Las intervenciones de Rafa Díez Usabiaga, Arnaldo Otegi y Rufi Etxeberria han sido tan contundentes en la defensa de una estrategia pacífica y democrática, que los servidores del Estado se ha quedado con el pensamiento en Babia. Pero es que, además, las declaraciones de sus peones policiales no han aportado pruebas de ningún tipo, ni siquiera indicios, tan sólo sospechas y conjeturas.
Arnaldo Otegi epaiketan. www.noticiasdenavarra.com |
El alegato final de Arnaldo Otegi, pidiendo a los independentistas que sonríamos, porque vamos a ganar, es la mejor constatación de que la batalla política está ganada, y además por goleada. Si tras diez años de Ley de Partidos, de ilegalización, de detenciones y de represión, la izquierda independentista ha logrado obtener 313.000 apoyos en Hego Euskal Herria, nadie la puede parar ya, salvo los tanques de la Brunete real. Y en Europa no se admitiría, a estas alturas, una intervención militar para sofocar lo que viene, la independencia.
Podrán mantener encarcelados a los artífices de la nueva estrategia independentista, podrán retrasar el estallido del proceso soberanista por un tiempo, pero con medidas de fuerza no van a conseguir impedir que este pueblo alcance su libertad, más temprano que tarde. Al contrario, van a lograr que el proceso se acelere, aumentando entre la ciudadanía el deseo de soltar amarras con un Estado que, en vez de plantear soluciones, tan sólo ofrece problemas.
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