2025/04/11

Elogio de la lentitud

Hoy se celebra el Día Mundial del Párkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más extendida en el mundo después del alzheimer. Según la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia del párkinson se ha duplicado en los últimos veinte años y puede afectar a unos 8,5 millones de personas en todo el planeta, si bien la inconsistencia de los datos hace difícil una estimación más certera. Enfermos no diagnosticados y diagnósticos erróneos no ayudan a fijar cifras más exactas. De todos modos, según el "Libro Blanco del párkinson en España", en el Estado habría alrededor de 160.000 personas afectadas por la enfermedad.

Como no soy un experto en el tema, sino una de las personas afectada por el párkinson, me centraré en esta ocasión en rebatir algunos lugares comunes que se repiten en torno a la imagen social de los enfermos de párkinson. No soy un entusiasta de los días internacionales de esto o de lo otro, pero, por una vez, aprovecharemos la fecha para incidir en el asunto que nos ocupa.

Los seres humanos tendemos a identificar a ciertos colectivos con una serie de características que los ubican en el mundo de una determinada manera. Algunos de estos señalamientos proceden de tiempos recientes, otros de varios siglos atrás. Se trata de un modo de etiquetar al colectivo, sea pequeño, mediano o se refiera a toda una nación. De este modo, se va levantando una construcción cultural que atraviesa de forma transversal a toda la población. Lo explicaré con algún ejemplo políticamente incorrecto. Los judíos aman el dinero y son avaros, los gitanos roban gallinas, los vascos son violentos, los enfermos de párkinson se mueven con parsimonia, lentamente.

Es posible que en el momento de nacer el tópico hubiera algo de verdad en el mismo. Luego la bola fue creciendo, expandiéndose y al final del proceso la opinión pública llega a compartir la frase hecha con toda naturalidad, sin ponerse a pensar en el acierto o no de la misma. Entre todos, sin darnos cuenta, vamos construyendo iconos, imágenes, que en algunas ocasiones llegan a convertirse en verdaderos estigmas. En el caso de los enfermos de párkinson es evidente.

La imagen social del colectivo se asocia a los temblores, a la lentitud, a la vejez, a permanecer al margen de la conversación, entre otras cuestiones más específicas. Hay una parte de verdad en todo ello, pero también una parte de tópico, de generalización gratuita que puede hacer daño a quienes padecemos la enfermedad. Los cuatro estigmas citados, hay otros más, son fáciles de desmontar. Existe un porcentaje de aproximadamente un 30% de los enfermos que no registran temblores, pese a estar diagnosticados como enfermos de párkinson. Y quienes sí los registramos, intentamos llevarlos con dignidad, pues no hacemos mal a nadie.

En cuanto a la lentitud de movimientos es un síntoma común, pero compatible con practicar deportes como el ciclismo, la natación o el andar rápido. Cuestión aparte es que tardemos más de la cuenta en atarnos los botones de la camisa o los cordones de los zapatos. Ahí es esencial la comprensión del entorno familiar y de las amistades para quitar hierro al asunto. No pasa nada por no poder hacer los cien metros lisos en menos de diez segundos. No se trata tanto de llegar primero, envuelto en las prisas, sino de llegar entero.

Asociar la enfermedad de Parkinson con personas de edad avanzada es otro estigma social que debemos combatir. No es habitual, pero tampoco extraordinario, el caso de personas con apenas 50 años diagnosticadas con la EP. En mi caso fue a los 60 años. Una situación que rompe con el pensamiento dominante sobre esta enfermedad neurológica y que conduce al enfermo joven a pensárselo dos veces antes de informar en su empresa del asunto, por temor a que la cuestión acabe por repercutir en su vida laboral. Lo cierto es que hay profesores de instituto, pintores de brocha gorda, escritores o dependientes de comercio que siguen activos laboralmente tras ser diagnosticados.

