2009/04/30

Primero de Mayo

El Primero de Mayo ha sido históricamente una fecha proclive a la reivindicación obrera, a la exigencia de derechos sociales, a la denuncia de los abusos del sistema capitalista. La izquierda planetaria, toda ella, desde la socialdemocracia más tibia hasta el anarquismo, pasando por las diversas familias socialistas, comunistas y marxistas-leninistas, ha salido este día a la calle a expresar la dignidad obrera y a proclamar conceptos como el internacionalismo proletario, que hoy en día se antojan un tanto demodés.

En Euskal Herria no somos ajenos a todo esto. Es más, tradicionalmente la asistencia a las movilizaciones ha sido cuantitativamente superior a la de otros lugares cercanos. Sin embargo, como ocurre con el Aberri Eguna, en los ultimos años se ha ido produciendo un adelgazamiento de las movilizaciones. La tendencia puede aumentar tratándose de un viernes, lo que convierte a la fecha en una oportunidad envidiable para construir un largo fin de semana de asueto.

Esa es la realidad y ante ella no valen lamentaciones. Las organizaciones sindicales, los colectivos sociales, los partidos de izquierda, deben ser muy conscientes del estado de la cuestión. Pero eso no basta. Hay que conseguir que esa tendencia desmovilizadora cambie, que la clase trabajadora. en su más amplio sentido, es decir, todos aquellos que trabajan por cuenta ajena e incluso muchos [falsos] autónomos, se animen a movilizarse en defensa de sus derechos.

La crisis económica provocada por la desregulaciçón financiera y el afán depredador del capitalismo neoliberal crea un escenario idóneo para la reacción social. Con el paro creciente, los apuros para terminar el mes en tantas familias, los expedientes de regulacion en numerosas empresas, los despidos injustificados, las amenazas a las pensiones, el probable aumento de la edad de jubilación, en fin, la nueva oleada de reaccionarismo empresarial, se hace más necesaria que nunca esa reacción de la izquierda.

A la defensiva desde la caída del muro, confundida con iniciativas antiglobalización que se han venido a convertir en poses progresistas sin un claro programa anticapitalista, las izquierdas necesitan un rearme ideológico que las haga salir del marasmo actual. La defensa de lo público ante lo privado, de las conquistas obtenidas mediante la lucha en el siglo XX, la pérdida de complejos a la hora de definir al capitalismo como un sistema injusto y alienante, son algunos de los puntos a tratar. Son planteamientos con los que la gran mayoría de gentes de izquierdas nos podemos sentir identificados.

En este Primero de Mayo volverá a imperar la división sindical, pero no hay que rasgarse las vestiduras por ello. Esa división existe tambièn el resto del año y tan sólo la convocatoria de una huelga general para el día 21 por parte de la mayoría sindical parece haber roto una lanza por un mayor grado de unidad de acción sindical. Estaremos atentos a lo que vaya sucediendo en ese terreno, mientras recordamos lo que afirmaba aquella estrofa de la Internacional, "el mundo ha de cambiar de base, los nada de hoy todo han de ser". Pues eso.

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