2011/12/31

Apunte de fin de año

Termina 2011 con el anuncio de la batería de recortes del Gobierno español del PP y el acuerdo del PNV con ese mismo partido para gobernar el arranque de Kutxabank, el banco de las cajas de ahorro de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Tiempo habrá para analizar este asunto, que toca las nuevas alianzas políticas que pueden protagonizar el próximo futuro. Por sus hechos (no por sus palabras) les conoceréis. Así, el PP sube impuestos después de jurar no hacerlo, y el PNV se alia con el partido con el que (dice) más le repugna hacerlo.

Las miserias de la política llevan a estas situaciones, que no sorprenden ya a nadie. No seré yo quien se rasgue las vestiduras por el acuerdo bancario PNV-PP. Lo que toca es construir una alternativa viable a ese tándem, no solo en Kutxabank, sino a lo largo y ancho del país de los vascos.

Nada es como aparece en la superficie. Cuando se profundiza surgen las verdaderas entrañas del monstruo. Todo buen viajero debe de saberlo si no quiere ser engullido en el viaje. Creíamos que teníamos una selección de fútbol para ganar el campeonato de Europa (de poder presentarnos), y resulta que Túnez nos deja en el sitio que nos corresponde (por el momento).

El año que recién comienza traerá muchas novedades, buenas y malas noticias, acontecimientos y rutinas. De todo ello seguiremos escribiendo en esta página, en la medida de nuestras posibilidades y fuerzas. Entretanto, que nadie nos arrebate la ilusión por una Euskal Herria libre y en paz, incluso en 2012. Urte berri on!


2011/12/22

Primer round

Iñaki Antigüedad (Amaiur)
Pasados unos días de las sesiones del parlamento español que concluyeron con la designación de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, cabe realizar algunos apuntes sobre lo ocurrido en dicho foro. Los preámbulos han estado plagados de obstáculos para la representación de la izquierda soberanista vasca, Amaiur, que por el momento no ha logrado tener un grupo parlamentario propio, con lo que ello supone de limitaciones en tiempo, trabajo y dinero. El Partido Popular ha mantenido el pulso y la representación vasca, a la vista de los resultados, tal vez haya pecado de novata a la hora de conformar una estrategia útil a su propósito.

Lo importante es que un pleno que debía haber sido copado por la crisis económica, ya que Rajoy en su discurso no mencionó el asunto vasco, pasó en su segunda jornada a ser protagonizado en buena parte por ese tema, gracias a las intervenciones de Erkoreka (PNV), Barkos (Geroa Bai) y sobre todo Antigüedad (Amaiur). El que ya es presidente español usó guante de seda con los dos primeros representantes vasco-navarros, y sacó el puño de hierro a la hora de enfrentarse a la intervención del tercero.

Es evidente que el PNV va a jugar estos meses un papel importante en los temas que atañen a Euskal Herria, porque Rajoy así lo quiere, como modo de zafarse de un entendimiento con la izquierda soberanista. Erkoreka y Urkullu van a ser una especie de intermediarios, al menos en esta primera fase, y esperemos que cumplan con su papel de forma satisfactoria.

Sin embargo, Rajoy sabe perfectamente que tarde o temprano tendrá que hincar el diente al núcleo del conflicto y que para ello deberá entenderse, de una u otra forma, con los siete representantes de Amaiur. El diálogo parlamentario entre el líder del PP y el portavoz de Amaiur del pasado martes puede ser un anticipo de lo que vendrá. Cada uno mantuvo su posición, pero al menos hubo un intercambio dialéctico en sede parlamentaria. Y lo que es más importante, las palabras de Antigüedad fueron escuchadas con atención y respeto por Rajoy y el resto de diputados. A decir verdad, hubo más normalidad en la sesión de lo que uno esperaba.

No se ha movido ninguna ficha, por ahora, pero el nuevo Gobierno sabe que la falta de movimientos por su parte contribuiría a engordar las fuerzas soberanistas, sin duda ninguna. En este país, la percepción general es que la izquierda abertzale está haciendo los deberes para superar una confrontación de muchos años. Una confrontación que ha supuesto centenares de muertos, heridos, detenidos, torturados y presos. Miles de afectados en suma. En el país vecino la percepción no es esa, recelan de los movimientos de la izquierda abertzale, pero el tiempo hará que las sensaciones vayan cambiando.

