Incidentes en Catalunya tras conocerse la sentencia. Foto: Naciodigital.cat |
Y si al final las penas que contempla la sentencia van parejas a la petición realizada por la Abogacía del Estado, dependiente de forma directa del Gobierno, es porque en el análisis pormenorizado que se ha realizado en La Moncloa y sus aledaños, se ha visto que una cosa es apretar y otra pasarse de frenada. A esta gente el cuerpo les pedía un cuarto de siglo de prisión para Junqueras y compañía, pero alguien les ha debido de decir que mejor templar un poco el espadazo, no vaya a ser que se les venga en contra en un futuro.
Algunas reacciones internacionales, escandalizadas por la sentencia, hubieran sido infinitamente mayores si se hubiera ido a la rebelión y los 25 años. Y entra dentro de lo normal que personajes como Cayetana Álvarez de Toledo y Santiago Abascal se quejen del pronunciamiento del Tribunal Supremo español. Piensan que una declaración de independencia no puede salir tan barata, sobre todo teniendo en cuenta que la gestión de las prisiones catalanas reside a día de hoy en manos de la Generalitat y todo lo que eso conlleva.
El Estado español ha perdido una magnífica oportunidad de sentar cátedra, de poner las cosas en su sitio y de meter en cintura de una vez a los revoltosos catalanes. No lo ha hecho y a fe que puede que se arrepienta en un futuro no muy lejano.
PD: ¿Alguien se podría extrañar de que vista la sentencia y sus derivadas el lehendakari Urkullu se armase de valor y declarase la independencia de los territorios vascos occidentales, jugándose otros 13 años de cárcel como Junqueras? Bueno, va a ser que no, que la competencia de prisiones sigue pendiente de negociación con el PSOE y no es plan. Una verdadera lástima. ⧫
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