2023/10/31

El ocupante es Israel

Lo que está ocurriendo con el conflicto Israel-Palestina, y me refiero a la manipulación de la información por parte de muchos medios occidentales, me retrotrae a los años sesenta. Yo era un niño de nueve años cuando estalló la Guerra de los Seis Días. En aquel ambiente opresivo generado por la Dictadura y sus tentáculos mediáticos, yo iba irremediablemente con Israel. Eran los buenos de la película, los modernos, los héroes, la buena gente que se parecía a nosotros. Los otros, los árabes, tenían la piel más oscura, eran taimados y falsos, en resumen mala gente. Claro, yo por entonces me informaba por el Telediario de TVE, el Parte de Radio Nacional, de obligada emisión en todas las emisoras de radio y "La Gaceta del Norte", un periódico tradicionalista y franquista a partes iguales.

Fuente: Palestina Libre
No por casualidad, me pasó lo mismo en el caso de la Guerra de Vietnam. Fuese como fuese el devenir de la historia, yo simpatizaba con Vietnam del Sur, el de los buenos, frente a los comunistas del Vietcong, el de Ho Chi Minh, o sea, los malos. En el caso de Irlanda la cosa era aún más chocante. Las informaciones que recibía deslizaban un cierto tufillo pro irlandés, gente católica como "nosotros", que estaban en conflicto con los británicos, la pérfida Albión que "nos" había arrebatado Gibraltar. Geopolítica en estado puro. 

Estamos de nuevo ante la construcción del relato. Las grandes potencias occidentales, con Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia a la cabeza, han salido en defensa de Israel y su derecho a defenderse, ya que habría sido atacada por un grupo "terrorista" llamado Hamás. Una entidad de carácter islamista, a la que, por cierto, no guardo ninguna simpatía. En su día Hamás fue potenciado por Israel para debilitar así a Al Fatah y a la OLP de Arafat. Cría cuervos y te sacarán los ojos. 

En todo caso, si queremos hablar de terrorismo, podemos remontarnos a la Palestina británica en la que actuaba un grupo sionista llamado Irgún (Etzel), del que fue dirigente Menajem Begin, posteriormente primer ministro israelí. Ese grupo armado perpetró, entre otros, el atentado en el Hotel Rey David de Jerusalén en julio de 1946. Una bomba acabó con la vida de 91 personas. Dos años más tarde el mismo Irgún perpetró la matanza de Deir Yassin, una población árabe cercana a Jerusalén, donde los paramilitares sionistas mataron indiscriminadamente a unos 120 campesinos. Dos botones como muestra del terrorismo judío.  

Pero me estoy desviando. La manipulación mediática insiste en destacar las 1.400 víctimas del ataque de Hamás, pero da carta blanca a la respuesta violenta de Israel, minimizando las atrocidades cometidas por sus soldados. En lo que va de ofensiva israelí han muerto más de 3.500 menores de edad a manos del ejército judío, especialmente fruto de los bombardeos, que no respetan ni a los hospitales, ni a los campamentos de refugiados como el de Yabalia de hoy mismo (más de 50 muertos). El total de personas muertas por el ejército israelí supera ya las 8.500, y de ellos solo una parte serían milicianos de Hamás.

El relato que se quiere imponer desde las potencias occidentales, socias de Israel, niega la historia reciente de Palestina, Un país ocupado en buena parte por el Estado de Israel por mandato de la ONU en 1947, cuando la comunidad internacional quiso compensar al pueblo judío por ser víctima del holocausto, con más de seis millones de personas muertas por el nazismo. Lean a Primo Levi.

Aquella solución para los unos, los judíos, originó un enorme problema para los otros, los palestinos. Despojados de sus tierras, humillados y ninguneados durante décadas. Un problema hoy por hoy irresoluble, ya que quienes se enfrentan en ese escenario aspiran a acabar con su enemigo histórico, descartando soluciones negociadas como la de los dos estados. Si no reconoces al otro y le otorgas su derecho a existir, es imposible entablar ningún diálogo fructífero. Netanyahu quiere acabar con Gaza, Hamás quiere acabar con el Estado de Israel. No es un intento de equidistancia, sino una descripción de las posiciones. El ocupante es Israel y, por tanto, es el máximo responsable de la situación que se sufre en Palestina.

Los grandes medios occidentales siguen a pie juntillas el relato dominante. Ataque terrorista de Hamás, respuesta legítima de Israel, la única democracia plena de la región, según afirman. En ese relato olvidan la ocupación de Palestina por los israelís, las conquistas territoriales de Israel en las guerras de 1948, 1967 y 1973, la colonización mediante judíos extremistas de cada vez más territorio, la eliminación sistemática de palestinos por el ejército israelí en Cisjordania.

No soy antisemita, admiro a unos cuantos escritores judíos. Me compadezco del sufrimiento que padecieron millones de judíos en los campos nazis. Pero dicho esto, hay que volver a decir que Israel (y la comunidad occidental que lo apoya sin fisuras) es el máximo responsable de lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza: un extermino masivo de civiles, mujeres y niños a manos de un ejército envalentonado por la cobertura que le presta Occidente para cometer crímenes de guerra.

En los años sesenta, influenciado por los medios, me posicionaba ingenuamente con Israel y Vietnam del Sur. Luego comprendí, accediendo a otras fuentes informativas, que las causas justas eran las de Palestina y la OLP, las del Vietcong y Ho Chi Minh. Y ahí nos hemos quedado. ⧫




 

   

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