Pueden creerme si les digo que estas navidades no he recibido ninguna felicitación postal, ni siquiera de la caja de ahorros. No están los tiempos para malgastar el papel couché. Bueno, miento, he recibido una. Sterling McGray, mi colega radicado en Canadá, ha tenido la amabilidad de enviarme un par de folios cuasitransparentes dentro de un sobre contorneado en azul y rojo, cuya contemplación me retrotrae a otras épocas.
Pero vayamos al grano. Mi corresponsal, profesor del departamento de Geografía de la University of Western Ontario, a la vez de felicitarme las pascuas, me remite un pequeño anexo a su trabajo sobre "Viabilidad de la independencia de Escocia del Reino Unido". El anexo, verdaderamente breve para lo que acostumbra McGray, pretende incidir en un tema muy sensible entre los vascos Se trata de la organización institucional del país.
Todo tiene su aquel. El caso es que el nuevo lehendakari, Iñigo Urkullu Rentería, citó en su primera intervención la postura favorable de su grupo a hablar de la Ley de Territorios Históricos, un asunto del que no se ha querido hablar en Sabin Etxea desde los tiempos de Garaikoetxea y Arzalluz. Luego ha sido Patxi López quien ha abundado en el tema, mostrándose dispuesto a tratarlo. A la espera de la toma de postura por parte de EH Bildu y el PP, avanzo algunas de las conclusiones que me traslada el amigo McGray.
En primer lugar, el profesor subraya la delicadeza del asunto, para seguidamente afirmar que algo habrá que hacer para mejorar lo existente. "Ninguna obra humana guarda la perfección", señala, "y por tanto la LTH tampoco". Reconoce McGray la existencia de sectores tradicionalistas que fían la actual estructura territorial a una futurible integración de Nafarroa Garaia como cuarta socia del tablero. Dice que se trata de un argumento falaz, ya que considera que ese territorio no podría aceptar nunca convertirse en el 25% de una hipotética estructura, sino que aspiraría, como poco, al 45%, en base a su historia y su dimensión física.
"Dejémonos de paños calientes y abordemos la cuestión en toda su complejidad. Existe un nivel de duplicidad y de ineficiencia muy notable. Hay que atajarlo ya". McGray pone como ejemplo la existencia de una tarjeta electrónica para el transporte público en Bizkaia diferente a la existente en Gipuzkoa, situación que califica de "irracional", sobre todo teniendo en cuenta las pequeñas dimensiones del país.
Sostiene McGray que la configuración institucional vasca, en general, se pierde en pequeñeces. "Parece comprobado que el alma vasca tiende a defender lo pequeño frente a lo grande, al ente local sobre el municipio, al barrio sobre la ciudad, a la provincia sobre la nación, en una tendencia histórica que conduce al desmembramiento, a una especie de cantonalismo eúskaro". Añade ejemplos sobre el particular: Xoxoka no es Urnieta, como Areta no es Laudio, ni Igeldo Donostia, ni Usansolo Galdakao. Al alcalde de Ajangiz le duele que se relacione a su pueblo con Gernika, líbrese a los habitantes de Irurita de confundirlos con los de Elizondo.
El profesor, prudente, no adelanta soluciones al actual galimatias institucional, preñado de gobiernos autonómicos, diputaciones, mancomunidades, cendeas, cuadrillas, departamentos, agrupaciones, eurociudades, municipios, concejos e ínsulas baratarias. Tan sólo recomienda un poquito de racionalidad, evitar duplicidades e ineficiencias y adelgazar la administración en tiempos dominados por las nuevas tecnologías.
Sabemos que es muy difícil alcanzar un consenso en tema tan sensible. Sin embargo, dejarlo para más adelante es la peor de las soluciones. La crudeza de la crisis económica puede ser el acicate necesario para que las voluntades se muevan hacia un mínimo común compartido. En ese sentido, suprimir los parlamentos provinciales y dotar al gobierno de capacidad recaudatoria podían ser dos primeros pasos en la dirección adecuada. Una cosa es que seamos un país pequeño y otra muy distinta que sigamos atados a nuestras pequeñeces.
Concluye McGray su epístola remarcando una idea que veo que también comparte Josemari Esparza, autor de "Vascosnavarros", volumen de reciente publicación y altamente recomendable. "Los ciudadanos vascos tenéis que hacer un esfuerzo por superar los provincianismos, para enfocar los problemas desde una visión nacional". Y nos lo tiene que decir un australiano que reside en Canadá.
"Los ciudadanos vascos tenéis que hacer un esfuerzo por superar los provincianismos, para enfocar los problemas desde una visión nacional"
ResponderEliminarNo se de quien es la frase pero perfectamente podría haberla firmado Mariano Rajoy. A lo que se ve el jacobinismo no tiene fronteras ideológicas...
Claro se entiende perfectamente esa posicion politica.
ResponderEliminarLos regionalistas forales, son unos artistas en desvirtuar conceptos e ideologias para seguir viviendo del cuento a cuenta de su "paisito" foral. Ese que puede estar dividido en tres trozos, cuatro o cuatrocientos.
Hace falta ser caradura y falsete para llamar a cualquier intento de dar una respuesta conjunta y real a la inaccion de la actual situación provincialista y regional-constitucionalista española com "jacobinista". El truco del almendruco. Si la dispersion de soberanias y capacidades decisorias es tan maravilloso para el proyecto nacional soberanista vasco, ¿por que no narices no determinamos como sujetos de decision soberana a los municipios o los barrios y descentralizamos mas la administracion vasca hasta limites infinitos?. Segun estos tipos eso seria algo maravilloso como expresion democratica del pueblo vasco.
Ese es el problema. Que son regionalistas forales españoles y se hacen pasar falsamente por "nacionalistas vascos". con lo cual consiguen engañar a cuatro incautos que todavia creen en estas historias absurdas de "soberanias forales", conciertos economicos y demas mondongadas ridiculas y absurdas que dan mas risa que otra cosa.
Si es que los Españoles de España se deben estar partiendo la caja de risa con estos ridiculos sujetos del regionalismo vasco.
Regionalistas forales. Eso y nada mas que eso son.
Y ese argumento de "jacobinismo" tan ridiculo y absurdo, es el mismo que utiliza el "Nacionalismo español" impositivo de todo pelaje contra el "proyecto nacional vasco" de estatalidad.
Hasta eso comparten estos mequetrefes con el Nacionalismo español del PP y del PSOE.
Ya no engañan a nadie.
Regionalistas forales. Eso nada mas son.
Tan constitucionalistas como el PP y el PSOE.
Juntos de la manita van por la senda constitucional española.
Unos cantando "sevillanas".
EliminarLos otros alagres canciones de "romerias vizcainas".
Juntos todos de la manita por la senda constitucional española.
"Nacionalistas vascos" dicen...
Iros al cuerno.