2007/09/30

¿Órdago o farol de Ibarretxe?

El lehendakari Ibarretxe, por una vez, ha sorprendido. Ha puesto fecha a una consulta que venía esgrimiendo durante los últimos años, pero que nunca se llegaba a concretar. Reconozco que, como la mayoría de los participantes en la encuesta de aquí al lado, nos hemos equivocado adelantando que de consulta nada de nada. Si el tiempo no lo impide y la autoridad lo permite (dudas ya hay) el 25 de octubre de 2008 los ciudadanos de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, salvo Trebiñu y Villaverde de Turtzioz, estaremos llamados a pronunciarnos sobre una cuestión que aún está por definirse.

Y es que, pese a tener fecha, la propuesta de Ibarretxe sigue siendo enigmática y confusa. Habla de un proceso de acuerdo, pero no se sabe con quién, si con el PSOE de Zapatero o con la izquierda independentista, o con ambos a la vez. Se supone que el PNV, sin Imaz, EA, EB y Aralar estarán apoyando al lehendakari hasta el final, por lo que teniendo en cuenta la postura contraria e inamovible del PP, solamente quedan esas dos opciones para sacar adelante el "proceso", como le llaman en "Deia".

Además, hasta que no se conozca la pregunta de la consulta, seguiremos ignorando el alcance de la misma. Si se limitará a preguntar a la ciudadanía su conformidad con un proceso de paz y de derecho a decidir o incluirá algún otro aspecto relativo a la territorialidad.

Es evidente que si la propuesta del lehendakari coge fuerza y sigue adelante, aun con la oposición del Gobierno español, puede aglutinar en torno a ella una gran mayoría de fuerzas nacionalistas y progresistas. La izquierda independentista deberá examinar con detenimiento los pros y los contras de la misma, antes de adoptar una posición definitiva. Un error de cálculo podría ser muy perjudicial para este importante sector de nuestro pueblo. La propuesta de Ibarretxe no incluye a Nafarroa Garaia y de ahí la postura negativa mostrada por EHAK y Batasuna en un primer momento. Sin embargo, como señala Imanol Murua en "Berria", el llamado "Plan Ibarretxe" tampoco incluía ese territorio, y sin embargo, la izquierda independentista le concedió la mitad de sus votos, logrando con ello que saliera adelante en la cámara de Gasteiz.

Detrás de toda la operación hay notorios intereses electorales y de lectura interna para el PNV. Aglutinar a sus bases en torno a una idea-icono, la consulta, y olvidar las divisiones de estos cuatro últimos años es un propósito claro. Además, se lanza a la ciudadanía un señuelo, similar al de 2001, en torno a la defensa del país frente a la imposición de Madrid. En el mes de marzo hay elecciones legislativas españolas y en el 2009, si no se adelantan , autonómicas. Sería de ingenuos no tener en cuenta esas circunstancias.

Dicho todo esto, conviene señalar que lo ocurrido el viernes en Gasteiz no es sólo un asunto coyuntural para tapar heridas internas y sangría de votos, sino que trasciende mucho más. Ibarretxe conquista de nuevo la centralidad política, incluso con ETA actuando, y obliga a todos los demás agentes a posicionarse en torno a su propuesta. Puede que al final todo quede en un acuerdo "transversal" con el PSOE, como apoyó Imaz en su despedida en Foronda, pero también es posible que el lehendakari no vaya de farol y el órdago sea de los que marcan todo un tiempo político.

Durante estos próximos meses se irá desbrozando el camino y se despejarán muchas incógnitas. Pero no hay duda de que tenemos por delante un año de acelaraciones y frenazos políticos en ese tren del que Ibarretxe quiere ser el maquinista y que se dirige hacia no sé sabe dónde (por el momento).

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