Vía vasca con copyright

Los vientos soberanistas que corren por el Principat están llegando a Euskal Herria, aunque sea de forma suave. Siempre habíamos pensado que ibamos por delante de los catalanes y ahora, de repente, constatamos que tal vez vayamos por detrás. Eso sí, nos consolamos diciendo cosas como que el soberanismo vasco es más sólido, está más asentado, es más maduro organizativamente, y tópicos por el estilo.

Nunca he sido partidario de copiar estrategias y tácticas de otras latitudes, ni de Irlanda ni de Nicaragua, para entendernos, pero siempre es interesante observar el desarrollo de otros procesos, delimitar similitudes y diferencias y sacar enseñanzas de ese ejercicio dialéctico. En resumen, que lo de Catalunya puede estar muy bien, pero ya veremos cómo acaba.


Ha sido en ese contexto en el que la coalición EH Bildu ha sacado a la palestra "Euskal Bidea", un proyecto de agrupación de fuerzas soberanistas que tiene que llevar su recorrido. Parece evidente que los vientos catalanes han influido en la iniciativa.

Sin embargo, mucho antes de que la coalición abertzale hiciese la presentación de su propuesta, en este país todos conocíamos la "Vía vasca" de toda la vida, la del PNV. Una vía que tiene copyright, como bien ha señalado Joseba Egibar y que en estos días se ha visto reforzada con un pacto fiscal entre el partido jeltzale y la delegación del partido de Pablo Iglesias en la CAPV.

La presidenta del PNV en Bizkaia ha sido quien mejores pistas nos ha dejado sobre el nuevo empuje a la "Vía vasca" que se quiere realizar desde Sabin Etxea. La señora Atutxa ha pedido a los militantes de su partido que hagan un sitio en su corazón al acuerdo con el PSE-EE, sabedora de que las bases no están para muchos ruidos. Seguidamente ha declarado que "a lo mejor se debería volver al espíritu de los tiempos de Ardanza", aquel lehendakari que afirmaba en 1986 que la independencia era un anacronismo.

Josu Jon Imaz dio el primer golpe y salió rebotado en su intento de descabalgar los intentos soberanistas del lehendakari Ibarretxe. Iñigo Urkullu, bien flanqueado por Andoni Ortuzar e Itsaso Atutxa, lo está haciendo de una forma más tranquila, sin estridencias, para que nadie se alarme. Pero su "Vía vasca", que pasa decididamente por no asustar a Madrid, está en marcha.