2017/03/15

Aguas encauzadas

El consejero de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, ha anunciado el acuerdo a que han llegado con el Partido Popular, para facilitar la aprobación de los Presupuestos. ¿Sorpresa? No, tristeza. Como siempre, las aguas han acabado encauzadas.

No se trata tanto de los Presupuestos en sí, que también, sino de la manera en la que el PNV resuelve sus encrucijadas. Porque siempre lo hace mirando hacia Madriz, dejando a un lado a los agentes propios del país, llámense EH Bildu o ELA. 




Conviene adelantar, para evitar equívocos, que el partido mayoritario en la CAPV está en su pleno derecho de hacerlo, que su comportamiento es legítimo y que tampoco engaña a nadie cuando lo hace. Dicho esto, conviene subrayar las circunstancias del caso. La primera es que Iñigo Urkullu preside un gobierno en coalición con el PSE-EE, una primera elección que marca ya la trayectoria a seguir. La segunda es que tanto en el trabajo parlamentario por la paz y la convivencia como en el referido al llamado nuevo estatus, el PP es refractario a cualquier avance. La tercera es que los acuerdos para impulsar el derecho a decidir en ningún caso van a contar con el beneplácito del PP (ahí está Gure Esku Dago). La cuarta es que en el Estado español se vive una importante tensión territorial en torno al proceso catalán, tensión avivada jurídicamente por el Gobierno del PP, y que ha acabado con la inhabilitación por dos años a Artur Mas, socio histórico del PNV en el Principat (Duran i Lleida ya no existe). La quinta es que el PP con el que acuerda Azpiazu es el mismo partido imputado por corrupción día sí y día también. La sexta, y ya acabo, es que el corolario del pacto vasco acabará en un apoyo del grupo del PNV en el Congreso a los Presupuestos de Rajoy. Al tiempo.

Sostiene Andoni Ortuzar, presidente de EAJ-PNV, que EH Bildu no acuerda con ellos los Presupuestos debido al "chantaje" realizado por el sindicato ELA. Haga usted lo que deba, pero deberá atenerse a las consecuencias de sus legítimas decisiones, dejando a un lado los procedimientos de la política viejuna. No cuela.

Alonso, Mendia, Ortuzar
Foto: www.elespanol.com
Ahora bien, algunos hemos visto esta película en ocasiones anteriores, conocemos el guion, los efectos especiales y, por supuesto, a los protagonistas. Lo que sorprende un es la postura adoptada por EH Bildu, empeñada en emitir una imagen de extrema responsabilidad, favorable al pacto, que no se corresponde con una estrategia de construcción nacional y social digna de tal nombre. La teorizada confrontación democrática no se atisba en el horizonte.

Al final da la impresión de que los parlamentarios de la formación soberanista estaban encantados con la posibilidad de enmendar en unos cuantos millones de euros las cuentas públicas y colaborar en unos Presupuestos que los sindicatos abertzales han denunciado con rotundidad. Otra vez parece que el PNV hace lo que debe, con coste cercano a cero, y que la oposición (de Elkarrekin Podemos ni hablamos) se queda con las ganas.

Pese a todo lo visto, a la experiencia de tantos años en los que las aguas siempre han quedado bien encauzadas, se insistirá desde las filas soberanistas en la necesidad de articular grandes acuerdos de país con el PNV. Loable empeño cuando el socio tan deseado insiste en trazar grandes acuerdos, sí, pero con el PSE-EE y el PP. ⧫ 

PD: Del nuevo espaldarazo al AHT-TAV por parte de Madriz, a cambio de lo que todo el mundo sabe, hablaremos en otra ocasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario