Define el diccionario de la RAE a la ingenuidad como candor, falta de malicia. Dos cualidades que suelen ser apreciadas en la vida de los comunes, pero que chocan de frente con la lógica imperante en el despiadado mundo de la política. Existen infinidad de ejemplos de ingenuidad política, pero aquí vamos a citar un par de ellos para ilustrar la cuestión.
Maroto y Urtaran. Noticias de Alava |
En las primeras elecciones municipales tras la Dictadura, corría el año de 1979, saltó la sorpresa en Iruñea, al facilitar Herri Batasuna el acceso a la alcaldía del candidato del PSOE, Julián Balduz. Los resultados habían deparado un claro triunfo de la UCD, con 8 ediles, seguida de Herri Batasuna con 7, el PSOE con 5, otros 5 ediles para UPN y por fin, dos concejales para el PNV. Para evitar una alcaldía de UCD, el partido neofranquista de Suárez, HB regaló sus siete votos a Balduz, lo que sumado a los dos que le cedió el PNV, catapultó a la tercera fuerza municipal a la alcaldía. No hace falta insistir en lo que después dio como contrapartida el PSOE a la izquierda abertzale, o sea, nada de nada, bueno miento, montó los GAL.