2023/04/14

Repliegue

Fue en junio de 2016 la última vez que el amigo Sterling McGray me transmitió su opinión sobre el llamado proceso vasco. Ha llovido desde entonces, pero las grandes líneas discursivas permanecen intactas. No se vislumbra una salida inminente al conflicto enquistado entre Euskal Herria y los estados español y francés. Una de las razones de la falta de comunicación con el profesor emérito de la University of Western Ontario (UWO) en London, hay que achacársela a la edad, frisa los 70 años, y a que tras obtener la jubilación tomó un largo año sabático, en realidad dos años, para conocer en profundidad sus raíces australianas en la localidad de Sawyers Valley, en las inmediaciones de Perth, en Western Australia, de donde era originario Samuel McGray, padre de Sterling.

University of Wester Ontario (London). Foto: UWO

El profesor me indica en una amable carta remitida por correo postal que "hace ya más de seis años que no me ponía en contacto contigo. la verdad es que he tenido algún que otro contratiempo relacionado con los achaques de la edad y se me han acumulado las novedades a comentar sobre el proceso de liberación de tu querida tierra. No entraré en el análisis coyuntural pero sí quiero remarcar algunos aspectos de obligada referencia. Aquí en Ontario las noticias me llegan a veces de golpe, con alguna visita académica desde Europa, pero también con información que voy recogiendo de medios de comunicación vascos, españoles y franceses". 

McGray afirma en su misiva que el primer cambio a destacar en este paréntesis comunicativo reside en la disolución de la organización clandestina Euskadi Ta Askatasuna. "Creo que ese paso era previsible tras el cese definitivo de su actividad el 20 de octubre de 2011, pero no por ello deja de ser uno de los acontecimientos más importantes de la década". Añade el profesor que "tras 60 años de actividad, parte de ella armada, ante dos poderosos estados, y tras una lucha que ha llevado a personas de varias generaciones a darlo todo por la liberación nacional y social de su pueblo, termina un ciclo político extraordinario".

Agrega McGray en su texto mecanografiado que "desde la comodidad de mi despacho de profesor emérito de la UWO espero que quienes hayan considerado conveniente echar el cierre a ese largo ciclo sepan explicar los motivos y que las generaciones venideras sean capaces de tomar el testigo en la lucha por un mundo más justo con las herramientas adecuadas a cada momento".

El profesor de origen australiano añade que "otro aspecto que me ha llamado la atención de la escena política vasca ha sido el bajo porcentaje de apoyo a la independencia que reflejan las encuestas, frente a las llamadas fórmulas federales o de mayor autonomía. No sé si el cese de ETA ha supuesto el comienzo del declive de las posiciones independentistas. Unido al descenso de la marea independentista me alarma también el uso de vuestra lengua, que no termina de despegar, y que incluso retrocede en ciertas zonas. El conocimiento del euskara no asegura su utilización cotidiana y es un aspecto que deberían valorar las autoridades culturales de vuestro país".

Entre las noticias positivas de los últimos tiempos, McGray destaca que la gran mayoría de presos políticos han sido acercados a prisiones de Euskal Herria o zonas limítrofres, dándose por finalizada la política de alejamiento de los presos de su tierra y entorno. No obstante el profesor sitúa el hecho como un primer paso hacia la excarcelación de todos los prisioneros políticos, ya que su mantenimiento en las celdas no se corresponde con el panorama político que se vive en la calle.

En cuanto al futuro del proceso independentista, McGray afirma que "no me atrevo a entrar en demasiados detalles, pero observo un cierto repliegue en las dinámicas liberadoras. Vuestro país no se puede aislar de las dinámicas globales, como la creciente ola de individualismo que está ganando también enteros entre los habitantes de Euskal Herria. En la vida política cada actor se ocupa de su organización, sin perspectivas de colaboración que puedan aglutinar a grandes masas cara a la movilización. No soy optimista en cuanto a un cambio progresista en lo social en un futuro próximo".

Tras señalar que según su opinión el trabajo institucional de la izquierda soberanista no está dando grandes frutos, el profesor termina su carta diciendo que "como analista que intenta aplicar la política comparada, los procesos de liberación nacional deben tener un gran apoyo social en las instituciones, pero sobre todo en la calle, de manera que los estados lleguen a valorar los beneficios y las pérdidas de mantener la opresión y opten por levantar el pie con el que aplastan a los pueblos oprimidos. El trabajo de mantener viva la reivindicación de la libertad corresponde a todas las persona conscientes de las opresiones, tanto por parte de las personas más jóvenes, con sus ganas de luchar, como de las personas más veteranas, que no tienen intención de rendirse".

Esperemos que el profesor Sterling McGray no tarde otros seis años en volver a dar señales de vida y nos alumbre con sus análisis desde su privilegiado observatorio de London en Ontario. ⧫








1 comentario:

  1. Anónimo7:56 p. m.

    zoritxarrez,mcgray jaunagaz batetorri behar.bete-betean asmatu du bere analisian.uxela euskaldun jende herrizalea itzarriko balitz!

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