena de sindicatos, asociaciones y agentes de este país. Esos son los datos a tener en cuenta a la hora de dibujar el escenario en el que nos encontramos. Es verdad que desde este lado habrá que dar más pasos, pero lo que es insostenible es que la otra parte se niegue a hacer el más mínimo movimiento en supuesta señal de fortaleza. Es todo lo contrario. Su inmovilismo intenta ocultar su debilidad y su miedo ante la posibilidad de un nuevo panorama en el que la agrupación de fuerzas independentistas sea un factor político determinante.

Beste iritziak:

2010/10/10

Incoherencias de izquierdas

El presidente de Venezuela dijo hace unos días que no se podía hacer caso a los testimonios de los ciudadanos vascos Xabier Atristain y Juan Carlos Besunze sobre supuestos entrenamientos militares en aquella república, ya que se trataba de criminales sanguinarios sin moral y sin calidad humana. A todo esto, los dos ciudadanos vascos han denunciado haber sufrido torturas durante el periodo de incomunicación al que han sido sometidos por las fuerzas de seguridad españolas. Por lo tanto, Hugo Chávez, en vez de llamar la atención en que esas supuestas declaraciones ante la policía habían sido realizadas de forma forzada y en que estas dos personas no han sido juzgadas y se les debe respetar la presunción de inocencia, se atreve a lanzar graves acusaciones no probadas. Es cierto que poco después el embajador de Venezuela en Madrid observó una postura mucho más digna que la de su máximo responsable, pero esa aclaración no quita responsabilidad a lo dicho por Chávez.

Gente cercana a quien escribe trata de disculpar al líder bolivariano argumentando que dichas declaraciones son un escudo para quitarse presión de la ofensiva diplomática que se le avecina. Puede ser, pero si el señor Chávez se porta de este modo en coyunturas que nos son tan conocidas, por repetidas, las dudas sobre su comportamiento en cuestiones de las que no tenemos tantos datos, tenderán a crecer.

Digo todo esto por la vieja costumbre asentada en nuestro país de simpatizar con gran facilidad con revoluciones lejanas, especialmente latinoamericanas, sin conocer al detalle su desarrollo. ¿Alguien se acuerda hoy de los zapatistas y el Subcomandante marcos? ¿En qué ha quedado el sandinismo de los hermanos Ortega? ¿Es el actual presidente de El Salvador un líder de izquierdas? ¿De qué pie cojean Lula, Múgica o Lugo?

Líbreme Dios de caer en operaciones de acoso y derribo contra el régimen de Venezuela como las encabezadas por diarios como "El País", partidos como el PP o políticos trasnochados como Anasagasti e Iturgaiz. Todos sabemos el interés que tienen las multinacionales hispanas en socavar a los gobiernos de ese país o al de Bolivia. Pero una cosa es brindar el apoyo a los nuevos caminos de la izquierda latinoamericana y otra muy diferente otorgarle un visado de progresismo para todas sus iniciativas. Todo el mundo se equivoca y a veces conviene resaltar esos errores para que no se vuelvan a repetir en el futuro. El papanatismo, aunque se vista de izquierdas, sigue siendo papanatismo.

He traído a colación el caso de Venezuela a propósito de algunos pequeños grupos que se denominan socialistas o comunistas revolucionarios vascos, que se mueven sobre todo en internet y que no tienen empacho en criticar con dureza los valientes pasos que está dando la izquierda abertzale, tildándolos de "reformistas" y otros epítetos que prefiero no reproducir, a la vez que pretenden dar lecciones de izquierdismo apoyando la convocatoria de huelga general en España realizada por CCOO y UGT el pasado 29 de septiembre. Si no secundabas la huelga de esos dos sindicatos te tachaban de "esquirol". Parece que todavía no se han enterado de que la huelga general en Euskal Herria se hizo tres meses antes, en junio, y que apoyar todas las convocatorias de protestas que se hagan, en aras a una supuesta unidad de la clase obrera (española), es un argumento que estaba ya caduco en los primeros años setenta.

Todas las opiniones son respetables, faltaría más, pero el ejercicio del oportunismo político no es el mejor método para aunar criterios en pos de una izquierda vasca que debe aspirar en un futuro a liderar el cambio en Euskal Herria. Una izquierda que tenga los pies en su tierra y que no se deje enredar por quienes se sienten más empeñados en marcos ajenos que en el marco nacional propio.  


