2009/03/06

Enfadados

Aznar, Arzalluz y Mayor Oreja. Eran otros tiempos, allá por 1996.

Urkullu está enfadado. Arzalluz también. ¿Qué se creían? Todo tiene su fin, y el del PNV en Ajuria Enea parece que ha llegado. Un partido que sin hacer grandes cosas en tiempos de Franco, más bien al contrario, ha monopolizado el poder autonómico en la CAPV durante treinta largos años. Tiene su mérito, sin duda, sobre todo teniendo en cuenta que nunca han conseguido la mayoría absoluta con los votos propios, ni siquiera se le han acercado. Es más, incluso han tenido la lehendakaritza con menos escaños que el PSE-PSOE.

Por lo tanto, y sin entrar a valorar las intenciones de este último partido, que no son muy honestas, lo cierto es que el PNV está empezando a morder el polvo que él mismo ha ido dejando por el camino. Sus innumerables complejos a la hora de definir una política soberana, independiente de Madrid y sus dineros, le han llevado a esta delicada situación. Su aceptación implícita de la Ley de Partidos, denunciada con la boca pequeña, ha traído estos lodos. Su falta de cintura para dialogar con los "batasunos", ha creado este escenario ingobernable.

Porque lo mejor que podría hacer EAJ-PNV es dejar el camino libre a Patxi López y una vez éste en Ajuria Enea someterle a la presión que pueden ejercer 30 parlamentarios en la oposición. Pero estoy seguro de que ese no va a ser el plan del EBB, que preferiría seguir en el machito, controlando la Ertzaintza y las haciendas públicas, a costa de renunciar a la lehendakaritza y de paso a la dignidad.

Hablan Urkullu y Arzalluz de golpe, pero hay que decir que en un sistema democrático -este no lo es- se investe presidente a quién reúne el mayor número de apoyos. Es evidente que en esta ocasión esa persona es el candidato del PSE-PSOE y no el del PNV, por lo que lo lógico es que sea López el presidente autonómico.

Ahora bien, otra cosa es aceptar como normal que la derecha y la extrema derecha de PP y UPD coloquen en el sillón de Ajuria Enea a un representante del PSOE, su mayor enemigo en el Estado español. ¿Por qué en la CAPV se entienden y en Madrid o en Galicia se dan de palos? Muy sencillo, porque el eje que priorizan es el nacional vasco/español, en detrimento del político derecha/izquierda. Están reconociendo de forma inplícita que López es el candidato de los españolistas, sucursalistas o estatalistas, como se prefiera.

Quienes se pasan todo el santo día hablando de alianzas nacionalistas y otras zarandajas, se montan una alianza españolista que se carga en cinco minutos todo el mensaje envenenado de la transversalidad y el no frentismo. Es cierto que el Pacto de Lizarra era fundamentalmente un frente nacionalista vasco, con la incrustación de EB, pero el acuerdo entre PSOE y PP para desbancar a Ibarretxe es también un frente nacionalista, en este caso español. No hay que darle más vueltas.

Ya sabemos que Basagoiti no es Mayor Oreja y que López no es Redondo Terreros, pero a la hora de la verdad van a hacer cosas parecidas, aunque dulcificadas en las formas. Después de ocho años nos vamos a encontrar con el mismo panorama que fue espantado por los 600.000 votos a Ibarretxe, que en esta ocasión no se han producido. Que Urkullu y Arzalluz sigan enfadados un rato, pero que una vez consumada la tragedia griega que les viene encima, reconozcan sus errores, sus ardanzas y josujones, y se pongan a trabajar, pensando más en el país que en el partido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario