2008/08/10

Acuse de recibo


El profesor Sterling McGray no acostumbra a escribirme y mucho menos con papel y sobre, como se acostumbraba en el siglo pasado. Cuál no sería mi sorpresa cuando ayer abrí el buzón y me encontré con una carta con sellos de air mail, de los que no había visto hace tiempo.

Resulta que McGray ha estado realizando un amplio estudio sobre relaciones territoriales en Europa y América del Sur, con el fin de diagnosticar posibles secesiones en países en crisis. El estudio, según me resume en su amable carta, incluye al final, a manera de epílogo, una lista de posibles nuevos estados. Allí están Flandes y Walonia, Escocia, Catalunya, y hasta las Islas Canarias. También se cita a la región boliviana de Santa Cruz y a los mapuches chilenos. De Euskal Herria, Euskadi o Navarra, como ustedes prefieran, ni una línea.

McGray, que ha sido uno de los elaboradores del informe para el Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Ontario lamenta la ausencia vasca, pero me informa de que todos sus intentos por incluir alguna referencia, aunque fuera a pie de página, resultaron infructuosos. El resto de profesores canadienses, cuatro concretamente, se negaron en redondo, aduciendo que la situación de la zona estaba totalmente controlada gracias a las maniobras de París y Madrid y a la inoperancia de las fuerzas vascas, incapaces de poner en marcha una estrategia común hacia la soberanía.

En ese sentido requiere mi opinión ante la situación creada por la consulta de Ibarretxe y si el asunto está en la calle, en las discusiones cotidianas de familia, en los bares y frontones del país.

Todavía no he tenido tiempo de contestar por carta y con amplitud a las cuestiones que me plantea el profesor McGray, pero aprovecho este medio para avanzar algunas cosas.

Yo le diría a Sterling que el país, en general, funciona. Se siguen construyendo carreteras, e incluso viviendas, la gente sale de vacaciones, se divierte en las fiestas de los pueblos y ciudades, comenta los fichajes de los equipos de fútbol... en fin, que aquí no pasa nada relevante, por el momento.

Los signos que yo detecto apuntan a una paulatina relajación en la tensión independentista que se ha vivido en las dos últimas décadas. Se vislumbra un cierto agotamiento en las estrategias empleadas por unos y por otros, y tal vez haya necesidad de parar la máquina y retocar los originales para que el libro no salga defectuoso, o simplemente no se imprima.

McGray ha estado por aquí en varias ocasiones, casualmente en épocas de distensión, y ha palpado un ambiente que a lo mejor no es el verdadero. Igual han sido momentos en los que se han distorsionado un tanto los posicionamientos y los pulsos de los agentes políticos y sociales y del pueblo en general.

Por todo ello, le voy a recomendar vivamente que nos vuelva a visitar este otoño o a más tardar en el próximo invierno, para que pase con nosotros unas semanas, hablé con tirios y troyanos y saque algunas conclusiones. Al fin y al cabo el estudio del que me habla se encuentra cerrado de forma provisional y no se elevará a definitivo hasta los meses de marzo/abril de 2009.

Yo confío en que en este espacio de tiempo ocurran cosas que enriquezcan el análisis del profesor y que, sobre todo, nos enriquezcan a nosotros. A ver si podemos empezar a levantar un poco la cabeza y dejar de pensar que somos los más torpes del mundo, que algo de ello debe de haber, porque de otro modo no se explica tanta incompetencia y tanto hastío.

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