2008/11/07

¿Y si Obama no fuera realmente tan negro?


La mercadotecnia puede hacer milagros. Que nadie lo dude. Puede conseguir, por ejemplo, que la gente piense que las principales vćtimas de la crisis financiera sean los banqueros, esos pobrecitos que han perdido millones de euros en un plis-plas. Esa nueva ciencia puede hacernos creer que lo único verdaderamente importante es que Barak Hussein Obama, hijo de keniano y estadounidense blanca, sea el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca. Es un dato relevante, pero no el decisivo. Sin embargo debo decir que la alegría manifestada por la población negra de USA por ese hecho, es también mi alegría. Hay que entender lo que supone que un mestizo -que no negro- como Obama vaya a ser el nuevo presidente en un país en el que hace pocas décadas la segregación racial era un hecho cotidiano.

Sin embargo, sobrevalorar el color de la piel de Obama no es una buena receta. Sus orígenes étnicos romperán moldes, es evidente, pero se trata de una persona forjada en la elite. Sus padres. ambos doctores, él en economía y ella en antropología, así lo demuestran. No es pues Obama un niño de barrio conflictivo, ni se ha fajado en la lucha antiracista. Su estatus social no se lo ha permitido. Por lo tanto, habrá que fijarse más en su programa y en su equipo para tener una idea aproximada de hacia dónde camina.

En cuanto al programa, no hay duda de que incorporará medidas que puedan beneficiar a parte de sus votantes, negros e hispanos, intentando hacer algo similar a lo que en Europa conocemos como Seguridad Social. Otra cosa es que lo logre. Habrá también medidas fiscales que ayuden a las familias de clase media y baja. O eso se espera. Pero su mayor trabajo será combatir la crisis. Su apoyo incondicional al plan anticrisis de George W. Bush no augura grandes sorpresas y seguro que no se va a convertir en el azote de Wall Street.

Respecto a su equipo, poco sabemos aún. El judío Rham Emanuel será su hombre de confianza. Un brillante soldado voluntario con Israel, hijo de sionista ruso, y con buenas relaciones con la banca de inversión. Izquierdista no parece ser este muchacho. Además, Obama tiende a recurrir a gente con experiencia que estuvo con Bill Clinton en el poder. Y Clinton ya sabemos lo que hizo. Más bien poco. Sobre los rumores de que contará con Colin Powell en Defensa, mejor no hablar. Simplemente dan miedo.

Habrá que esperar acontecimientos, pero su deseo de aumentar las tropas en Afganistán, sus dudas sobre la retirada de Irak y su falta de guiños hacia Africa no parecen los mejores augurios. Tal vez cuando se siente en el despacho oval deje de ser tan prudente y haga algo por el change que tanto ha prometido. Mientras tanto, esperemos que ese 50% de sangre negra que lleva en su venas se haga valer y nos ofrezca algo diferente, también a nosotros, los vasco-europeos de Euskal Herria.

2 comentarios:

  1. Igual Obama es descendiente de Sabino Arana.... no te digo!

    Mientras sigais más pendientes del ADN que de vuestro "verdadero problema" vais de culo, cuesta abajo y sin frenos.


    Saludos, paisano.

    ResponderEliminar
  2. A mí, personalmente, el ADN me importa un rábano. Creo en la mezcla, pero también en el respeto a las culturas propias, a todas, no sóĺo a la mía.
    En cuanto al "verdadero problema", si sigues mi blog, sabrás que intento buscar nuevas vías de solución, alejadas de las fórmulas gastadas de unos y otros.
    Y si somos paisanos, saludos, y si no lo somos, más saludos.

    ResponderEliminar