2025/01/30

La plancha perfecta

El PNV es un partido político que acumula 130 años de historia, lo que le facilita la posesión de un saber hacer incontestable. Si a eso le añadimos sus peculiaridades a la hora de elegir sus cargos internos, nos encontramos con una ecuación redonda. Tras la renovación de las cinco ejecutivas territoriales (Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Iparralde y Nafarroa) toca ahora el turno de abordar el nombramiento de presidente del EBB y de los burukides que completarán la mesa junto a los cinco presidentes de las territoriales ya nombrados.

Andoni Ortuzar y Aitor Esteban. Foto: EAJ-PNV

Hasta hace pocos días el actual presidente Andoni Ortuzar se había dejado querer, amagando incluso con dejarlo y, al parecer, buscando un apoyo unánime del partido para que continuase al frente del mismo. Al final, mediante una carta abierta a los afiliados, se ofreció a seguir en el cargo, aún reconociendo que existían jeltzales que preferían una renovación global de la dirección, incluida la de su máximo responsable. 

En las elecciones territoriales ya habían surgido algunos candidatos alternativos, que al final no cuajaron al ser derrotados por los aspirantes oficialistas. Sin embargo, en esta ocasión ha saltado por sorpresa el nombre de Aitor Esteban, portavoz parlamentario en Madrid, amigo personal de Ortuzar y pareja de la hasta hace poco presidenta del BIzkai Buru Batzar Itxaso Atutxa.

La posibilidad de que Esteban reemplazase a Ortuzar, en caso de retirada de este, ya se había barajado en ambientes del partido, dado el buen cartel que representa el portavoz en Madrid. Sin embargo, al confirmarse oficialmente la candidatura del actual presidente, la opción Esteban quedaba orillada.  

Durante los primeros días de votaciones en los batzokis, tan solo apareció como alternativa el nombre de Eneko Lekue, concejal en Etxebarri. Estaba claro que un político desconocido no iba a ser rival ante Ortuzar, pero su presencia concedía al proceso un mayor grado de credibilidad. Hasta que empezó a aparecer en algunas asambleas el nombre de Esteban, al principio de forma tímida, luego con mayor rotundidad. Esteban no se ha postulado abiertamente a la presidencia del partido, pero ha agradecido los apoyos y todo indica, a día de hoy, que va a optar a la segunda vuelta. Según datos no oficiales, Esteban habría ganado las votaciones en más de cincuenta asambleas del EAJ-PNV, entre ellas la de Durango, donde vota el ex lehendakari Urkullu y la de Santurtzi, donde vota el actual lehendakari Imanol Pradales. Son números que lo convierten en un sólido candidato al máximo puesto de responsabilidad del partido.

La situación creada no deja de ser curiosa, teniendo en cuenta que Ortuzar y Esteban, Esteban y Ortuzar, forman parte de la misma hornada de dirigentes jeltzales. No se aprecian perfiles distintos entre los dos políticos, que parecen intercambiables. Por todo ello hay quien estima que se trata de la plancha perfecta. Dos contrincantes gemelos, sin aristas significativas. Si gana uno, bien, si gana el otro, mejor.

Y en el camino, el partido recobra una vida interna que languidecía debido al férreo control ejercido por el Euzkadi Buru Batzar, a la vez que muestra al mundo que no hay votaciones a la búlgara y que el proceso electoral interno es abierto a todos los afiliados, transparente y hasta modélico.

Pensar que todo el proceso se encuentra teledirigido desde los despachos de Sabin Etxea resulta un tanto maquiavélico y es difícil de imaginar. Sin embargo, la pujanza de la candidatura de Esteban no puede ser espontánea y tiene que existir dentro del partido una línea de comportamiento que empuje a tantas personas a otorgar el voto al portavoz parlamentario, en detrimento de las aspiraciones del actual presidente del EBB, cargo en el que lleva instalado doce años. ⧫

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