2016/05/21

Una sigla más, ¿para qué?

Foto: www.lahaine.org
La izquierda abertzale está viviendo un momento de ebullición, con el reciente debate Abian, la reaparición de Arnaldo Otegi tras más de seis años encarcelado y ahora con la presentación pública de un nuevo colectivo, Askatasunaren bidean, que se reivindica heredero del MLNV. Soy de la opinión de que el debate Abian no ha logrado satisfacer las expectativas que sobre él se habían creado, pero quien ha realizado aportaciones al mismo, no debe especificarlas en público, por respeto al proceso. 

La vuelta de Otegi ha supuesto una inyección de moral para muchas personas que se sentían desorientadas con la actual trayectoria política de Sortu y de EH Bildu. Sin embargo, depositar en una sola persona las esperanzas de reanimación del antiguo punch de la izquierda abertzale es un ejercicio arriesgado. Se necesita mucho más que una cabeza brillante para poder enderezar un rumbo que adolece de una notable falta de definición. En este último periodo una parte de la izquierda abertzale, o al menos de su dirección, ha asumido un pensamiento débil, que se constata con intervenciones como las de Hasier Arraiz negando que la intención de Bildu sea desalojar al PNV de Ajuria Enea, o de Peio Urizar otorgando un papel centrista a la coalición, en medio de los polos del PNV y Podemos. Si se renuncia a ser en el futuro la fuerza mayoritaria y decisiva, se está renunciando de hecho al sentido histórico del proyecto independentista y socialista que arrancó en 1958. 


Tiempo habrá de retomar el asunto en una coyuntura presidida por las citas electorales en el Estado español y la CAPV. Ahora, hoy mismo, nos encontramos con la presentación pública de un nuevo colectivo político asambleario denominado, supongo que provisionalmente, Askatasunaren bidean. Un colectivo integrado fundamentalmente por ex presos y refugiados y que aspira a la reconstrucción del MLNV. Según dicen, la trayectoria de Sortu les da vergüenza y critican con rotundidad el camino seguido por la izquierda abertzale desde el manifiesto de Altsatsu de 2009, germen de la ciaboga histórica que culminaría con el abandono de la actividad armada por parte de ETA en 2011. 

Lo primero que cabe decir es que quienes sostienen esta nueva plataforma política tienen todo el derecho a hacerlo. Nadie ostenta en este país la exclusividad de unas ideas. Conviene tomarse estas cosas con naturalidad, sabiendo además que la izquierda abertzale ha sido plural en sus expresiones organizativas a lo largo de su historia. Ahí están para demostrarlo EHAS, HASI, LAIA, ESB, ANV, ASK, KAS o HB como organizaciones políticas, o LAB y LAK como organizaciones obreras. 


Ahora bien, que tengan todo el derecho a organizarse no significa que la puesta en marcha de otra plataforma sea un acierto en sí. Probablemente no lo sea, y tan solo sirva para acrecentar el grado de desilusión y frustración que planea en muchas personas ligadas históricamente a esta expresión política independentista y de izquierdas. Tal vez el delicado asunto de los presos haya condicionado en gran medida a los protagonistas a la hora de dar el paso para encabezar este nuevo colectivo. Ellos consideran que la izquierda abertzale mayoritaria no está haciendo todo lo que debiera en el asunto de los presos y que los acuerdos que se están dando con la Fiscalía, en un evidente ejercicio de pragmatismo, suponen una renuncia a las esencias de la lucha llevada a cabo por este sector político.


En los próximos meses veremos la evolución del colectivo, su probable transformación en un partido y su manera de situarse en el tablero político de Euskal Herria. Por el momento se puede decir que su enconada crítica a los pasos dados de forma mayoritaria por la izquierda abertzale desde 2009 en Altsasu suenan a revancha por la derrota sufrida por las posiciones más numantinas en el debate que se llevó a cabo en su día en el seno de la IA. Han aclarado con rotundidad que en ningún momento se han planteado la vuelta a la defensa de una estrategia político-militar, con lo que vienen a coincidir en lo sustancial con la ponencia Zutik EH. De ahí viene derivada la pregunta del título de este comentario. Si están de acuerdo en lo fundamental de la nueva estrategia ¿para qué una nueva sigla? ¿Es imposible defender sus posiciones dentro de los marcos organizativos existentes? Iremos viendo las respuestas en las próximas semanas.


1 comentario:

  1. Aupa, Joxerra!

    Para hacer un análisis más fino y más cercano a los hechos reales, sería conveniente que leyeras el texto COMPLETO del colectivo Askatasunaren Bidean, para ver que no están en absoluto de acuerdo con "Zutik Euskal Herria" y porqué. Y también por qué en las acuatles circunstancias en el reino de España, deben ser discretos a la hora de explicarlo.

    El sitio web LA HAINE tiene los textos en Euskara (original) y en Español (traducción). También están en el blog de Amnistia Ta Askatasuna.

    Espero que esto sirva para enriquecer el debate, y para contestar a tu pregunta.

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