La comparecencia de cualificados representantes de la izquierda independentista, encabezados por Arnaldo Otegi, sirvió el lunes para mostrar el ánimo existente en las filas abertzales. Una vez analizados los resultados de las urnas, en las que las papeletas de D3M fueron anuladas, que no invalidadas, tocaba hacer los deberes, que no son pocos.
En el acto se habló de que los cerca de cien mil votos cosechados demuestran la capacidad de resistencia de este sector político y social. Es indudable que existe esa capacidad, pero no hace mucho se dijo solemnemente que hay que pasar del "resistir es vencer" al "convencer es vencer". Parece que en eso estamos. Por ello hay que añadir al análisis que el desgaste sufrido ha sido evidente. Puede que sea explicable por el acoso y la ilegalización sufridos, pero hay que reconocerlo.
De hecho, el anuncio de una ronda de contactos con las fuerzas que se muestren a favor de construir el Estado vasco, para realizar contraste de análisis y, posteriormente, sumar fuerzas, es una implicita demostración de que es hora de reagruparse, de tragarse algunos sapos, bastante indigestos, creo yo, y de poner en marcha una dinámica diferente, que yo situaría en lo que significó en su día, con todas sus limitaciones y errores, Euskal Herritarrok.
Esa suma de fuerzas deberá hacerse, según lo explicado ayer, por vías pacíficas y democráticas, una vez puesto en marcha un proceso democrático que así lo permita. Se trataría, sin entrar en detalles, del cuarto gran intento de superar el conflicto entre Euskal Herria y los estados español y francés en estos últimos 25 años. Un ambicioso objetivo que debe contar con una hoja de ruta bien diseñada, para impedir que se caiga en anteriores errores.
Pero lo que más llama la atención es el adjetivo eficaz de la comparecencia. Se dijo que hay que poner en marcha una estrategia independentista eficaz, lo que viene a significar que la actual, o las anteriores, no lo han sido, lo que por otra parte parece obvio, visto el lugar en el que nos encontramos. Para buscar esa eficacia habrá que dar pasos en ese convencimiento que se toma como lema de trabajo. Recuperar a quienes se han ido quedando por el camino, por uno u otro motivo, puede ser una bonita manera de empezar a sumar. Y luego, lo de después, como se dice por aquí.
Objetivo I: «Abrir el proceso democrático que necesita Euskal Herria, para que por medio de la negociación y el acuerdo nos lleve a un escenario político en el que todos los proyectos políticos, incluido el independentista, no sólo sean defendibles sino que sean también alcanzables, sin más limitación que la voluntad popular expresada de forma libre, democrática y pacífica».
Objetivo II: «Volver a situar a los trabajadores y a los sectores populares de este país en el centro de los intereses políticos, económicos y sociales en Euskal Herria»Entrevista con Arnaldo Otegi en ETB: Puede abrirse un nuevo proceso
Ezker abertzalea: Autodeterminazioaz independentzia
Aralar: Datorren Gobernuari erantzun sozial eta politikoa
Eusko Alkartasuna: Ezohiko Batzarra ekainaren 20an
Pero eso, en concreto, que significa? Proponer el diálogo con Aralar, EA y sectores del PNV? Y como superar la ilegalización de Batasuna?
ResponderEliminarLo siento, mi pregunta no tuvo en cuenta lo que Otegi dijo el pasado lunes. Sólo hoy he podido leer algo sobre esa comparecencia y esa oferta de diálogo a todos los movimientos independentistas que de verdad desean un Estado vasco.
ResponderEliminarPregunta respondida (excepto la segunda).