2024/06/10

El declive del PNV

Los resultados de las pasadas elecciones europeas de este domingo han confirmado, a nivel continental, el empuje de la ultraderecha en estados como el francés, el italiano o el alemán, y de forma paralela, una preocupante tendencia a la baja de la izquierda socialdemócrata en esos mismos países. Eso sí, el Partido Popular Europeo sigue siendo el grupo parlamentario más numeroso y continuará liderando la UE, en concierto con liberales y socialdemócratas.

A. Ortuzar, O. Agirregoitia e I. Bilbao. Foto EAJ-PNV

Si nos centramos en el Estado español nos encontramos con una victoria ajustada del PP, que no consigue debilitar al PSOE, pese a la dura campaña de acusaciones de todo tipo orquestada por el equipo de campaña de Nuñez Feijóo. Estaban persuadidos de destrozar a Sánchez, pero el presidente es duro de roer y resiste. Los problemas le van a venir de su socio de coalición en el gabinete, Sumar sigue sin levantar cabeza. Su flamante coordinadora, nombrada en marzo, ha llegado a duras penas a junio. Habrá que aplaudirla por no aferrarse al cargo, aunque no estaría de más que, de paso, dejase también el ministerio y la vicepresidencia. 

En lo que respecta a Euskal Herria, es de destacar el nuevo tropiezo electoral de EAJ-PNV, que se sitúa como tercera fuerza en Hegoalde, por detrás del PSOE y EH Bildu, posición que también registra en el cómputo de la CAPV. El partido jeltzale ni siquiera es capaz de vencer en su feudo de BIzkaia. Pese a las señales de declive que muestran los resultados cosechados en las últimas citas con las urnas, la dirección del partido no parece estar capacitada para poner en marcha una reacción que detenga la sangría de votos. Celebra Ortuzar que hayan conseguido un escaño gracias a la coalición CEUS, donde están Geroa Bai y Coalición Canaria, entre otros. Sin embargo recurre a la abstención y al voto útil al PSOE como causas principales para explicar el bajonazo sufrido en las elecciones europeas.

El partido realizó un proceso interno de reflexión, "Entzunez eraiki", donde jugó un papel importante Imanol Pradales, pero por el momento no parece que haya servido de mucho. En ese proceso detectaron, hace hasta gracia, que el PNV emanaba hacia su exterior una cierta imagen de amiguismo, Característica unida históricamente a la trayectoria del partido y de la que no han sido capaces de desprenderse. ¿Se acuerdan del proceso de reclutamiento de jóvenes afiliados para engrosar la primera Ertzaintza? Pues eso mismo.

Hay, no obstante, otras cuestiones que señalan al partido negativamente, como su proximidad congénita a la patronal, en detrimento de un dialogo más fluido con los sindicatos de trabajadores. La visceral postura antisindical de Urkullu, al que le irritan las huelgas y movilizaciones obreras, ahí está y no parece que dentro del partido haya alguien dispuesto a levantar la mano y señalar el problema.

Las relaciones de cercanía con grandes multinacionales como Iberdrola y Repsol tampoco ayudan a crear un imagen amable del partido. Las amenazas veladas del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, de dejar en suspenso importantes inversiones industriales en Euskal Herria debido a la política fiscal del gobierno español, tampoco ayudan. Recordemos que Imaz fue presidente del EBB del PNV.

Casos de corrupción como la trama alavesa de De Miguel o los tres alcaldes imputados en Alonsotegi, municipio natal de Iñigo Urkullu, contribuyen a acrecentar el recelo hacia el partido jeltzale. Es cierto que durante muchos años la sociedad no ha castigado electoralmente estos comportamientos, pero es posible que, por el motivo que sea, ahora sí que lo hace. Una ciudadanía más exigente, incluso entre las bases de la formación, que no ven con buenos ojos nombramientos como el del ex parlamentario Iñigo Iturrate como director del Palacio Euskalduna, en detrimento de una profesional contrastada como Nerea Lupardo, que había saneado las cuentas de la entidad pública. Un caso de puerta giratoria de manual.

Resulta evidente que si EAJ-PNV no se toma en serio los múltiples problemas que le afectan, tanto en su funcionamiento interno (abrupto relevo de Urkullu), como en el ámbito de la gestión institucional (Osakidetza, Residencias, Educación, Servicios Sociales) se va a encontrar a medio plazo con grandes apuros a la hora de recoger apoyos electorales. Mientras el castillo de Sabin Etxea daba la impresión de ser inexpugnable, todo iba bien, pero en el momento en el que se empiezan a observar grietas en su fachada, el riesgo de derrumbe aumenta exponencialmente, Las elecciones europeas han sido el cuarto aviso, tras municipales, generales y autonómicas. Que Andoni Ortuzar tome buena nota o que vaya dando paso el siguiente. ⧫ 

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