 

2010/10/04

Necesidad de ETA

No son pocos los que se sienten inseguros, expectantes, taciturnos, ante la mera posibilidad de un futuro sin ETA. Se sientan en sus despachos, repasan sus manuales de comportamiento, y se preguntan lo que harán el día en que ETA no esté presente en los titulares del diario de la mañana. Elucubran hipótesis diversas, intentan fraguar una solución sólida al desafío, pero concluyen el ejercicio sin respuesta. Sumidos en el vacío, se levantan del sillón y recorren de un lado a otro la habitación, los pasillos, el edificio entero del Ministerio de la Gobernación. Y siguen sin respuesta.

Sabedores de que les resulta imposible concebir sus estrategias políticas sin la existencia de ETA, se vuelven a sentar en sus despachos y activan, algo nerviosos, el Plan B. Ya que parece irreversible el cambio de escenario, vamos a intentar mantener a ETA en el candelero el mayor tiempo posible. Tienen necesidad de ETA y elaboran una estrategia basada en detenciones, hábiles intrerrogatorios, redadas, filtraciones y demás capítulos conocidos. El objetivo es que ETA siga teniendo una presencia digna en los titulares de los periódicos de la mañana, en las páginas de internet, en los confidenciales, en las emisoras de radio y televisión. Hay que dar a entender a su público que todo sigue igual en el Norte.

Para ellos no ha existido el comunicado del 5 de septiembre en el que la organización clandestina informaba de su decisión de cesar en sus operaciones ofensivas. Ni tampoco el siguiente, Y si vienen más, tampoco existirán, aunque se publiquen a cinco columnas en el New York Times o en la CNN. Les ha ido tan bien estos últimos años que no tienen ninguna gana de que cambien las cosas. Piensan que es muy enternecedor que la inmensa mayoría de la población vasca quiera pasar página y vivir en paz, pero ellos están mucho más cómodos en la llamada "Guerra del Norte", una guerra de baja intensidad en la que tan sólo ellos hacen prisioneros.

Hoy mismo han soltado otra vez la liebre de Venezuela, de las conexiones de ETA con el Gobierno Chávez y las FARC, gracias a las supuestas declaraciones de dos militantes, obtenidas de la manera que todos conocemos, por desgracia. Darán curso a la bola con la anuencia de tontos útiles como el señor Anasagasti, y mantendrán el escenario que más les conviene durante unos cuantos días más.

Pero lo importante es que mientras ellos siguen en sus trece, enrocados en el "no hay nada nuevo", los ciudadanos de este país se unen en la calle para reclamar algo tan primario como la libertad, 35 años después de la muerte de Franco. Y lo hacen en clave de unidad por la base, mal que les pese a las direcciones de algunos partidos nacionalistas. Ese movimiento de fondo, imparable, no ha hecho sino comenzar. Seguirá aglutinando fuerzas y pondrá a Euskal Herria en el umbral del derecho a decidir, en la batalla por la independencia nacional. Y esa batalla no la van a poder seguir manejando desde sus despachos madrileños, porque cada día qie pasa está más cerca su final.

Beste iritziak:

2010/09/28

Le levedad política de Urkullu

Iñigo Urkullu, presidente del EBB de EAJ-PNV.


Como lo prometido es deuda, abordo con más espacio los últimos episodios protagonizados por Iñigo Urkullu y su partido, una formación con la que hay que contar, se quiera o no, a la hora de cambiar el escenario político vasco. En su reiterada búsqueda de la centralidad, el PNV puede quedarse en terreno de nadie. Hace Urkullu un ofrecimiento, interesado, como interlocutor multilateral. Se enorgullece de poder hablar con tirios y troyanos, pero en esa misma autodefinición, se retrata.

Hace ya muchos años que el PNV dejó de ser la vanguardia de la lucha de liberación nacional de Euskal Herria. Hace tantos años que nadie se acuerda, salvo algunos historiadores. Pero hay que decir que hubo un tiempo, lejano y recóndito, en que sí que lo fue. Luego ocurrió que unos jóvenes nacionalistas entendieron que aquella vieja herramienta, creada por los hermanos Arana Goiri, había quedado obsoleta, y fundaron Euskadi Ta Askatasuna (ETA). El nuevo movimiento ha dado lugar a lo largo de más de cincuenta años a múltiples organizaciones, grupos, asociaciones e iniciativas de todo tipo, que han ido conformando un espacio político relevante y decisorio en el país. Un espacio que está en fase de reconstrucción o redefinición, como lo demuestra el Acuerdo de Gernika. Y ese espacio, viejo y nuevo a la vez, es temido por el Euskadi Buru Batzar. Muy temido.

