La palabra escoria, tan escuchada estos días en los labios del señor Esparza de la UPN, me remite a la infancia. En aquellos sombríos tiempos se acostumbraba a utilizar la escoria procedente de alguna fundición como pavimento para cubrir el acceso a los barrios menos favorecidos de los municipios. No era un pavimento de lujo, ni mucho menos, pero tenía la virtud de evitar los barrizales en que se convertían en invierno otros caminos que ni tan siquiera tenían la fortuna de haber sido alfombrados con escoria.
José Javier Esparza. Foto: UPN |
A la gente más joven les sonará a chino, pero las personas que ya han doblado los sesenta todavía recordarán los caminos de escoria que sin duda habrán transitado en su infancia. No sé si el señor José Javier Esparza ha pisado mucha escoria en su vida, me temo que no, por lo que no llego a comprender la utilización de ese término para insultar a María Chivite y al PSN. Se trata de un lenguaje más afín a un matón que a un Licenciado en Pedagogía y profesor de Primaria, como es el caso del presidente de UPN.
En los últimos tiempos estamos presenciando una notable degradación del lenguaje de los políticos, estimo que por la nefasta influencia de la ultraderecha política y mediática. El "Me gusta la fruta" de Isabel Díaz Ayuso y el "Que te vote Txapote" de similares orígenes, son buena muestra del nivel general que sustenta la derecha española. No entiendo que integrando en sus filas a intelectuales como Fernando Fernández-Savater o poetas como Andrés Trapiello, tengan que recurrir a frases de tan baja estofa.
Los incendiarios discursos de los dirigentes de Vox, Santiago Abascal y Macarena Olona, las intervenciones parlamentarias de Cuca Gamarra y Alberto Nuñez Feijoó, o las peroratas filofascitas de periodistas de medios como OK Diario, El Debate o Estado de Alarma, representan tal nivel de violencia verbal que llegan a emparentarse con maestros históricos de la derecha ultramontana como Primo de Rivera, Calvo Sotelo o Gil Robles.
La quinta acepción del DRAE habla de escoria como de "cosa vil y de ninguna estimación" y tiene como sinónimos hez y basura. Supongo que el pedagogo Esparza no se habrá molestado en consultar el diccionario antes de lanzar el exabrupto. Y conste que no ha sido fruto de un calentón momentáneo, porque hoy mismo en una entrevista televisiva se ha ratificado en el insulto, como buen militante de la UPN.
Tampoco debe ser consciente el señor Esparza de que su reacción dialéctica no le va a ayudar en el esfuerzo de sacudirse el aislamiento político que sufre su formación. La futura ex alcaldesa Cristina Ibarrola tan solo ha podido entenderse con el grupo municipal del PP que encabeza el extremista Carlos García Adanero, tránsfuga de UPN y adalid de la lucha contra lo que denominan "sanchismo". Ibarrola y Adanero representan a dos de las ramas paralelas del árbol de la derecha más rancia y casposa. La tercera sería Vox.
Pero es que además Esparza llama escoria a un partido con el que han realizado múltiples acuerdos en estas últimas décadas y con el que han colaborado permanentemente. Es verdad que el acuerdo entre el PSN y EH Bildu puede escocer a la derechísima navarra, pero lo cierto es que su política errática (Navarra Suma), o las alianzas y desencuentros con el PP, han conducido a UPN al borde de la irrelevancia política. Se encuentra de nuevo fuera del Gobierno foral, se queda fuera del Ayuntamiento de Iruñea y su máxima cota institucional va a ser a partir de ahora la alcaldía de Tudela. Tiene un solo parlamentario en Madrid y en las pasadas elecciones forales se quedó muy alejado de la mayoría absoluta del parlamento navarro, con 15 escaños sobre un total de 50 diputados.
El radicalismo de su lenguaje, su abandono del parlamento foral, la ruptura de relaciones con el PSOE y la convocatoria de manifestaciones callejeras de protesta colocan a UPN muy cerca de la forma de actuar de la ultraderecha. Todo ello en un proceso de decantación ideológica que le aleja del centro político y le condena a ocupar un papel secundario en el mapa político navarro. Es probable que Esparza se haya quedado muy a gusto llamando escoria a los representantes del PSN y terroristas a los de EH Bildu. Otra cosa es que en el futuro pueda aspirar a representar a la mayoría de la ciudadanía navarra. Con ese talante barriobajero, me temo que va a ser que no. ⧫
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