Una cosa es el discurso y otra la práctica cotidiana. El 12 de octubre, día de la Hispanidad (ante de la Raza), festividad del Pilar en Zaragoza (zorionak) y fiesta de la Benemérita, cuya patrona es la susodicha, es una celebración impuesta desde Madrid a todos los ciudadanos y ciudadanas del Estado español.
Algunos, los menos, intentamos ser coherentes por un día entendiendo que se trata de una jornada laborable más del calendario, como el 6 de diciembre, y acudimos a nuestro puesto de trabajo, como un día más.
Otros, los más, empalman un puente de tres días, se aprovechan de la Hispanidad al igual que de San Ignacio o Viernes Santo, y hasta el año próximo.
No se trata de reprochar, sino de describir,. El discurso progre, antiracista, en favor de los pueblos colonizados de América; el discurso independentista anti-español; el discurso antirepresivo, crítico con la Guardia Civil... se quedan en muchas ocasiones en meras palabras. Acudir al trabajo, practicando la desobediencia civil, es otra cosa.
Y un pueblo que no es capaz de dotar de dinámicas potentes a estos pequeños gestos desobedientes, poco puede esperar de un futuro soberano y en libertad.
Y ya basta de chapas y a disfrutar!!!
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