Todavía quedan ciudadanos dispuestos a ser manipulados de forma burda. Y si no miren lo ocurrido con la parafernalia del 25 de octubre pasado. La indignación se reconvierte en una performance en tierra, captada en el aire, y que, como el humo, se diluye en los cielos.
La decisión del Parlamento de Gasteiz ha sido ninguneada con alevosaí en Madrid y tan sólo se les ocurre realizar una protesta festiva para pasar el rato. ¿Qué podemos esperar de estos políticos? ¿Queda, de verdad, alguna esperanza?
Puedo admitir, y admito, que la izquierda independentista haya cometido errores, algunos muy graves. Y probablemente los seguirá cometiendo. Sin embargo nadie puede poner en duda su disposición a la lucha. Sin embargo, lo que no es de recibo es que estos cuatro partidos, tan democráticos y tan institucionales, entretengan a la opinión pública de manera tan vacua. Es imperdonable. La falta de agallas mostrada es de tal magnitud que resulta inquietante que no se alce una sola voz crítica en su seno. Parece que nadie quiere perderse la foto de las próximas elecciones, -donde el batacazo puede ser histórico- y quedar fuera de las listas.
Como se dice en la Biblia, solamente con que un representante del PNV o de EA se hubiese desmarcado de semejante carnestolenda habría que perdonar a todo el colectivo, porque la coherencia de ese militante habría salvado el honor del resto. Pero es que ni eso. Lo único que se me ocurre es pasar página.
Sí, la respuesta está en el aire. Pero nadie es capaz de atraerla, de descubrirla, de entenderla... Lo que siempre hemos denominado como mayoría social, el soberanismo, se encuentra apático, desmotivado, sin rumbo... No hay liderazgo (en el buen sentido de la palabra), sólo driblings en corto y sin pensar en la jugada... ¿Hasta cuando?
ResponderEliminarY dentro de este sector, ¿que hace la izquierda?, con la que está cayendo en lo nacional, y en lo social, con el propio sistema capitalista en crisis... Mejor ni hablar.