2009/03/25
"Cambio" y estrategia independentista
El "cambio" está a punto de producirse. El PSOE y el PP van a conseguir lo que no pudieron lograr en 2001 con el tándem Mayor Oreja-Redondo Terreros, esto es, desplazar al nacionalismo institucional de la principal institución vasca, que no es otra que el Gobierno de la CAPV, ya que administra las vidas y haciendas de la mayoría de los tres millones de habitantes de Euskal Herria.
Poco a poco vamos asimilando que se va a producir un "cambio", que no es sinónimo de mejora, y que van a cambiar EiTB, Osakidetza, Ertzaintza, las empresas públicas y muchas cosas más. Quienes nos situamos en la izquierda independentista hemos tenido en estos años una doble relación con el emporio EAJ-PNV. Por un lado la disputa de la hegemonía política del país, pero por otro, una especie de colchón que nos permitía ir más lejos que nadie en las propuestas, sabedores de que los mínimos eran cubiertos por ese mundo. No ocurría lo mismo en Nafarroa Garaia ni en Iparralde, donde las fuerza abertzales son minoritarias, en buena medida porque el PNV no tiene en esas tierras el poderío que sostiene en Gipuzkoa, Araba y, sobre todo, en Bizkaia. La mediana y pequeña burguesía altonavarra y vasco-francesa, para entendernos, nunca ha apostado, salvo contadas excepciones, por el nacionalismo vasco, y son otras opciones como UPN, CDN, UMP y MD, quienes les representan de forma mayoritaria. Podemos decir que ahora todo el país es Nafarroa Garaia, para lo bueno y para lo malo.
El cambio de paradigma que va a suponer un lehendakari del PSOE en Ajuria Enea traerá consigo otra serie de movimientos que es difícil predecir en este momento. La línea política que desarrolle Patxi López, vigilado de cerca por el PP, será un factor determinante, así como la forma en que EAJ-PNV se plantee la oposición. Un gobierno PSOE-PNV no puede ser descartable a medio plazo, sobre todo si el enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy en España se encona aún más.
Quienes habitan Sabin Etxea deberán abordar una profunda reflexión sobre su papel en el futuro. Si optan por continuar en una línea autonomista, buscando la centralidad política de la CAPV o si prefieren dar un salto hacia adelante y realizar una apuesta soberanista convincente buscando aliados en la izquierda independentista, para que el Estado se vea obligado a reconocer el derecho a decidir de este pueblo.
Pero la reflexión también debe ser abordada por las diferentes fuerzas de la izquierda independentista, desde EA hasta Batasuna, pasando por Aralar, ELA o grupos sociales y personas independientes. Es evidente que así no se puede continuar por mucho más tiempo. Es imprescindible poner en marcha un proceso de análisis y debate que construya una apuesta estratégica de calado para los próximos 20 0 30 años. Todos las variables deben ponerse encima de la mesa, sin miedos ni reservas, y a partir de ahí tomar las decisiones que sea menester.
De no hacerse, se puede entrar en un periodo de decadencia difícil de sortear en el futuro. Ni valen subterfugios para no implicarse, ni tampoco empecinamientos, ni purismos ideológicos. Si seguimos esperando que las cosas se aclaren por sí mismas, puede que para cuando nos demos cuenta sea ya demasiado tarde. No sé si hay que hacer un polo soberanista, un bloque popular independentista, un Euskal Herritarrok bis o refundar la izquierda abertzale, las fórmulas pueden ser diversas. Pero parece evidente que de aquí a las elecciones municipales y forales de 2011 se deben dar los pasos necesarios para recuperar el terreno perdido, que empieza ya a ser demasiado.
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Hace poco preguntabas adónde irían los votos de la IA. Ahora ya lo sabemos: una parte -pequeña- han ido a Aralar. Y la parte del león (100.000 valiosos votos) a la basura. O más bien, a la saca del PSE/PP, que son quienes rentabilizan esta estrategia tan inteligente y constructiva de la IA. Así que, además de cornudos, apaleados.
ResponderEliminarVamos, que esto es hacer bacarrá.