2007/08/01

Un deporte de tramposos

He amado el ciclismo toda mi vida. Lo he practicado hasta que una caída tonta me partió la clavícula derecha en varios trocitos. Lo he seguido por la televisión desde niño, especialmente el Tour de Francia. Ni el verano pasado ni éste he visto etapa alguna de la carrera. El motivo es bien sencillo, hace años que ha dejado de ser un deporte limpio. Se está conviertiendo en un espectáculo de tramposos, en el que el más listo se lleva el gato al agua.

Todo el que tenga un mínimo conocimiento sabe que el mundo del ciclismo está corrompido moralmente. A los chavales se les exige demasiado desde muy temprana edad. Sólo cuentan los resultados y el espíritu deportivo ha sido sustituido por el afán de triunfo, de lograr gloria y dinero rápido. El que se queda atrás es un perdedor y no vale para el "negocio". Así está montado todo y las consecuencias se están viendo estos últimos años. Hombres destrozados por la ingestión de productos farmaceúticos, legales e ilegales, que se esconden tras el silencio de los demás. Nadie quiere hablar claro y el que lo hace es expulsado inmediatamente del "mundillo".

¿Quién es el responsable? Se trata de un cúmulo de circunstancias sumadas. Los patrocinadores exigen victorias y horas de televisión, los managers y directores necesitan ganar, los corredores lo mismo. Los medios de comunicación tienen que "vender" héroes, escapadas, grandes gestas. Quedar el quinto en la general no sirve ya de nada. Hay que destacar. Al final, unos se cubren con otros y nadie es capaz de salir de la burbuja, respirar aire limpio y denunciar la situación.

Existe un grupo de aficionados, numeroso, que justifica a los ciclistas porque si se cae el "chiringuito" ellos también van a perder: No tendrán ocasión de disfrutar en los Pirineos. Hablan de los ciclistas como víctimas, comentan lo largo de las etapas, las subidas interminables y argumentan que es imposible correr tanto comiendo pan con chocolate. ¿De qué hablamos?

Ese tipo de posiciones justifican, consciente o inconscientemente, que los ciclistas "tomen". Así de claro. Esos aficionados no aman el deporte, ni el ciclismo. Tan sólo disfrutan del espectáculo, pero estamos hablando de cosas distintas. En esta historia nadie es inocente. Federaciones y UCI, patrocinadores, managers, ciclistas, médicos, espectadores, periodistas y televisiones tienen una cuota de responsabilidad, cada uno la suya . Los ciclistas no son los únicos responsables. Es verdad. Pero la solución sólo puede venir de su mano. Si se pararan un momento a reflexionar, se darían cuenta de que el "chiringuito" se les puede caer encima muy pronto: El día en el que la mayoría de casas patrocinadoras se nieguen a poner dinero en un deporte de tramposos y las televisiones dejen de retrasmitir las etapas en directo. Ese mismo día, el ciclismo se habrá terminado, al menos como lo hemos conocido en los últimos cincuenta años.

Espero que no se llegue a semejante situación. Sin embargo no veo ningún conato de reacción ebtre los corredores, salvo el clásico encogimiento de hombros, aguardando que la tormenta amaine. Pero no va a amainar, eso es seguro, y si el Tour se derrumba, el ciclismo se muere.

3 comentarios:

  1. Muy bien dicho, mi amigo. Ojalá tu texto haga eco en esta estrutctura ya tanto podrida del deporte.
    Mil abrazos
    Paulo Gaiger

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  2. Ahora parece que solo en el ciclismo hay trampas. En el futbol se aplaude que alguien simule un penalty. O se sacan pulseras si da positivo. Por no hablar de las trampas de la politica. O el uso de la "trampa" los sabados noche por mucha-mucha gente. No sere quien clame la inocencia pulcra de los ciclistas. Pero que si se habla del dopaje en el ciclismo, no se habla de otros casos.

    PD: como te lea el del ciclismo de Gara se te va a enfadar, que es forofo de Mayo!!

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  3. Hablo de ciclismo porque es lo que me ha gustado más como deporte. Ya sé que pasa algo parecido en el remo, el atletismo, lahalterofilia y otros deportes, incluido el fútbol, pero lo doy por sabido. Que los políticos se chuten me da igual mientras no roben el dinero público. No son deportistas y estoy hablando de deporte.
    De Mayo, mejor no hablar.

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