Va a costar. No va a ser fácil. El PP no va a regalar nada. Todo lo que mueva será por interés propio y para aminorar la presión que reciba desde Euskal Herria. Insiste Rajoy en cumplir la legalidad y es su deber decirlo, pero sin incumplir la legalidad se pueden hacer muchas cosas. Lo importante es que tenga voluntad de hacerlas, dejando a un lado las provocaciones que sin duda recibirá desde la derecha extrema política y mediática.

Si ha sabido aguantar esas provocaciones a la hora de conformar su gobierno, no le será difícil, ya en La Moncloa, ejercer de presidente y tomar las decisiones que estime convenientes. Es cierto que Rajoy tiene el reloj y administrará los tiempos, pero también es verdad que si se descuida y el reloj se le para, la situación se le puede tornar ingobernable.

Estekak:


2011/12/19

¿A quién votó Aintzane Ezenarro?

En política nada es por casualidad, ni siquiera que te concedan dos páginas de entrevista en el diario de mayor tirada en tu país justo el domingo, el día después de la declaración de los componentes del Acuerdo de Gernika sobre las víctimas. Y curiosamente, el 95% del contenido de la entrevista gira en torno a lo que ella llama, como le gustaba también a Aznar, el MLNV.

Aunque no la parezca por el mutismo de los últimos tiempos, Aintzane Ezenarro sigue siendo la portavoz de Aralar en el Parlamento Vasco de Gasteiz. Aunque su partido forma parte del Acuerdo de Gernika y de Amaiur, ella va por libre, es una especie de verso suelto, como Txusito Eguiguren en el PSE. Debe ser de los pocos casos en que la portavoz de un grupo parlamentario está en clara minoría en su partido y expresa públicamente su opinión, contraria a la mayoría y sin matices. Habrá que felicitar a Aralar por su democracia interna. Por cierto, si está en contra de que su partido se haya presentado con Amaiur y dice que la mayoría de la base electoral ha compartido su idea, ¿a quién habrán entregado su apoyo todos ellos?

Aunque alguien pudiera pensar que sí, lo que hace Ezenarro no es un ejercicio de prestidigitación, sino que está haciendo política con mayúsculas. Su mensaje ataca en su linea de flotación la evolución última de su partido, liderada por Patxi Zabaleta. Y para ello, descarga contra la izquierda abertzale, de la que nunca ha formado parte, acusándola de realizar cambios por intereses políticos, alejados de toda consideración ética.

Aintzane Ezenarro es muy libre de decir lo que le parezca oportuno, pero su opinión es tan válida como la contraria. Autocalificada de pacifista, pone en entredicho los pasos dados por la izquierda abertzale en estos últimos dos años, porque esa evolución hace inviable el espacio politico que ha mantenido Aralar en la CAPV, entre otras cosas gracias a la ilegalización de esa izquierda abertzale que llama MLNV.

Según el país que describe Ezenarro, aquí toda la responsabilidad es de una sola parte, de la izquierda abertzale, y todos los demás agentes se pueden lavar las manos. Pero en este país la violencia no ha sido ejercida solamente por ETA, también ha habido violencia de los dos Estados, guerra sucia, torturas, represión. Y no solo en tiempos del franquismo, también en la llamada "democracia". Aquí se han cerrado periodicos, se ha encarcelado a mucha gente que jamás ha utilizado un arma, tan solo por defender ideas independentistas. Y de eso, Ezenarro no dice nada en la entrevista, salvo una referencia de ocho palabras al PP y el franquismo.

La izquierda abertzale está reconociendo públicamente que se han hecho cosas mal, y seguirá transitando por ese camino, porque está convencida de que es el más adecuado para poner a esta nación en el umbral del derecho a decidir. Como dijo ayer en una entrevista el portavoz de Amaiur, Xabier Errekondo, "La verdad es que no tenía que haber habido ningún muerto", pero la historia es la que es. Euskal Herria fue conquistada por las armas, el pueblo vasco ha padecido innumerables abusos en la historia y en ocasiones, las menos, también se ha defendido usando la violencia.

Dice la portavoz de Aralar que "la izquierda abertzale debe reconocer que la violencia ha sido un error". Probablemente, la opción violenta siempre es un error, pero yo no he conocido a ningún político español, a ningún militar, ni policía, ni guardia civil que haya reconocido que la violencia es un error, al menos en público. ¿Conoce Aintzane a algún torturador que haya reconocido el daño causado? 

En cambio, la izquierda abertzale está andando un camino largo y muy complicado en ese sentido, que a algunos siempre les parecerá insuficiente. Pero lo que se hace por convicción no necesita del aplauso de quienes nunca van a reconocer sus propios errores y siempre van a estar quitando méritos a los esfuerzos que realizan los demás.

