Acuso recibo en este blog de la última misiva enviada por el profesor Sterling McGray desde Ontario, donde convalece de una reciente operación para solucionar sus problemas en la rodilla izquierda, renqueante desde hace años. Ante todo, le deseo una pronta recuperación y que pueda retomar su estudio sobre la independencia de Escocia, interrumpido por el contratiempo físico.
La relación epistolar que mantenemos Sterling y el que suscribe, siempre desde el máximo respeto, se ha ido enfriando en los últimos tiempos, debido a la incomprensión que muestra el profesor por la situación de Wasconia. Se siente bastante decepcionado, afirma que no entiende demasiadas cosas e insinúa que está a punto de arrojar la toalla por el bloqueo político existente. Esperamos que no sea para tanto y nos siga dando pistas.
McGray, en su -email, intenta repasar lo acontecido en los últimos meses [su última carta es de julio pasado] y carga la mayor parte de la responsabilidad en el PSOE. Con su permiso, reproduzco una frase al respecto:
Desde la lejanía en que me encuentro y pese a seguir con interés los acontecimientos del País Vasco, no puedo dejar de expresar mi amargura por la postura del partido socialista, empeñado en una apuesta por la vía policial, similar a la que emprendió en su día el tándem Aznar-Mayor Oreja y que, en mi opinión, no conduce a ningún sitio. Me parece incomprensible que personas como Eguiguren, Elorza o Genma Zabaleta no hagan un mayor esfuerzo de entendimiento y cedan todo el protagonismo en la cuestión a elementos como Pérez Rubalcaba y Rodolfo Ares, de una intransigencia enfermiza. Si se abre un nuevo tiempo, los interlocutores deben estar en la calle, no en Navalcarnero.
Sterling no acostumbra al insulto y dada su profesión, hila fino en sus críticas, pero creo que es muy claro en su intención. Del Partido Popular apenas dice nada, porque lo considera un actor de reparto en la obra, el menos de momento. Considera McGray que, de llevarse adelante una iniciativa en condiciones, la deberá apoyar, aunque sea mirando hacia otro lado.
El siguiente martillazo va para el clavo jelkide. Mi interlocutor siente una "profunda tristeza", dado que tiene buenos amigos en su seno, por la deriva tomada por el partido de Iñigo Urkullu, al que acusa de primar sus intereses a corto plazo, fundamentalmente de índole económica, sobre los intereses de país, a medio y largo plazo, con la apuesta por la apertura de una vía pacífica, democrática y ciudadana hacia la independencia.
Me llama la atención la posición del PNV, incapaz de ver más allá de sus intereses económicos y de poder provincial. Este partido no entiende lo que verdaderamente está ocurriendo en el seno de la izquierda independentista y se limita a esperar y ver, cuando debería de arriesgar en el camino hacia el entendimiento con ellos en los grandes temas pendientes: territorialidad, relaciones con los estados, derecho a decidir, etc. Puede perder su liderazgo social si no rectifica pronto.
El profesor, alejado de los dimes y diretes locales, apunta esbozos generales que dan bastante en la diana, creo yo. Estima que nos acercamos a un cambio de ciclo similar en importancia al acontecido a finales de los cincuenta, principios de los sesenta, con el surgimiento de la insurrección abertzale ante la inoperancia jelkide. De todos modos, también tiene palabras para la izquierda independentista, de la que alaba su afán por la búsqueda de soluciones, pero crítica algunos tics que no van con el momento presente.
No estoy al corriente de todos los datos, pero creo que en ese sector falta frescura para adoptar un perfil más incisivo en esta coyuntura. Les veo marcados por anteriores procesos, que tenían un esquema muy diferente. Ahora estamos ante un proceso unilateral y por tanto ellos deben ser los protagonistas absolutos. Lo demás, como diría los viejos libros, se les dará por añadidura. El miedo a lo desconocido puede ser un peligroso paralizante que hay que evitar a toda costa. Una vez debatido entre todos el camino a emprender, éste debe iniciarse con toda la tripulación a bordo, que nadie se quede con un pie en el andén, esperando por si acaso. O se coge el tren o se pierde, no hay vuelta atrás.
A riesgo de ser pesado, no puedo dejar de transcribir un último párrafo del e.mail. Para una vez que me escribe, hay que aprovechar. En el mismo se refiere a la actitud de los grupos políticos y agentes sociales y sindicales que, en teoría, pueden engrosar el Gune Independentista que se quiere construir.
No puedo dejar de señalar mi desazón por la falta de audacia que muestran algunos agentes o acompañantes del proceso de readecuación que se está viviendo en el independentismo. Llevan años insistiendo en que el camino ha de ser pacífico, democrático y político, y cuando se realiza la declaración de Altsasu, que incluye el respeto a los Principios Mitchell, siguen con la mosca detrás de la oreja, esperando más movimientos. No se dan cuenta de que es vital que arrimen el hombro para construir ese muro social soberanista, premisa que activará todas las demás decisiones. Sabemos por la ciencia física que en este mundo nada desaparece, puesto que todo se transforma. Pues eso mismo.
Deseándome, con su ironía anglosajona, que pase unas bonitas fiestas de Navidad, que sabe perfectamente que me cargan un montón, se despide McGray, prometiendo, eso sí, que cuando tenga ultimado el borrador sobre el asunto de Escocia, me enviará un resumen pormenorizado. Veremos si cumple esta vez.
ESTEKAK:
- Urizar insta a la izquierda abertzale a ser clara... - [deia.com]
- «Ideiak argi, gu gurera», esan die Ibarretxek alderdikideei Tolosan - Xan Harriague [berria.info]
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