El visionario Oteiza, en medio de la sopa de siglas existente en aquel momento histórico, antes de las primeras elecciones "democráticas" que ganó la UCD de Suárez, anticipaba un escenario político marcado por la presencia de cuatro polos básicos. Un esquema que a lo largo de estos años, con los consabidos altibajos, apariciones y desapariciones, puede empezar a consolidarse en la nueva etapa que está a punto de nacer.
Foto: orokieta.net |
En las cuatro tizas hay oscilaciones, cambios, reajustes. Es posible que las siga habiendo en los próximos años. No obstante, la atracción que van a ejercer los polos principales hará que, poco a poco, esos ruidos vayan disminuyendo y se alcance una situación más estable, en la que la pugna por la hegemonía nacional de cada una de las tizas será el factor determinante.
No quisiera abusar de la siglas, pero al menos debo hacer un apunte global. En la derecha española se sitúan PP y UPN, más UPyD y CDN; en la izquierda española PSOE e IU; en la derecha vasca PNV y Hamaikabat; en la izquierda vasca la ex Batasuna refundada, EA, Alternatiba y Aralar. El mapa de Ipar Euskal Herria es similar, pero sus particularidades me obligan a tratarlo en el futuro, antes de los próximos comicios cantonales.
Las maniobras preelectorales que se están viviendo estos días, sobre todo en relación a Nafarroa Garaia y NaBai, no hacen sino reafirmar el cuadro general. Otra cosa es que futuros realineamientos nos deparen sorpresas y algunas de las piezas acaben en un polo que, en principio, no les correspondería. Pero tendremos tiempo de analizar esos fenómenos físico-políticos en próximas entregas.
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