Los posicionamientos que Urkullu y su partido [salvo excepciones significativas como Markel Olano] están escenificando estas semanas, tras el anuncio del cese de acciones ofensivas por parte de ETA, responden en buena medida a ese temor. La dirección del PNV sabe que la apuesta que ahora encabeza Rufi Etxeberria es sólida, que no tiene vuelta atrás. Y entiende que, en un nuevo escenario a crear, la izquierda independentista/soberanista tiene un importante papel que jugar en este país. Probablemente mayor que el que pueda jugar el PNV.

Es por ello que por un lado Urkullu se posiciona junto a PSOE y PP en el "no es suficiente" y "el único comunicado válido de la banda es la disolución y la entrega de armas", pero a renglón seguido plantea una supuesta iniciativa multilateral, denominada "Ados", que dibuja, con otros aditamentos, una especie de Plan de Ajuria Enea bis. Las gentes de Sabin Etxea no quieren aportar al proceso soberanista ni apostar fuerte por la liberación nacional, puesto que están cómodos con la transferencia de las políticas activas de empleo y otras menudencias estatutarias. No se dan por enterados de que ELA y el propio Ibarretxe, con su famoso plan, han procedido hace tiempo al entierro del Estatuto. Pero al mismo tiempo quieren visualizar que no son lo mismo que PSOE y PP, que están dispuestos a hablar con la izquierda abertzale y "liderar", como fuerza mayoritaria en la CAPV, una especie de proceso de paz de la señorita Pepis.

La posición adoptada por Urkullu, asumida de facto por Egibar y su sector, es decepcionante y refleja la levedad político de un presidente, que ni siquiera posee la habilidad dialéctica de su mentor Josu Jon Imaz. Acostumbran los hombres y mujeres del PNV a sacar a pasear la figura histórica de José Antonio Agirre, como ejemplo de lehendakari comprometido con su pueblo. Desde el respeto que profeso al personaje, que no admiración política, me pregunto si puede existir alguien en el seno del PNV que pueda pensar que Agirre, de estar ahora al frente del partido, mantendría la posición meliflua y tibia que defiende Urkullu.

2010/09/26

En un Estado de shock

 Imagen del acto de Gernika en el que se firmó el Acuerdo

La velocidad que van adquiriendo los acontecimientos obliga a estar permanentemente alerta para no perder detalle. Es así que en un mismo fin de semana se reúnen suficientes ingredientes para elaborar una tesis doctoral sobre política. Septiembre está dando mucho de sí y, visto lo visto, casi da lástima que el mes se termine dentro de cuatro días.

Son tantos años abonados al frente antiterrorista, muchas veces confundido con el frente antivasco, que los principales muñidores del pacto de Estado se encuentran desde el día 5 en un incipiente Estado de schock o de choque, que diría un castizo. Se desenvuelven con tanta comodidad en un escenario marcado por su ley de partidos y por la permanenencia de una respuesta clandestina ciertamente débil, que no quieren ni por asomo oír hablar de cambio de escenario, de nuevo ciclo político y mucho menos de marco democrático.

La coalición de Estado que integran partidos como el PSOE, el PP, IU, UPN y UPyD, y en momentos puntuales el PNV, pretende hacernos ver que todo sigue igual, que nada ha cambiado, agarrándose al clavo ardiendo de que ETA no ha anunciado el abandono de su estrategia armada o su propia autodisolución. Y yo me pregunto, inocente, ¿Se ha sabido de algún caso, en la historia del mundo, en el que una organización clandestina firme su acta de defunción a cambio de nada? Por supuesto que no. Ellos lo saben perfectamente, pero en el juego de aparecer como los más duros de los duros, facilitado por la ruptura no anunciada de la tregua en 2006, se sienten, hoy por hoy, muy cómodos.

La iniciativa política auspiciada por la izquierda independentista, resumida en el documento Zutik EH, está demostrando unas potencialidades enormes, como lo demuestra el abanico de opciones presentes en el teatro de Gernika que acogió la firma del Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas. Se trata del primer paso para una futura confluencia de las fuerzas que se reclaman de izquierdas y soberanistas y/o independentistas.Pero es mucho más que eso. Es la expresión de la voluntad inequívoca de apostar por las vías pacíficas y democráticas para conseguir los objetivos políticos máximos, que se deben concretar en la creación de un Estado vasco independiente en el marco de la Unión Europea. Una apuesta que, cada día que pasa, se torna en más irreversible, pese a los continuos obstáculos que el Estado está interponiendo en el camino, como las últimas detenciones de independentistas o la prohibición de manifestaciones.