Un cuarto pensamiento muy extendido socialmente sostiene que los enfermos de párkinson nos desentendemos de la conversación, que estamos fuera de onda, que no nos enteramos de la película. A mí me ocurrió que, contándole por teléfono a un buen amigo la noticia de mi diagnóstico, tan solo se le ocurrió decir, un tanto extrañado, que de la cabeza parecía encontrarme muy bien. Estaba sorprendido de que no chocheaba. Y en cuanto a las conversaciones, a veces es mejor escuchar y callar, evitando así contribuir al crecimiento exponencial de la idiotez, acelerado estos últimos años. Es cierto que a veces nos ensimismamos, pero eso no quiere decir que nuestro cerebro haya perdido capacidad de actuación.

En resumen, la enfermedad de Parkinson, descrita por vez primera en 1817 por el doctor James Parkinson en su monografía "Un ensayo sobre la parálisis agitante", sigue siendo una gran desconocida pese a la encomiable labor llevada a cabo por las asociaciones, en el caso de Gipuzkoa por Aspargi. Queda mucho por hacer para socializar entre la ciudadanía que la enfermedad de Parkinson es mucho más compleja que un temblor y que quienes la padecemos necesitamos de la comprensión de la gente si nos cuesta más de la cuenta tomar asiento en el bus o poner sobre la cinta de la caja las compras del supermercado. ⧫


Artículo publicado el 11 de abril de 2025 en el diario Gara y en el portal digital Naiz

2025/03/20

Feltrinelli, el revolucionario incómodo

Este 14 de marzo se cumplieron 53 años de la muerte de Giangiacomo Feltrinelli, empresario, editor, político y hombre de acción, una persona poliédrica cuya trayectoria ha sido siempre incómoda para la izquierda europea. Siendo muy joven, se unió a las fuerzas regulares italianas para combatir al fascismo y ya en 1945 se afilió al Partido Comunista Italiano (PCI) que entonces lideraba Palmiro Togliatti. Sus diferencias con el partido, sobre todo por su dependencia de las directrices marcadas desde Moscú, le hicieron alejarse de forma paulatina de la formación, hasta abandonarla en 1959. Mientras tanto seguía ejerciendo de editor de libros en Feltrinelli Edizione, la empresa que él mismo había fundado en 1955. Hay que decir que Giangiacomo procedía de una familia adinerada, cuya fortuna se empezó a amasar a principios del siglo XIX. Su padre Carlo había sido un destacado financiero italiano que contaba con intereses en diversas sociedades industriales e inmobiliarias, y hasta con su propia Banca Feltrinelli.

Giangiacomo Feltrinelli. Foto: Wikipedia


Sin embargo, Giangiacomo observó, ya desde muy joven, la existencia de dos clases sociales, una pudiente que vivía en la abundancia, la burguesa, y otra que vivía con dificultades, la proletaria. Desde el minuto uno se decantó, pese a sus orígenes burgueses, por esta segunda. Aún con sus contradicciones, fue fiel a la clase oprimida hasta el último día de su vida. 

2025/02/24

Ellos nunca se fueron

Insisten las izquierdas en declamar el viejo eslogan: Que vienen, que vienen, que vienen los fachas, que vienen, que vienen. Enarbolan el heroico "No pasarán", mientras ellos hace tiempo que han pasado y se han situado al mando en muchos lugares. Existe un grave error de percepción en todo esto y consiste en afirmar que vienen, como si se tratara de un fenómeno nuevo, cuando llevan ahí más de cien años. Mussolini accedió al poder en 1922. Porque en realidad nunca se han ido, nunca se fueron.  

Alice Weidel. Foto: AfD

Los apellidos son nuevos, pero la historia es la misma. Bolsonaro, Trump, Milei, Le Pen, Meloni, Weidel... todos ellos componen una larga lista de personajes que evocan las ideas del fascismo, más o menos ortodoxo. La izquierda intenta hacer frente a la ofensiva proclamando la llegada del fascio y decretando alertas antifascistas que en la mayoría de las ocasiones se quedan en la mera retórica. El análisis imperante habla de la llegada de los fachas, pero en realidad nunca se fueron del todo, siempre estuvieron ahí, agazapados, disfrazados, actuando de manera encubierta, pero siempre presentes en esta vieja Europa donde anidaron los pensamientos autoritarios, donde se persiguió a los diferentes, donde se realizaron prácticas de destrucción masiva como los bombardeos aliados contra las ciudades alemanas, Dresde, Colonia.. y sobre todo donde se perpetró la solución final, para eliminar a millones de judíos, gitanos, izquierdistas y homosexuales. 