2011/12/16

El PP no aprende con Amaiur

Diputados de Amaiur en Madrid.
La nube de polución que sufre la ciudad de Madrid es un fenómeno atmosférico que, al parecer, llega a afectar a las mentes de muchos de los que la respiran. Cambios como los sufridos por los filósofos Savater o Albiac, o la demagoga Díez así nos lo confirman. Los efectos de la nube son variados, pero hay uno que resalta entre todos: la incapacidad de ver más allá de sus propias limitaciones ideológicas. La nube distorsiona la realidad de tal manera que lo que es blanco en el puerto viejo donostiarra, se convierte en negro en el Paseo de la Castellana.

Lo sucedido estos días respecto a la posibilidad de que la coalición Amaiur disponga de grupo parlamentario propio atestigua los efectos perniciosos de la nube. Cuando no se quiere reconocer la realidad, se opta por la huida hacia adelante, como esos niños que padecen un miedo irrefrenable a la oscuridad o a la llegada nocturna del sacamantecas. Han estado tanto tiempo distorsionando el escenario político vasco que ahora les es imposible validar como grupo parlamentario a Amaiur, con siete escaños, mientras que el PNV alcanza cinco o UPyD+FAC dispone de seis. Son las matemáticas madrileñas.

Hay dos cuestiones previas que hay que decir antes de entrar en el meollo de la cuestión. La primera es que Amaiur no es exactamente la izquierda abertzale, como se ha conocido a este sector a lo largo de los años en forma de Herri Batasuna. Y no lo es porque se trata de una coalición en la que además de gentes de esa tradición política, se encuentran en ella gentes de Eusko Alkartasuna (ex PNV), Alternatiba (ex IU) y Aralar (ex Batasuna). La simplificación, en este y en otros casos, conduce irremediablemente al error.

La segunda cuestión a aclarar es que Amaiur tendrá más dificultades para realizar su labor en las cortes españolas si no dispone de grupo propio. Pero ese handicap no va a conseguir frenar ese trabajo. El objetivo de Amaiur no es tener un grupo, sino expresar en la tribuna parlamentaria su visión de la cuestión vasca, que es también la cuestión española. Exigir el reconocimiento del derecho a decidir también se puede hacer desde el grupo mixto, que nadie se confunda. Y además, desde ese grupo se pueden mantener relaciones fraternales con las gentes de ERC o BNG, por ejemplo.

Otra cosa es que quienes niegan a Amaiur el grupo propio, en realidad lo que desearían es que Amaiur no existiese, que no se hubiese podido presentar a las elecciones, y de haberlo hecho, que no tuviese siete diputados y tres senadores como tiene. Ese es el nivel democrático de los políticos y altavoces mediáticos que se pronuncian contra Amaiur.

El problema que tienen el PP, UPyD y sus corifeos, es que Amaiur existe, que se ha presentado a los comicios y ha cosechado más de 333.000 sufragios el pasado 20 de noviembre. Y lo ha hecho con las reglas de su democracia, no de la democracia vasca abierta y participativa que nos gustaría construir. Lo curioso es que decisiones como la tomada por los representantes del PP en la Mesa del Congreso no van a hacer sino ampliar el apoyo que los ciudadanos vascos otorgan a las fuerzas que componen la coalición, como ya se han adelantado a señalar algunos analistas. A fuer de pesados, hay que volver a recordar que en los pasados comicios celebrados en los territorios del sur vasco Amaiur obtuvo siete actas, por cinco el PNV, otras cinco el PSOE, tres el PP, dos la coalición UPN-PP y uno Geroa Bai.

Rajoy y su partido han elegido el camino de la confrontación, de la negación, un camino agotado, viejuno, intransitable en el nuevo escenario que se está abriendo en Euskal Herria. Rajoy y sus ayudantes en plaza han dejado con su decisión política sin espacio de juego a los nuevos valores del PP vasco, los Oyarzabal y Maroto, que comprobarán in situ, con amargura, las consecuencias de la cerrazón madrileña y el escaso recorrido de su incipiente discurso post-20Oc.

Y es que en Euskal Herria tenemos la suerte de que sopla a menudo el viento y nos despeja periódicamente las nubes contaminantes, no como en Madrid, ciudad en la que se han posado, desde hace demasiado tiempo, edulcorando el pensamiento político de muchos de sus habitantes.

