2019/03/13

"Mal de manos", la novela


Entrevista a Joxerra Bustillo, autor de Mal de manos

“Soy partidario de que el lector o la lectora participe en la historia, adivine cosas y tome decisiones; que te lo den todo mascado es muy aburrido”

Joxerra Bustillo (Gordexola, 1958) es conocido como periodista. Trabajó durante muchos años en los diarios Egin y Gara y actualmente lo hace en Euskal Memoria. Es autor de numerosas publicaciones sobre temas relacionados con la economía, el periodismo o la historia. Su faceta literaria, en cambio, ha sido desconocida hasta ahora incluso para los más íntimos. Y, sin embargo, la ha cultivado “desde siempre”. Mal de manos es la primera novela que publica, pero no la primera que escribe.

¿Qué va a encontrar el lector o la lectora en Mal de manos?
Diría que bastantes cosas entrelazadas. La trama gira en torno a Eusebio Aspuru, un periodista deportivo al que le encargan escribir la biografía de Domingo Arriola, un pelotari que, por pegada y facultades, pudo llegar a ser campeón y que, sin embargo, por su afición a la juerga y otras circunstancias, acabó mal. Sobre un escenario general vinculado al mundo de la pelota, se traza la trayectoria personal y profesional de Arriola, incluidos sus zigzagueos políticos en los últimos años del franquismo. He querido hacer de Arriola un personaje complejo, en cuyo retrato la escala de grises se impone al blanco y negro. Existe una ambigüedad en su manera de comportarse que creo que casa bien con el ambiente de franquismo sociológico en el que tanta gente se movió en aquellos años sesenta y setenta. Hubo menos héroes y mucha más gente corriente de lo que quizá nos gustaría.

No parecía un thriller y, sin embargo, ha terminado siéndolo.
Cuando abordé esta novela, en ningún momento me planteé hacerlo como un thriller, pero los personajes y sus circunstancias me fueron llevando por caminos intrincados, hasta que me pasó lo mismo que a Aspuru, que lo que iba a ser una biografía se transformó en una historia de intriga. Yo espero que el lector o la lectora le suceda algo parecido, que a lo largo de la lectura le acompañen las mismas dudas que a Aspuru y se involucre en esclarecerlas, decantándose por una u otra solución, que apenas se atisba en el texto. Porque soy partidario de que el lector o la lectora participe en la historia, adivine cosas y tome decisiones. Como lector, que te lo den todo mascado me parece muy aburrido.

Joxerra Bustillo en la librería Elkar de Donostia. Foto: Andoni Canellada/Foku


¿Por qué nos atrae tanto la figura del ídolo caído “por su mala cabeza”?
Existen razones que cualquier psicólogo será capaz de explicar mejor que yo, pero es evidente que las historias de perdedores nos atraen mucho, quizá porque se parecen más a las nuestras, a las de la gente corriente, que somos la gran mayoría.

La novela está ambientada en el mundo de la pelota, pero quizá podría haberlo estado en cualquier otro ámbito.
Efectivamente. Mal de manos en ningún caso es un libro de pelota o sobre pelota. El mundo de la pelota en este caso no es más que un decorado en el que se mueven los personajes. Utilizo como recurso literario lugares comunes, como el asunto de los partidos amañados, que no tienen por qué tener nada que ver con la realidad. Esto es una novela, pura ficción, y espero que nadie se sienta dolido.

El telón de fondo de la novela no es solo el mundo de la pelota sino también los últimos años del franquismo. Un amigo al que Aspuru recurre para comentarle las dudas que le ha suscitado la investigación le pregunta: “¿No estarás convirtiendo la biografía de Arriola en un ensayo sobre la violencia?”. Aspuru lo niega. ¿Y Joxerra Bustillo?
También y, además, categóricamente. Pero eran años marcados por la represión de la dictadura y la respuesta violenta de ETA. Arriola se mueve entre ambos polos y, aunque va a lo suyo, en el pueblo suceden cosas de las que ni siquiera él puede quedar al margen. De modo que la novela no es en absoluto un ensayo sobre la violencia, pero tampoco elude la presencia de la misma en la vida cotidiana de nuestro país.

La cuadrilla, en la que paradójicamente Arriola apenas tomaba parte, termina jugando un papel fundamental…
La cuadrilla es la cuadrilla, un valor sagrado, sobre todo en nuestro país. Hay un compromiso de protección mutua que no puede ser incumplido.

¿Y Goyito?
Goyito empezó siendo una simple muletilla de Arriola, su confidente, pero le fui cogiendo cariño. Es un personaje secundario, pero creo que refleja a ese tipo de personas fieles no ya a la amistad sino a un amigo concreto por encima de todo. Creo que en nuestros pueblos y barrios todos conocemos a algún Goyito.

Un tema colateral que aparece en la novela es el del despoblamiento rural.
Aspuru se retira a un pueblo castellano para trabajar sin distracciones. Allí escribe la biografía de Arriola, pero también un dietario en el que da cuenta de su día a día en el pueblo. Es en ese dietario donde se refleja la problemática derivada de la despoblación, que conozco bastante de cerca y me preocupa. En Euskal Herria, salvo en el Pirineo, no parece aún importante, pero en Castilla o Aragón es una realidad tremenda, a la que los gobiernos de turno no quieren hacer frente, quizá porque consideran que son pocos los votos en juego y no merecen la pena. A mí me parece una auténtica tragedia social.

Hasta ahora habíamos conocido a Joxerra Bustillo como periodista, pero ignorábamos su faceta literaria.
Es una faceta más íntima, que incluso amigos míos desconocen, pero llevo escribiendo muchos años, en realidad, “desde siempre”. Primero, poesía; luego, relatos, y, de un tiempo a esta parte, novelas, aunque Mal de manos es la primera que publico.⧫

Txertoa argitaletxea


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