La clave, en todo caso, reside en mirar hacia adelante. No hay tiempo para mirar a los lados, y muchísimo menos hacia atrás. Las contradiciones que existen y existirán, porque son consustanciales a cualquier actividad protagonizada por humanos, se irán superando.

En ese sentido, la entrevista realizada por el diario "Gara" a dos representantes de la organización clandestina ETA viene a confirmar la voluntad de ésta de acompañar la trayectoria que va marcando la izquierda abertzale. Ellos mismos reconocen diferencias en algunos análisis, pero ese diagnóstico refleja la realidad que se ha querido sepultar bajo la aberración garzoniana del "todo es ETA". La izquierda abertzale, como reconocen hasta algunos de sus más conspicuos enemigos, es la que lleva la iniciativa en este delicado proceso. A nadie se le oculta que, después de 50 años de trayectoria, es díficil tomar algunas decisiones. Sin embargo, la unilateralidad, característica fundamental de la iniciativa, así lo va a demandar.

Al final, en política, ocurre lo que tiene que ocurrir y cuestiones que pueden parecer tabús, cristalizan en un fin de semana cualquiera. La legalización del PCE por Suárez o la retirada de las tropas españolas de Irak son dos buenos ejemplos al respecto. A día de hoy no hay ninguna circunstancia que pueda impedir el trabajo político legal de la izquierda independentista. La coalición Solidaridad Internacionalista concurrió a los comicios europeos legalmente sin haber firmado cuestiones tan decisivas como las que contiene el Acuerdo de Gernika. Ninguna Brunete mediática podrá engañar a todos todo el tiempo y ningún Gobierno es capaz de permanecer inmóvil ante los acontecimientos, aunque esté presidido por un personaje tan insustancial como Rodríguez Zapatero. Las dos circunstancias son materialmente imposibles y lo vamos a comprobar sin demora.


PD: A la insoportable levedad política de Iñigo Urkullu y su partido le dedicaremos un comentario específico en las próximas jornadas.

2010/09/21

Miedo a perder estatus

 En la actual situación política vasca debemos acostumbrarnos a distinguir lo relevante de lo accesorio, el trigo de la paja. Una legión de expertos en ETA se pasan el día en prensa, radio, televisión e internet diciendo que los últimos comunicados de ETA son insuficientes o no aportan nada nuevo. En el pecado llevan la penitencia, porque si así fuera, ¿por qué les dedican tanto tiempo? ¿no sería más lógico funcionar como si ETA no existiera, como propuso el hoy en día fino analista de Vocento, Kepa Aulestia? Yo no sé si existe o no, pero algunos van a tener serios problemas para escribir sus columnas el día que desaparezca.

Volviendo al hilo. Lo relevante aquí y ahora es que ETA acompaña la decisión de la izquierda abertzale de iniciar un nuevo ciclo político. Y esa decisión, refrendada por la amplia mayoría de sus bases, ha sido unilateral. Y lo va a seguir siendo, pese a quien pese. Lo relevante es que el proceso avanza, pese a los múltiples obstáculos colocados por el Estado en forma de detenciones, juicios y acoso policial contra el independentismo. Lo relevante es que el movimiento de la izquierda abertzale, en su conjunto, está obteniendo eco internacional. Lo relevante es que las cosas se mueven.

Lo accesorio es que PSOE y PP siguen haciendo de Don Tancredo, con el riesgo de que les pille el toro. Lo accesorio es que la dirección del PNV no aporte más que obviedades, excepción hecha de Markel Olano. Lo accesorio es que Zapatero y Rubalcaba y Ares y Conde Pumpido y toda la cohorte de polichinelas de tres al cuarto que gobiernan el estado español continúan con el mantra de que este no es el comunicado que la sociedad espera. Lo accesorio es que Aralar siga en el limbo.

El consejero de Gobernación del Gobierno de la CAPV, Rodolfo Ares, dice a todo el que se detenga un minuto a escucharle, que nadie se debe dejar enredar en las trampas de los terroristas y sus corifeos. ¿Por qué lo dice y lo repite tanto? Por una razón bien sencilla. Lo que ellos llaman trampa resulta que es un nuevo escenario político en el que el pueblo va a tener en sus manos el derecho a decidir su futuro. Y ese nuevo escenario les hace temblar.

Tienen un miedo atroz a perder su actual estatus de gobernadores de las provincias del Norte. Ahora que se han subido al poder autonómico en Ajuria Enea, no quieren perderlo. Porque pueden mandar en la Ertzaintza y en la EiTB, entre otras muchas cosas. Y pueden cambiar el mapa del tiempo a su antojo. Y nombrar directores de las emisoras de radio a sus amigos. Por eso no hay que dejarse enredar por los abertzales de izquierda.

Pero ese nuevo escenario tampoco le ilusiona al PNV. Porque competir en las urnas con un bloque soberanista potente, sin ingerencias violentas, puede traducirse en una amarga derrota. EAJ-PNV ha estado gobernando en la CAPV durante treinta años con mucha comodidad, pero en el próximo futuro van a tener que realizar algo más que buenos esloganes para convencer a la parroquia de que su oferta autonomista y descafeinada es la mejor solución para Euskal Herria. Por eso se muestran a la defensiva frente a los movimientos de la izquierda abertzale.

Es humano tener cierto miedo a lo desconocido, todos lo tenemos. Pero los responsables políticos, si lo son verdaderamente, no pueden tener ni un gramo de miedo. Al contrario, tienen que empujar hacia adelante para que las condiciones cambien y la sincera apuesta de la izquierda abertzale se pueda materializar, aunque ellos salgan perjudicados en sus intereses partidistas a corto plazo. Mientras eso llegue, los ciudadanos deben aportar, cada uno desde sus posibilidades, para que las cosas vayan a buen puerto. Pueden existir dudas e incertidumbres. Es comprensible que las haya. Pero no podemos quedarnos parados, haciendo de meros espectadores, aguardando el comunicado mágico que lo solucione todo. En la tarea de construir un nuevo ciclo político todo el mundo debe participar y ser protagonista, escribiendo cada día el comunicado que nos conduzca a una Euskal Herria libre y en paz.

2010/09/13

12.467 días

Cuando el ciudadano Jon Bilbao Moro fue detenido, en enero de 1982, el que suscribe se encontraba estudiando quinto curso de periodismo en la Universidad de Leioa, muy cerca de Asua, lugar de nacimiento de Jon. Hace tantos años, que casi no me acuerdo. Eso sí, en aquel tiempo no existía internet, ni Facebook, ni la telefonía móvil, ni las cadenas privadas de televisión. No había un Guggenheim junto a la ría, ni siquiera Metro en Bilbao. A la universidad subíamos "a dedo", cosa impensable hoy. Ahora bien, el fútbol vasco era mucho más potente y las ansias de libertad de este pueblo, probablemente también.

Debo decir que no conozco de nada a este compatriota que ha pasado 12.467 días de su vida entre rejas, en diferentes cárceles españolas. Pero eso no importa, porque no es éste un artículo basado en la amistad o en los lazos familiares, sino en la reivindicación básica de la justicia.

Aunque no tengo datos precisos, es seguro que Jon Bilbao será uno de los ciudadanos europeos que más tiempo ha pasado en prisión. Casi 30 años encarcelado, en virtud de las leyes excepcionales que castigan de forma inhumana a los presos de nacionalidad vasca. Pero Jon no es el único. Hay otros presos en similares circunstancias, algunos de ellos sufriendo el castigo añadido de la enfermedad.

Un país que sufre este tipo de situaciones no es un país normal, ni mucho menos "normalizado". Es un país que tiene pendientes muchas cuentas, que tiene por ajustar muchas cuestiones, que debe hacer algo antes de acabar desangrado y sin pulso.

Mientras leía la noticia del excarcelamiento de Jon en el diario "Gara", sentía la impotencia de no poder remediar semejante injusticia. En las pocas expresiones que Jon ha vertido en el periódico se hace patente la extraña sensación que puede producir a un hombre dejar de estar encerrado entre cuatro paredes. Se denota la desorientación de quien tendrá ahora que acostumbrarse a andar en libertad, sin paredes que constriñan sus pasos.

A Jon Bilbao Moro le va a costar adaptarse a un medio que desconoce, tras 30 años alejado de su tierra. Toda ayuda será poca. Pero los ciudadanos que no hemos tenido que pasar por semejante trance deberíamos hacer lo imposible porque estas situaciones no vuelvan a producirse. Desconozco la fórmula para lograrlo, pero es evidente que algunas pistas ya tenemos. Como bien apunta en el mismo diario otro preso, Joxe Mari Olarra: "El miedo a quebrar la inercia es contrarevolucionario".

Todo parece indicar que vienen tiempos nuevos, que no serán fáciles. Para poder afrontarlos con dignidad necesitamos que todos los Jon Bilbao de este país estén junto a nosotros, en las calles, en las instituciones, trabajando codo con codo con otros ciudadanos que, aunque nunca han tenido que pagar con cárcel su compromiso, también aspiran a construir una Euskal Herria en libertad.