Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga |
Tanto la Audiencia Nacional, como la Fiscalía, el Gobierno o el Tribunal Supremo están integrados por personas, personas que conocen la realidad, que leen la prensa e internet, escuchan la radio y ven la televisión. Personas que están perfectamente informadas de lo que pasa en Euskal Herria. Personas que saben al detalle que Arnaldo Otegi, Rafa Díez Usabiaga, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto eran en el momento de su detención la avanzadilla de un cambio histórico en la estrategia independentista. Ellos cinco, los cinco de Igara y otros más, por supuesto, pusieron los cimientos de una estrategia exclusivamente política, ajena a la violencia, al esquema político-militar, estrategia que se ha ido abriendo paso, no sin dificultades internas, en el seno de la izquierda independentista.
¿Cuál es, entonces, la razón de esta sentencia? La única explicación que se puede entender como razonable, en el sentido de que responde a una argumentación, consiste en infligir a la izquierda abertzale en busca de dos resultados. Por un lado, dar oxígeno a quienes puedan tener dudas sobre la apuesta realizada, y por otro, y mucho más importante, lanzar un serio aviso sobre la virtualidad de un proceso en el que ETA siga estando presente, aunque sea tan solo de forma latente.
Hay sectores influyentes en el Estado español que consideran insultante que Bildu acapare un gran poder institucional mientras ETA sigue sin anunciar el fin definitivo de su campaña armada, o en su defecto, la propia Bildu le solicite de forma fehaciente que dé semejante paso. Esos sectores, incrustados en los aparatos del Estado, los medios de comunicación, la judicatura y los principales partidos españoles, no están dispuestos a tolerar que la izquierda independentista, tras renunciar a su estrategia histórica, logre una victoria política sin precedentes.
Todos estos sectores, de los que el diario "El Mundo" es la vanguardia ideológica, desean escenificar una obra en la que la izquierda abertzale se arrodille ante el victorioso Estado español. Todos los demás escenarios son repudiados. Por lo tanto, van a seguir actuando en esa dirección, hacia la conformación de una fotografía final en la que las fuerzas independentistas vascas sean asimiladas a la derrota.
El pulso de estos sectores no va a acabar con esta sentencia prefabricada, sino que va a continuar en torno a la legalización de Sortu o la relectura de la llamada "doctrina Parot". Entre tanto, la izquierda independentista, lejos de ponerse nerviosa, debe acentuar su apuesta por las vías pacíficas, por la apertura de un escenario democrático, por la acumulación de fuerzas soberanistas que conquiste en las urnas el derecho de este pueblo a decidir su futuro. Cuanto mayores sean los obstáculos, mayor debe ser la decisión a favor del proceso. No puede haber vuelta atrás.
Beste iritziak:
- ¿Más allá de toda duda razonable? - Txema Montero [noticiasdenavarra.com]
- Bateragune y el huracán Ángela - Ramón Zallo [deia.com]
- Zigorraren itsukeria - Pello Urzelai [berria.info]
- Los delineantes del actual escenario político - Iñaki Iriondo [gara.net]
- El peso de las inercias - Luis Rodríguez Aizpeolea [elpais.com]
- Otegi y la paz en el País Vasco - Vicenç Fisas [publico.es]
Nada más enterarme me pareció una aberración, pero en cuanto lo pensé un minuto, me di cuenta de que era una venganza pólitica. El estado esperaba más de la IA -que pidiese públicamente la disolución de ETA, que hiciera presión en ese sentido, etc- y se ha visto defraudado y ridiculizado por Bildu que aprovecha su poder para sacar lo colores a un sistema que a regañadientes lo legalizó. Una parte de la oposición aprovecha además esta circunstancia para erosionar al gobierno aupados por sus voceros en los medios: "Mirad lo que hace el partido que habéis legalizado jajajajaja!
ResponderEliminarY ahora se vengan a través de los jueces, una vez que han llegado a la conclusión de que el palo y la zanahoria funciona con el nacionalismo moderado, pero con la IA sólo funciona el palo puro y duro.