2008/08/07

Museo en Urdaibai

azti-sukarrieta


La intención mostrada por la Diputación Foral de Bizkaia de levantar un museo en Urdaibai, preferentemente en Sukarrieta, es un nuevo despropósito de los iluminados jelkides vizcainos. Y lo es por varias razones que paso a enumerar.

La primera es que segundas partes nunca fueron buenas. Si consideramos que el Guggenheim Blbao ha sido un éxito, al menos económíco-turístico y no tanto cultural, que es considerar bastante, habrá que pensar que una segunda edición puede fracasar. Porque a la gente le basta con un museo en tan pocos kilómetros de distancia, porque se cae en la repetición, porque es una muestra de falta de imaginación, porque ya tenemos demasiados museos en Euskal Herria.

La segunda es que es necesario considerar el esfuerzo presupuestario, de dinero público, que representa. Para empezar 100 millones de euros. Tal vez sería más interesante dedicarlos a mejorar el transporte público, los servicios sociales, la atención a los discapacitados, o la mejora de la sanidad. Pensar que el Diputado general puede disponer del dinero de todos como si fuera suyo es un enorme error. La democracia no es sólo un sistema institucional, sino un intento de que la transparencia sea total entre administradores y administrados.

Si todo el mundo entiende que la idea del museo es fantástica, pese a todo, también se puede pensar en otras posibilidades de emplazamiento. Euskal Herria, pese a lo que pueda pensar José Luis Bilbao, no es sólo Bizkaia. Tal vez podría considerarse la alternativa de que se levante el museo en una zona industrial en decadencia, como es ek caso de la bahía de Pasaia o bien en la zona de Txingudi.

No seré yo quien insista en los demonios familiares que acosan internamente al PNV, que ya hay bastante gente que se dedica a ello. En política, las formas son tan importantes como el contenido. Me parece fatal que el Diputado general vizcaino se descuelgue con un proyecto que tenía en el cajón y lo haga público sin consultar a nadie, como si estuviese sacando un conejo de su chistera. Hay que fomentar otras formas de proceder, más cercanas al diálogo y mucho más transparentes. Hablar con los ayuntamientos implicados, como el de Gernika, con todas las fuerzas políticas, incluidas las apestadas, y luego poner en común la mejor alternativa. Ya sé que no estamos en Finlandia, pero deberíamos intentarlo.

Y termino con una consideración que debiera haber sido la primera. Urdaibai es Reserva de la Biosfera y por tanto no se puede realizar cualquier proyecto en ese entorno privilegiado. No sólo hay que pensar en el impacto visual del edificio, que también, sino sobre todo en la avalancha de gente que puede suponer una atracción de este tipo, co los problemas que acarrea la presencia humana masiva en cualquier entorno delicado, como es Urdaibai. De ahí que reitero mi preferencia, en caso de que se vaha a hacer el museo, en que este se edifique en una zona degradada y que contribuya a su regeneración.

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