Pero que Eusko Alkartasuna no haya aguantado el tirón en esta ocasión, como afirmó Arnaldo Otegi el sábado en el Kursaal, no debe significar que el intento deba descartarse a futuro. La persistencia debe ser una virtud de las organizaciones y formaciones de izquierda de este país, y EA, nos convenza o no, se define como partido de izquierda. Por lo tanto, hay que ser consciente de la dificultad que acarrea establecer las pautas generales de actuación de un bloque soberanista en un escenario previo a la resolución del actual status quo, es decir, en un escenario en el que se mantiene el accionar armado de la organización clandestina ETA.
«Unas veces vamos a tener las contradicciones nosotros y otras ellos, pero el objetivo final es construir un bloque para hacer un proceso de liberación nacional, y eso se hace con paciencia». Arnaldo OtegiUn bloque que debe dejar a un lado la pretensión de que el PNV esté en la línea de salida. Es un error pensar que este partido ha abandonado su perfil independentista. Nunca lo ha tenido. Es cierto que ha habido personalidades y sectores netamente independentistas en sus filas, pero como tal formación los jelkides nunca han sido coherentes en la reivindicación de la independencia nacional para Euskal Herria/Baskonia. Ni lo fueron en la República, ni en el Franquismo ni en la llamada Transición. Su programa político se ciñe a una generosa autonomía para tres territorios, guardando, eso sí, relaciones preferenciasles con los otros cuatro. Esa es su visión estratégica del país. Por tanto, no hay mayor estupidez que la frase "PNV, traidor". Quién no ha sido no puede traicionarse. Es más, vuelvo a repetir que si ese partido hubiera sido independentista y hubiera luchado con energía contra el franquismo en los años cincuenta, es posible que no hubiera surgido un movimiento alternativo de jóvenes airados. O, al menos, éste hubiese tenido mucha menor presencia en la nación vasca.
Por lo tanto, con paciencia, habrá que perseverar en el intento de construir un bloque popular soberanista que lidere a este país hacia la independencia. Un bloque que tiene que tener como objetivo ser mayoría, es decir, cosechar el mayor número de apoyos populares posible. Si hay que confrontar con el Estado español en el terreno en que éste es más débil, el político, ese es el único camino transitable.
Me ha gustado el post. La cuestión, y una dificultad añadida al polo sería un eventual cambio en la dirección de EA. No se que peso tiene en este momento el sector mas cercano, mas favorable al PNV pero ¿Que ocurriría si tras los comicios de marzo, con la izquierda abertzale fuera del parlamentillo, EA a pesar de su apuesta se pega el golpetazo y la ejecutiva cae en manos de ese sector? ¿A dónde se va el polo? Me parece una estupenda idea la del polo, por el mero hecho de que hasta ahora no se ha probado esa vía y es necesario explorarla. Ahí queda la pregunta.
ResponderEliminarÁnimo!
Con optimistas como tú, estamos aviados. Yo, que soy conocido por mi negativismo genético, aún confío en que haya una lista de la izquierda independendista el 1 de marzo y no deseo que EA se pege el batacazo. Preferiría que se lo diesen otros, y no pongo nombres.
ResponderEliminarEn todo caso, y pase lo que pase en las elecciones parciales de marzo, lo fundamental es el próximo futuro y cómo abordarlo.
Pues ya ves: no solo no habrá lista, sino que se procesa a los que la promueven. Y no pasa nada, por lo visto.
ResponderEliminarA pesar de todo, creo que hay que intentar un acercamiento entre la izquierda abertzale, Aralar y EA, y que ETA deje las armas, aunque parece que lo que quiera el gobireno español es que cada vez tenga más apoyos,aunque sea como simple desahogo.
Yo no deseo que EA o Aralar se den un batacazo, pero tampoco que la gente de la izquierda abertzale les vote. Si yo tuviera derecho al voto, votaría D3M, fuera legal o no la lista. Y creo que Aralar sin la inzquierda abertzale tiene un recorrido corto.
Y otra cosa: lo que hay que plantearse es que hacen los jueces españoles decidieno que vascos y cuales no se presentan a les elecciones. Nos hacen falta vascos orgullosos como Monzón que pongan los puntos sobre la íes. Pero actualmente hay alguien más con quien llegar, al menos, hasta Maltzaga?