2025/02/06

Ortuzar arroja la toalla ante el empuje de Esteban

Sostiene Andoni Ortuzar, todavía presidente del PNV, que en el seno de su partido cohabitan dos pulsiones. La una aboga por un cambio total de la ejecutiva, incluido el presidente, y la otra apuesta por no mudar la figura del máximo responsable del partido hasta que se afiancen los cambios recientemente realizados, entre ellos, el de lehendakari. En vista de que, a pesar de haber ganado la primera vuelta con 110 batzokis, ha surgido una candidatura potente y decidida a ir hasta el final, lo más prudente es no enfrentarse a ella. De ahí su renuncia,

Andoni Ortuzar Arruabarrena. Foto: EAJ-PNV

Probablemente Andoni Ortuzar Arruabarrena (Sanfuentes, 1962) sea la persona que mejor conoce los entresijos del partido, con permiso de Joseba Aurrekoetxea, el gestor en la sombra. Por eso conviene remarcar una parte significativa de su segunda carta a la militancia. Dice Ortuzar que "por muy bien y civilizadamente que queramos hacer un proceso de segunda vuelta con dos candidaturas enfrentadas, el riesgo de división en el seno del Partido sería alto y una irresponsabilidad. Es momento de unidad, y es lo que creo que debo promover yo ahora". 

2025/01/30

La plancha perfecta

El PNV es un partido político que acumula 130 años de historia, lo que le facilita la posesión de un saber hacer incontestable. Si a eso le añadimos sus peculiaridades a la hora de elegir sus cargos internos, nos encontramos con una ecuación redonda. Tras la renovación de las cinco ejecutivas territoriales (Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Iparralde y Nafarroa) toca ahora el turno de abordar el nombramiento de presidente del EBB y de los burukides que completarán la mesa junto a los cinco presidentes de las territoriales ya nombrados.

Andoni Ortuzar y Aitor Esteban. Foto: EAJ-PNV

Hasta hace pocos días el actual presidente Andoni Ortuzar se había dejado querer, amagando incluso con dejarlo y, al parecer, buscando un apoyo unánime del partido para que continuase al frente del mismo. Al final, mediante una carta abierta a los afiliados, se ofreció a seguir en el cargo, aún reconociendo que existían jeltzales que preferían una renovación global de la dirección, incluida la de su máximo responsable. 

2025/01/22

Contra las descalificaciones personales

En lo que llevamos de siglo XXI, un cuarto ya, se ha podido constatar un incremento de las descalificaciones personales en diferentes ámbitos, especialmente en el político-periodístico y más en concreto en las llamadas redes sociales. Lo de redes debe venir del enredo en que te metes si no sabes distanciarte a tiempo de su capacidad de hipnosis. El insulto, el bulo y la mentira se han convertido en habituales compañeros de viaje y, a veces, la única salida digna es precisamente salirse de la red y liberarse de esa nube de tarados que pululan por aquí y por allí. Resulta saludable irse de X, antigua Twitter, lo recomiendo.

Dabid Lazkanoiturburu. Foto: Bizkaia Irratia

En periodismo existe, entre otras muchas cuestiones, la sagrada división entre información y opinión. Una división que se suele destacar en términos tipográficos diferentes. Los titulares de las piezas de opinión suelen ir, por regla general, en cursiva. Pero la norma principal al respecto es que mientras la información se atiene estrictamente a los hechos: "Un francotirador acaba con la vida de J.F.K.", la opinión es libre como los pájaros: "Brutal magnicidio en Dallas".