2011/12/12

Euronación y Eurorregión

Alain Rousset y Patxi López
Las últimas decisiones tomadas por la Unión Europea van a significar, más allá de su alcance económico, un reto para los pueblos europeos sin Estado. La situación ya era complicada antes de la última semana, pero es previsible que a partir del próximo mes de marzo lo sea aún más. La crisis institucional que atraviesa Europa ha llevado a sus líderes a dar un paso adelante, en el sentido de ceder soberanía al conjunto, en detrimento de los parlamentos estatales. Por ejemplo, los presupuestos de cada estado de la Unión serán examinados por Bruselas, con lo que ello supone de cortapisa a la hora de implementar ciertas políticas. Y la política fiscal será una y, por lo que se ve, se decidirá en Berlín.

El camino emprendido no parece tener vuelta atrás, y quienes a él se oponen, como el Reino Unido, deberán optar a medio plazo por subsumirse en el acuerdo general o iniciar un camino independiente de la UE. Si la cesión de soberanía, sea en relación a la City o a otra cuestión, lo mismo da, puede llevar a semejantes desencuentros, que no pasaría en relación al reconocimiento de nuevos socios en una mesa que con Croacia va a ser ya de 28 comensales.

Existen analistas como el lehendakari Ibarretxe que defienden lo contrario. Incluso afirman que las posibilidades de Euskal Herria como estado soberano en Europa aumentarán con el tiempo. Es una opinión a tener en cuenta, pero visto lo visto no creo que vayan por ahí los tiros. Al contrario, la cesión de soberanía que se avecina está liderada precisamente por dos de los principales Estados de la Unión, Alemania y Francia.Que de ahí surga una Europa Federal o unos Estados Unidos de Europa es otro cantar.

Lo que no se puede negar es que son los estados-nación de toda la vida, el alemán, el francés, el británico, los que cortan el bacalao en los salones de Bruselas. Y a esa fiesta siguen sin estar invitados las naciones sin Estado como Euskal Herria. Es probable que hoy (por los avances internos que se están dando) estemos más cerca de la invitación que hace cinco años, pero hasta que no se den pasos efectivos en esa dirección, las dudas seguirán ensombreciendo el escenario.

Y de la Euronación pasamos hoy a la Eurorregión, por obra y gracia de los presidentes de Aquitania y Euskadi (CAPV), Rousset y López. En Gasteiz se ha firmado la constitución de la Asamblea de la Eurorregión Aquitania-Euskadi, que ha adoptado la forma jurídica de Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT). Se trata de una fórmula usada en otros lugares del continente para coordinar los esfuerzos interregionales en diferentes materias. La Asamblea se inicia con la clamorosa ausencia de Nafarroa Garaia, a la que se le dejan las puertas abiertas para una posible incorporación futura.

Es una herramienta limitada, que se centrará en asuntos de infraestructuras y medio ambiente, pero como se suele decir, Dios escribe derecho con renglones torcidos. Es una oportunidad de colaboración entre vascos de ambos lados de la muga, tiene su sede en Hendaia y si en un futuro sus gestores son otros, puede convertirse en un instrumento valioso.

No cabe darle más importancia que la que tiene, pero tampoco es conveniente despachar el asunto como si de una gacetilla intrascendente se tratara. Todo lo que sea romper el esquema intelectual de los Estados, las marcas que separan a un pueblo en dos partes imposibles de reunir, tiene que ser bienvenido.

Estekak:

2011/12/06

PSOE y Euskal Herria ¿hay solución?

Bascaran, Amuategi y militantes del socialismo eibarrés en 1915. Foto: egoibarra.com
Aprovecho que para muchos ciudadanos como yo hoy debe ser  día laboral, porque nada hay que celebrar el seis de diciembre, para adentrarme en las procelosas aguas del PSOE. Un partido, conviene recordar, que tiene como uno de sus principales núcleos fundacionales Bizkaia y dispone en Eibar de una incontestable tradición.

La espectacular derrota sufrida por este partido social-liberal, que ya ni socialdemócrata cabe denominarlo, puede contribuir a que dentro de sus filas se produzcan debates sobre su ideología, su oferta a la sociedad y su adaptación o no a la realidad plurinacional del Reino de España. De hecho, ya han surgido voces, como la de José Bono, afirmando que al próximo líder del partido no le debe dar vergüenza gritar a pleno pulmón ¡Viva España!

