La nuevas derrotas de Athletic y Real ponen las cosas muy difíciles a ambos equipos. La suerte de la Real parecía echada hace varias jornadas, mientras la del Athletic parecía, sólo parecía, medio salvada. Sin embargo la situación está muy lejos de ser así. El equipo bilbaino se encuentra en puestos de descenso por deméritos propios y lanza mensajes de solidaridad mal entendida a su eterno rival de Donostia: juntos a Segunda.
Las directivas de ambos clubes no mantienen relaciones oficiales, pero las plantillas trabajan denodadamente para lograr un objetivo único, el descenso de categoría. Como ahora la Segunda División se llama Liga BBVA...
Me abstendré de criticar la marcha del equipo donostiarra, al que respeto, pese a preferir que tuviese solamente futbolistas de Euskal Herria. Pero con los del Athletic sí que me voy a meter. En la anterior jornada, frente al Barça, rozaron el ridículo. En ésta, ante el colista, que se quedó con 10 jugadores, lo hicieron directamente. En fútbol se puede ganar o perder, pero no se puede dar una imagen tan penosa, ante tus aficionados y con tantas cosas en juego.
El diagnóstico que hicieron algunos seguidores señeros (J.L.Bilbao, Javier Sadaba...) cuando la "crisis Lamikiz" sigue siendo válido. Estos chicos no se ganan el sueldo, y los directivos no saben dirigir el club. El entrenador hace lo que puede, pero mejor estaríamos ahora si no se hubiese despedido a Javier Clemente de malos modos y sin ningún argumento sólido.
Mientras la nave futbolística va a la deriva, la presidenta Ana Urkijo presenta sonriente el proyecto de nuevo estadio, [que será financiado con dinero público y no será del club], cuando no está asegurada, ni mucho menos, la permanencia. Céntrense en seguir en Primera y luego ya veremos si hace falta ampliar el estadio de San mamés y de qué manera. Aupa Athletic!
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