El cruce de declaraciones entre los líderes del PNV y PSE se sustenta en una sola cuestión, la de quién sentará sus reales en la poltrona de Ajuria Enea, si seguirá Ibarretxe o se estrenará López. No se trata de enfrentar programas, ni líneas estratégicas, que por cierto son bastante similares, sino de determinar quien ocupa la lehendakaritza. Tuya, mía, tuya, mía...
Es igual que para lograr ese objetivo haya que pactar con el PSE, como plantea ahora Urkullu, o recibir los votos de PP y UPD, como asume sin mayores problemas López. Tanto uno como otro saben perfectamente que una vez investidos lehendakari tendrán la sartén por el mango para maniobrar hacia uno u otro sitio. Esto es la política desde el inicio de la civilización en Mesopotamia. Nada ha cambiado, Tener el poder es la clave y ni tan siquiera importa el número de votos que haya recibido cada cual o los escaños de que dispone cada grupo parlamentario.
Al final, en este fango nos movemos, y todo el mundo hace sumas y restas para ver si ha habido más votos abertzales o españolistas, mezclando en ambos casos churras con merinas. Es una manera de observar el país caduca y demodé. Nacionalistas consecuentes que hacen la cuenta y arriman a los suyos los votos anulados de D3M; independentistas que ahora creen que los votos al PNV son un freno al españolismo rampante, cuando hace una semana consideraban que era un partido traidor. Es difícil buscar la coherencia en tiempos de turbación como estos, pero un poco más de fundamento habría que pedir al personal.
El futuro no está escrito y aún hay tiempo para escribirlo de otra manera, piensan algunos. Otros arrojan la toalla y deciden refugiarse en sus pequeños mundos personales, al fin y al cabo el Athletic jugará en mayo la final de la Copa del Rey de España. Después de 24 años ha renacido la euforia futbolística, al menos en Bilbao, ¿por qué no puede renacer la independentista un año de éstos?
BESTE IRITZIAK
¿Quién le pone el cascabel al gato? Jakue Pascual, en "Gara"
Ametsa, amesgaizto Peio Urzelai, "Berria"n
Duros a cuatro pesetas Javier Ortiz en "Público"
No hay comentarios:
Publicar un comentario