2018/07/09

Lecturas provechosas: "Anarquismo frente a los nacionalismos"



Resulta estimulante que Queimada Ediciones y la Fundación Anselmo Lorenzo (FAL) aborden la publicación de un libro en el que se trate sobre la relación entre el anarquismo y el nacionalismo, a partir del proceso soberanista que se está viviendo en Catalunya. 

El debate en el seno del movimiento libertario, tan diverso y tan ecléctico, surge a raíz de la participación de militantes libertarios en acciones por la independencia, en especial engrosando las filas de los llamados Comités de Defensa de la República (CDR). 


El hecho real de la presencia de personas de ideología anarquista en movilizaciones independentistas ha ocasionado la reacción inmediata de sectores tradicionales del anarquismo que rechazan cualquier tipo de colaboración con todo aquello que pueda ser tachado de nacionalismo. Una reacción que se asemeja a las posturas más cerriles del marxismo peninsular, refractario al reconocimiento de la realidad plurinacional del Reino de España. Con el viejo argumento del internacionalismo de la izquierda, se niega el hecho nacional catalán, a la vez que no se cuestiona el estatus del Estado español, enemigo, en tanto que Estado, de cualquiera que se defina como anarquista.

Pese a que ha habido una cierta evolución en el seno del movimiento libertario, sobre todo en lo relativo a la utilización de otras lenguas que no sean el castellano, lo cierto es que durante décadas el sindicato CNT ha sido incapaz de reconocer en su estructura la realidad plurinacional del Estado, manteniendo esquemas organizativos como el llamado comité regional de la CNT del Norte, que incluye en su seno a territorios como los de Hego Euskal Herria, junto a Cantabria y Burgos, en una suerte de disparate geográfico difícil de comprender. La propia denominación de Confederación Nacional del Trabajo, creada en 1910, es ya de por sí una declaración de intenciones, ajena a postulados como los expresados en su día por Mijail Bakunin: "La nacionalidad, es uno de esos hechos, y por ello debemos respetarla. Violarla sería cometer un crimen; y, hablando en el lenguaje de Mazzini, se convierte en un principio sagrado cada vez que es amenazada y violada. Por eso me siento siempre y sinceramente el patriota de todas las patrias oprimidas."

Por lo tanto, habría mucho camino por recorrer en el seno del movimiento libertario para que el esgrimido internacionalismo no se convierta en la práctica en una defensa del estatus quo actual en el que la organización libertaria se adecua a la realidad estatal existente y la respeta sin cuestionarla en lo más mínimo.

En el libro que se reseña aparecen aportaciones que defienden esa postura tradicional, antinacionalista, que me atrevería a calificar de "españolista", a la vez que aparecen otras intervenciones más flexibles, que manteniendo los principios esenciales tienden a reconocer el problema que ha surgido en Catalunya, amén de una tercera vía que aboga por la independencia sin estado, una vía novedosa, minoritaria, pero con la que puedo compartir bastantes análisis. La identificación entre el logro de la independencia y la creación de un nuevo Estado no tiene que ser una cuestión indiscutible, hay alternativas. 

El tema da para mucho, pero no pretendo alargarme. Tan solo reseñar el interés de la aportación realizada por Laia Vidal Juanola, integrante del Grupo de Reflexión sobre la Autonomía, quien repasa la relación histórica habida en Catalunya entre el movimiento anarquista y el movimiento catalanista/soberanista. Un texto que se puede leer en su blog, tanto en catalán como en castellano.

Aisa, Manuel y otros autores, Anarquismo frente a los nacionalismos. Queimada Ediciones / FAL, Madrid 2018








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