2008/09/05
«Multiplicate por cero»
"Multiplicate por cero", el eslogan simpsoniano del pequeño Bart, podría ser el lema fundacional de los responsables del BEC (Bilbao Exhibition Centre), antigua Feria de Muestras de Bilbao con sede ahora en Barakaldo.
Los 40 millones de euros perdidos en el ultimo ejercicio de la entidad se suman a una sangría anterior que nadie parece capaz de taponar. Y no solo se trata de amortizaciones de las cuantiosas inversiones realizadas, que eso sería lo de menos, sino de un déficit de explotación que ronda los cinco millones de euros anuales. Como los socios de la institución son entidades públicas, se saca más dinero de la caja de todos, y asunto acabado. Si la operación de traslado a Barakaldo de las instalaciones de la Feria ya creó dudas en su día, sobre todo por la falta de oferta hotelera en la capital de Ezkerraldea, ahora nos encontramos con una gestión manifiestamente mejorable.
El despilfarro en las obras públicas es una constante de los políticos que nos desgobiernan, ya sean del PNV, del PSOE, de IU o del PP. El nuevo regalo de 10.000 metros cuadrados al club de fútbol patrocinado por Petronor, por parte del tándem Azkuna-Madrazo (Julia), es otro ejemplo de la falta de una mínima cultura de lo público que sufrimos en este país.
Los políticos hacen y deshacen con los bienes de todos como si de una finca particular se tratase. Es igual que hablemos de las haciendas públicas, los terrenos municipales, las cajas de ahorros o las instalaciones dedicadas a ferias y congresos. Es una constante que se viene dando desde la muerte de Franco. Es sabido que en pleno franquismo el caciquismo era ley, pero lo triste es que, tras tantos años de supuesta democracia, sigamos así.
Y lo peor de todo es que se anuncia el proyecto de un túnel que destrozará Jaizkibel y nadie alza la voz. Se sufrage con millones de euros a clubes privados de fútbol (fracasados en su trayectoria deportiva, por cierto) y nadie diga nada. Se prepare una fusión entre BBK y Kutxa a espaldas de los ciudadanos y no se origine un mínimo debate social.
Euskal Herria, un país en el que una buena pate de sus ciudadanso y ciudadanas han tenido históricamente un exquisito olfato para denunciar chanchullos y parar algunos grandes intentos de destrucción de lo público, de lo comunal, parece sumarse ahora a las opiniones públicas de otras latitudes, más preocupadas por la operación de nariz de la princesa consorte o por el embarazo de su ministra de Justicia, que por el aumento bestial del paro, la crisis económica o la epidemia de accidentes laborales.
La situación del BEC no va dar más de sí. Nadie va a dimitir. Ningún gestor será reemplazado de su puesto por inoperancia galopante. Eso sí, no sería de extrañar que ante el fiasco de los gestores pùblicos, se alcen voces neoliberales defendiendo la gestión privada de las instalaciones por parte de alguna multinacional del sector. Josu Jon estaría encantado y saludaría la operación desde su atalaya de Muskiz.
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La verdad es que el panorama que se nos ofrece es desolador. Sobre todo visto desde la perspectiva de quienes están en el control, real o vicario, de los resortes económicos de nuestro país. Estoy completamente de acuerdo en esa visión.
ResponderEliminarNo obstante creo que debemos ser capaces de ofrecer una alternativa, de perspectiva por supuesto, pero sobre todo de acción. Todo el conjunto de corruptelas y chanchullos derivados de la aceptación de la forma hispana de "hacer política" tiene que superarse.
Desde mi punto de vista, el logro de un Estado propio, con criterios de gobierno basados en nuestra cultura política (que citas en tu texto) y muy lejano a la corrupción hispana (y francesa) debe ser el objetivo estratégico para lograr un futuro democrático. Para nosotros, por supuesto, pero tal vez así colaboraríamos a que españoles y franceses también pudieran lograrlo. Ya dijo el viejo Marx (creo) aquéllo de que "no puede ser libre un pueblo que oprime a otros pueblos".
Como siempre, en plan "misionero".
Un abrazo, ánimo y optimismo.
¡Viva la República de Navarra!
Lortuko dugu!