2006/11/06

Catalunya-ko Ezkerra

La rápida conclusión de las negociaciones para la constitución del nuevo Govern de la Generalitat infunde varias sospechas, a cada cual peor. Si en 2003 tardaron tanto y ahora tan poco, ¿no será porque el poder aglutina más que la propia ideología, que el proyecto de país? En el caso del PSC-PSOE es natural que intenten mantenerse en el Gobierno catalán, dejarlo sería un primer fracaso en el camino victorioso de Zapatero. En cuanto a ICV-EUiA, es un partido socialdemócrata repleto de ex comunistas, que disfrutan en la gestión del capitalismo. A repetir tocan, que encima hemos subido unos escaños. Lo que ya no entiendo tan claramente es la postura adoptada por ERC.

Me explico. Un partido que se dice independentista y republicano puede flexibilizar sus programa máximo y acceder a ciertas cesiones en aras a seguir creciendo en influencia entre la ciudadanía. Eso es innegable. Pero hay que significar que ERC fue apeado por dos veces del ejecutivo autónomo. La primera tras el affaire Carod en Perpignan, con un acoso mediático digno de Belcebú. La segunda al pedir, eso sí a regañadientes, el no al Estatut en el pasado referendo. Siendo eso así, ¿cómo es posible que Carod se mantenga en sus trece?

La única razón que contiene algo de lógica es el empeño por mantenerse en el poder, a pesar de tener que gestionar un Estatuto rechazado de plano, al menos en teoría, por sus militantes y votantes. Parece que a los dirigentes de ERC les ha gustado en demasía pisar las moquetas del Palacio de la Generalitat y no están por la labor de ejercer una oposición coherente que permita ir aglutinando en su entorno a todas las fuerzas independentistas catalanas, y no solamente las del Principat. Han elegido la perpetuación de la alianza con el PSOE, en detrimento de ensanchar el independentismo. Que les vaya bonito.

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