No se trata de una boutade más del dirigente castellano-manchego, sino de una de las cuestiones esenciales del debate interno de esta formación, centrado por el momento entre el madridista Rubalcaba y la catalana Chacón. Sin embargo surgen otras opciones, terceras vías, en las que se incluyen personajes de futuro como el vasco Eduardo Madina. Y es que la "pata vasca" del PSOE sigue ahí, con Jaúregui, López, Ares, Benegas, Elorza. Nunca ha desaparecido.

Y ahí quería llegar. La manera en que el PSOE ha afrontado históricamente la cuestión vasca se ha movido como un péndulo, entre el centralismo españolista del bilbaino de adopción Indalecio Prieto y la deriva vasquista y euskaldun del socialismo eibarrés de José de Madinabeitia, Aquilino Amuategi, Marcelino Bascaran o Toribio Etxebarria. Esas han sido, con sus matices, las dos almas del PSOE en estas tierras.

Dos almas en las que ha incidido enormemente el fenómeno de la inmigración de trabajadores españoles y sus familias y el deseo de una parte importante de las estructuras del partido de cuidar y fomentar las relaciones con estas capas de la población, en detrimento de las que representan a la población autóctona.

Ahora surgen rumores sobre la puesta en marcha de contactos para establecer una vía vasquista en el PSOE, propiciada, entre otros, por antiguos partipantes en el proyecto de Euskadiko Ezkerra, siglas que todavía utiliza el PSE. Una vía en la que estarían interesados algunos destacados dirigentes del partido, sobre todo en Gipuzkoa.

El anuncio del cese de actividad armada por parte de ETA y la irrupción de un potente espacio de izquierda soberanista/independentista son datos que pueden contribuir a atizar el debate interno en el PSOE. La vieja receta antiterrorista, heredera en buena parte del discurso de García Damborenea, ya no tiene cabida. Estamos en los comienzos de un nuevo tiempo y da la impresión de que personajes de la cultura, como Elias Querejeta, aún residiendo en Madrid, captan mejor lo que está ocurriendo que muchos integrantes del PSE y el PSN. 

Estaremos atentos a los posibles movimientos que se produzcan, pero vacunados con una enorme dosis de incredulidad. Es más propable que todo ello se trate de una operación de maquillaje, más que de una verdadera refundación del PSOE vasco-navarro, que es lo que tocaría en esta coyuntura histórica.

Una de las primeras cuestiones que debería abordar esta corriente, en múltiples ocasiones mayoritaria en las urnas de los cuatro territorios del sur vasco, no lo olvidemos, es el reconocimiento de la realidad nacional vasca. Ese hecho obligaría a restaurar la unidad, o al menos la federación, de todas las agrupaciones socialistas vasco-navarras, lo que a día de hoy se antoja una utopía, pero que era una realidad cotidiana hace treinta años.

A esa reestructuración interna, creo que decisiva, debería unirse un despege radical de la cultura del tándem PP-UPN, con los que forman gobierno en Nafarroa Garaia y tienen un acuerdo de hierro en la CAPV. La izquierda, socialdemócrata o no, debe marcar distancias con la derecha. Pero no solo en el tema socioeconómico, sino también en la manera de asumir la cultura del país, el euskara o la reclamación de las selecciones deportivas vascas, por poner algunos ejemplos. No es necesario que abracen los libros de Sarrionandia, pero sí que lean más a Uribe o a Lertxundi que a Pérez Reverte o Aramburu.

Como guinda del cambio, el PSOE de Euskal Herria debería tener personalidad jurídica propia, al modo del PSC catalán, lo que le permitiría poseer una voz autónoma a la de su socio español en todos los temas relacionados con nuestro país, que no son pocos.

La corriente ideológica y social que representa el PSOE en Euskal Herria se enfrenta, debido a la enorme crisis de identidad que padece, a la oportunidad de emprender un camino nuevo, que le aleje de las viejas inercias que han pivotado durante décadas su relación natural con el país. Ya no hay disculpas, pero si estos mínimos cambios no se abordan en profundidad y con convicción, la oportunidad se puede transformar en el inicio de la decadencia, que en territorios como el navarro ya empieza a vislumbrarse por su dependencia enfermiza con el núcleo de poder que representa UPN y toda su red clientelar.

Seguro que el temor de que la izquierda soberanista, haciendo política día a día, le arrebate parte de sus bases sociales se encuentra entre las preocupaciones de sus líderes más despiertos. Una izquierda soberanista que está haciendo su recorrido a velocidad de crucero, mientras el PSOE se encuentra paralizado, maniatado por el PP y UPN, e incapaz de emprender su propio camino.