2020/12/26

Cerrar página

En el mundo periodístico se habla de cerrar página cuando se entrega una de ellas una vez concluidos todos sus contenidos en forma de textos, fotografías y demás complementos. Pero esa figura de cerrar página puede usarse en muchos otros campos, en la vida misma, en la trayectoria profesional o en la propia política. Hablamos de cerrar página cuando se culmina una etapa, sea fructífera o estéril, y nos disponemos a comenzar otra nueva, de la que no sabemos su desarrollo, ni mucho menos su desenlace.

Josu Urrutikoetxea Bengoetxea. Foto: FOKU/Naiz


Este miércoles naiz.eus ha publicado una larga entrevista con el histórico militante de la organización clandestina ETA [autodisuelta en 2018] Josu Urrutikoetxea Bengoetxea. El título de la entrevista, realizada en euskara, viene a decir: "Hemos cerrado una gran página, pero no es el final de nada". Se refiere, evidentemente, a la trayectoria de Euskadi Ta Askatasuna, entidad política que ejerció la lucha armada, y por ende la violencia, durante buena parte de su historia. Una organización de la que aún hoy en día no es posible hablar con libertad, según afirmó en otra reciente entrevista el abogado Miguel Castells, ante las más que probables actuaciones que pudieran venir desde el actual tribunal de orden público, conocido oficialmente como Audiencia Nacional. 

Urrutikoetxea remarca la idea afirmando que según su impresión "aquí no ha terminado nada, esto ha sido tan solo una fase" del proceso de liberación nacional y social de Euskal Herria. Por lo tanto, viene a decir el entrevistado, aunque de otra manera, con otras herramientas y probablemente con otras alianzas, habrá que seguir apostando por la lucha por unos objetivos fundamentales que no han cambiado en absoluto. El que ETA haya dejado de actuar y finalmente, tras entregar sus armas, se haya disuelto, no significa que el proceso haya terminado, ni mucho menos que no se pueda seguir aspirando a conseguir su realización.

No sé muy bien por qué, pero estas afirmaciones de Urrutikoetxea me han traído a la mente la famosa frase del militante comunista italiano Antonio Gramsci en sus Cuadernos de la Cárcel: “Por el contrario, es necesario dirigir la atención violentamente hacia el presente tal como es, si se desea transformarlo. Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”. Es decir, que si después de seis décadas de actividad militante y de haberse cerrado esa página, se tiene la convicción de que nada ha terminado y de que el proceso libertario de Euskal Herria continúa vivo, denota un optimismo, una precisa voluntad de incidir en la realidad vasca que sería más propia de un joven de 20 años, que de un veterano de 70. Esa es la cuestión.

Después del cierre de esa página histórica, el entrevistado mantiene buenas perspectivas cara el futuro, observa que se está trabajando bien en muchos campos, pero también detecta un vacío, una carencia, el trabajo del pueblo. Entiende que en buena medida el pueblo, y más en concreto la izquierda abertzale, no se ha empapado de la magnitud del cambio de estrategia  que se ha efectuado y que ha culminado en mayo de 2018. Ya no existen guías que indiquen la dirección a seguir, a partir de ahora tiene que ser el propio pueblo quien debe protagonizar la lucha.

La entrevista al histórico miembro de la izquierda abertzale aborda muchos otros temas y cuestiones, hay que leerla con detenimiento, pero yo me quedo con esas afirmaciones que he destacado más arriba. No se ha acabado nada, seguimos en lo mismo, el pueblo debe adquirir el mayor de los protagonismos en la nueva página que se debe escribir entre todos quienes aspiramos a la libertad nacional y social para Euskal Herria.

En la redacción siempre hemos sabido que cuando se cierra una página se abre otra, con otros contenidos tal vez, pero tan importante para el conjunto del periódico como la recién acabada. Siempre que haya voluntad, habrá más páginas. A escribir, pues. ⧫ 

Josu Urrutikoetxeari elkarrizketa / Goizeder Taberna-Iñaki Altuna




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