2007/11/13

¿Democracia Nacional?

¿Se le ocurre a alguien otro caso de un nombre tan hermoso mancillado por una cuadrilla de neofascistas? A mí no.

Es delirante que bajo una denominación tan aparentemente respetable se esconda un grupúsculo de descerebrados, obstinados en rechazar al diferente, empeñados en insultar al emigrante. Democracia y nacional, nada que objetar.

No concibo que pueda existir aún gente de semejante calaña. Puedo entender que haya personas a las que no les guste la entrada masiva de africanos, asiáticos y americanos en sus ciudades, por miedo a lo nuevo, por prejuicios de todo tipo. Pero de ahí a convertir la lucha contra el extranjero en un programa político va un buen trecho ¿o no? Puede que esté equivocado y del prejuicio al fascismo no haya más que un palmo. Lo cierto es que Carlos, un muchacho de 16 años, ha sido muerto en el Metro de Madrid por un militar profesional, simpatizante de ese partido neofascista. [Puedes consultar información más amplia sobre el caso en Diagonal]

El caso es que en los últimos tiempos se está dando un ascenso, incluso electoral en Catalunya, de plataformas racistas de diverso nombre y condición. La estrategia de estos grupos es cambiar de nombre e incluso de líderes según la zona en que operen. Alternativa Española, España 2000, Democracia Nacional, Alianza Nacional, Frente Nacional, las distintas Falanges, Combat España, Plataforma per Catalunya, etc. Una amalgama de partidos o seudopartidos que intentan fomentar el odio al diferente y que en algunos casos lo están consiguiendo.

Parece que en nuestro país, por el momento, no se están produciendo hechos similares. Ya veremos. Habrá que seguir atentos a los acontecimientos.

Y una última nota sobre el asunto: No estoy a favor de que se les aplique la Ley de Partidos y se les ilegalice, ya que sería la mejor manera de que el Estado se lavase la cara con el tema vasco. "Ni unos, ni otros, nosotros en el centro", exclamarían alborozados PSOE y PP. Hoy mismo Zaplana ha defendido la ilegalización de Democracia Nacional, un insignificante grupúsculo de extrema derecha, que encima les hace competencia. Jugada perfecta, quedan de démocratas, amplian la aplicación de su inconstitucional Ley de Partidos y la mayoría de la población se queda tan ancha. Mal asunto.

Otra cosa es que se les prohiba manifestarse por exhibir lemas racistas y xenófobos. Ahora bien, cuidado con quienes se posicionan por las prohibiciones y dejan la responsabilidad en Gobernadores civiles y policías. La respuesta debe ser popular, de calle, mostrando el rechazo a este resurgir fascista que se está dando, pero sin hacer del antifascismo una ideología. Se debe combatir el fascismo con naturalidad y sin caer en provocaciones.

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