Leo los periódicos, veo la televisión. Enormes catástrofes conmueven toda Asia. Decenas de miles de personas perecen abatidos por ciclones y terremotos. Están lejos, tienen los ojos rasgados, pero también sangre y corazón, como nosotros.
Reflexiono en voz alta sobre el asunto. ¿Tenemos algún derecho a quejarnos, si nos comparamos con ellos? ¿No vivimos en el mundo rico y provilegiado? ¿A qué aspiramos?
Siento que nuestro gran problema (que lo es) queda empequeñecido por otros grandes problemas que aquejan a la humanidad entera. ¿Estaremos equivocados?
Tal vez todo esto sea producto de estar escuchando música de jazz en una noche de sábado, no lo sé. Sin embargo considero que debía dejarlo escrito, por si alguien se anima a compartir este espacio y decirme lo que piensa al respecto.
¡Pobres de los pueblos que se crean únicos! Acabarán siendo una anécdota en la historia de la humanidad. Y no podemos permitirnóslo, por nosotros y por los que vendrán detrás.
Perdonen las molestias. Cambio y corto.
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