
Se podrá decir de otro modo, incluso más alto, pero no más claro. Si han perdido Cuba y Filipinas, Sahara y Fernando Poo, ¿a qué tanto drama por perder Euskal Herria? Las almas dolientes españolas, que no se preocupan un carajo de la desertización de su suelo, de la integración de los emigrantes o del desmantelamiento de las centrales nucleares ¡Esas sí que son peligrosas!, se entretienen día y noche en lamentos y lloriqueos por la futura desmembración de "la piel de toro", ¡pero qué cursis son, Dios mío!
Lean el libro, disfruten con Esparza y contribuyan así a la conservación de la biodiversidad ideológica, que falta nos hace. La referencia es "Cien razones por las que dejé de ser español", Jose Mari Esparza Zabalegi, Ed. Txalaparta, Tafalla 2006. Me dicen que ya va por la tercera edición. Que no sea la última.
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